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Expansión medieval del euskara La bibliografía

La batalla de Vouillé (507) en 200 hechos

Lista de «hechos» (o eventos) extraída del artículo de Armando Besga Marroquín (2007) en Historia 16, Nº 380, pags. 10-31.

  1. La batalla de Vouillé (507) es el enfrentamiento bélico más importante de la Europa del siglo VI

    Batalla de Vouillé (507)
    Clodoveo hiere de muerte a Alarico II en la batalla de Vouillé. Miniatura del siglo XV, Biblioteca Nacional de Francia, París
  2. Vouillé convirtió a los Pirineos en frontera e hizo que a cada lado del macizo montañoso se centrara un poder, origen de España y Francia
  3. Cuando el Imperio Romano de Occidente desapareció en el 476, el reino visigodo era el reino germánico más extenso
  4. En el 476 el reino visigodo se extendía por la Galia e Hispania a los dos lados de los Pirineos
  5. Pese a la fama de los visigodos como aliados de Roma, con ningún otro pueblo luchó tanto en su último siglo de imperio en Occidente
  6. Ningún otro pueblo germánico había arrebado al Imperio tanto territorio como el visigodo
  7. El reino con capital en Tolosa, se extendía desde el Loira hasta una zona indeterminada de la mitad meridional de la península ibérica

    Godos vs francos
    Ilustración de Óscar Rodríguez
  8. El rey visigodo Eurico (466-484) aprovechó la desaparición del Imperio de Occidente para extender aún más sus dominios
  9. Eurico completó la ocupación de toda la costa mediterránea francesa, una vieja aspiración que había sido combatida por Roma
  10. En el 476 los francos estaban divididos en diversos pueblos, entre los que sobresalían salios y ripuarios (renanos)
  11. En el 476 nadie habría apostado por que los francos fueran a constituir el reino más importante de la Alta Edad Media
  12. Ni que esa posición se fuese a conseguir tan pronto, en el espacio de una generación, el tiempo que transcurrió precisamente hasta Vouillé
  13. En la época de las grandes invasiones que acabaron con el Imperio (406-476) la historia de los francos fue oscura y sin ninguna importancia en la caída de Roma
  14. El episodio más famoso que protagonizaron fue la defensa del Rin -la única que destacan las fuentes- ante la invasión de suevos, vándalos, alanos
  15. Esos pueblos cruzaron el Rin helado el 31 de diciembre del 476, dando lugar al inicio del asalto definitivo del Imperio Romano de Occidente
  16. Los francos estaban en la orilla izquierda del Rin porque allí los había establecido el Imperio Romano en el siglo IV con la misión de defender la frontera
  17. Desde allí se expandieron poco y tarde, pese a la muerte del general romano de la Galia  Aecio (454)
  18. Pese a que el Imperio entró en agonía tras la muerte de Aecio, los francos no hicieron avances significativos
  19. Todavía en el 463 Childerico I  defendió Orleáns frente a los visigodos en favor del Imperio
  20. La expansión de los francos por el Mosa y el Mosela tuvo un carácter colonizador desconocido en las grandes y célebres conquistas de visigodos, vándalos, burgundios y suevos
  21. La expansión franca hizo avanzar la frontera lingüística de la lengua germana, que ha llegado hasta nuestros días
  22. Hasta el 476 los francos sólo se habían apoderado de una porción muy pequeña y marginal del Imperio Romano
  23. Entre sus dominios y los de los visigodos se interponía lo que se ha llamado el Reino de Siagrio, con capital en Soissons
  24. El Reino de Siagrio era uno de los últimos reductos de la soberanía romana, controlado en este caso por los restos del ejército imperial de las Galias, bajo el mando de su jefe: primero Egidio y después Siagrio, su hijo
  25. Por el sudeste los francos limitaban con los alamanes, que se habían apoderado de la Alsacia
  26. Los francos, todavía paganos, se encontraban en un estado de desarrollo atrasado divididos en numerosos grupos o tribus
  27. Entre sus reyes o reyezuelos destacaba en el 476 Childerico I (463-481), el padre de Clodoveo I, que tenía su capital en Tournai
  28. Gran parte de su importancia fue debida a su habilidad para presentarse como defensor de los intereses de una buena parte de las aristocracias locales galorromanas
  29. Childerico concedió apoyo militar a las aristocracias galorromanas contra enemigos externos, como los visigodos, a cambio de lo que quedaba de la fiscalidad tardorromana
  30. Su mayor barbarie permitió a los francos conservar una organización social en la que se cumplía la ecuación hombre libre igual a guerrero y, por tanto, preservar sus virtudes militares
  31. Los francos no perdieron sus raíces germánicas, pues siguieron establecidos en la orilla derecha del Rin, donde las fuentes romanas los habían detectado por primera vez en el siglo III
  32. Probablemente aparecieron en el siglo III como fruto de una etnogénesis producida por la presión de pueblos menores que conservaron sus nombres entre las tribus francas
  33. Los francos, con los que el Rin dejó de ser frontera, se convirtieron en el único pueblo invasor que conservó un territorio en Germania, una auténtica reserva de barbarie
  34. La barbarie es una de las causas que explican la hegemonía militar de los francos en Occidente hasta el siglo IX
  35. La valoración del rey visigodo  Alarico II  (484-507) quedó lastrada por el desastre total con el que terminó su reinado
  36. Gregorio de Tours lo caracterizó como un cobarde
  37. En España Isidoro de Sevilla, aparte de reseñar su derrota contra los francos, se limitó a escribir que «había pasado su vida desde su niñez en el ocio y los banquetes»
  38.  Alarico II no supo conservar la hegemonía lograda por su padre Eurico en Occidente, y no sólo fue superado por Clodoveo I, sino entre los propios godos por Teodorico el Grande
  39. Durante su reinado (484-507), Alarico II debió continuar su expansión por la península ibérica
  40. Conforme avanzaba el dominio de Alarico II en Hispania se debilitaba su situación en la Galia, lo que es una de las causas que explica las consecuencias catastróficas que tuvo la Batalla de Vouillé
  41. Las fuentes recogen la oposición que encontró Alarico II en España
  42. En el 496 se produjo en el valle del Ebro una rebelión de hispanorromanos encabezada por un tal Burdunelo
  43. Burdnuelo finalmente fue entregado por sus partidarios y quemado dentro de un toro de bronce en Tolosa  en el 497
  44. En el 506 fue reconquistada Tortosa, donde se había hecho fuerte un noble rebelde, Pedro, que fue decapitado
  45. Es significativo que ambas rebeliones se produjeran en la romanizada provincia de la Tarraconense
  46. La Tarraconense (zona de Cataluña ) había sido el escenario de la única resistencia hispana a la conquista visigoda durante el reinado de Eurico
  47. Por las fechas de ambas rebeliones se ha sospechado que estuvieran relacionadas con las actividades de los francos (496 – 506)
  48. Mucho más importante fue la oposición de los galorromanos, que Alarico II no supo resolver
  49. Se ha interpretado el problema de las aristocracias galorromanas con la monarquía visigoda como un conflicto religioso
  50. Eurico, monarca arrino convencido, incluso ha sido descrito como un monarca peseguidor de la Iglesia
  51. No hubo verdadera persecución de la monarquía visigoda arriana sobre los galorromanos (como cuando los católicos triunfaron sobre los arrianos)
  52. Fue sobre todo un problema político provocado por la aristocracia romana que, ante la drástica reducción de las posibilidades de medrar en la política (y el nuevo clima espiritual de Occidente), encontró en los obispados una compensación
  53. De ahí que los dirigentes de esta clase fueran entonces obispos, lo que ha dado ese carácter religioso al conflicto
  54. El conflicto con la monarquía visigoda no fue más que un capítulo de la historia de descontentos de la aristocracia aquitana
  55. El primer descontento, a principios del siglo V, habría sido con el Imperio Romano
  56. No hubo problema alguno en aceptar la dominación visigoda e incluso colaborar con el nuevo régimen, pues se pensaba, además, que se podría manejar a los godos, dada su barbarie
  57. Tras la desaparición de Aecio y el derrumbe del poder romano en la Galia, gran parte de la aristocracia aquitana se dio cuenta del error
  58. Fue un error de la aristocracia aquitana colaborar con un rey tan independiente, arriano y nada filorromano como Eurico
  59. Era demasiado tarde y la única opción posible era cambiar unos bárbaros por otros
  60. La aristocracia aquitana pensó que los francos, asentados más lejos, serían más manejables que los visigodos
  61. La conversión de los francos al catolicismo aumentó las simpatías entre las élites aquitanas
  62. De nuevo se equivocaron, pues la dominación franca fue peor que la visigoda
  63. A partir del siglo VII la aristocracia aquitana apostó por otros bárbaros, esta vez interiores: los vascones
  64. Con ellos, a partir del 660 la aristocracia aquitana logró la independencia durante un siglo
  65. El problema no era religioso, sino político, de poder y defensa de la romanidad, identificada con el catolicismo
  66. Ante la oposición de la aristocracia aquitana la política de Alarico II fue errática, combinando autoritarismo y concesiones
  67. La economía se deterioraba y Alarico II se vio obligado a devaluar la moneda
  68. Sólo al final, cuando la amenaza franca era ya inminente, desarrolló una decidida política de atracción de la población galorromana
  69. No es una casualidad que los dos grandes acontecimientos internos del reinado de Alarico II ocurrieran precisamente en el 506
  70. Uno fue la apresurada promulgación de un código de leyes para la población romana, basado en leyes romanas ya promulgadas por los emperadores, que se conoce como el Breviario de Alarico
  71. Pese a la derrota del año siguiente, este código de Alarico II rigió los destinos de la población aquitana durante siglos (es decir, mucho más de lo que sucedería a la población hispanorromana del Reino Visigodo)
  72. La medida imitaba lo realizado años atrás por el rey burgundio Gundebaldo, consciente del peligro que suponía para su reinado el descontento de la población romana
  73. El otro acontecimiento fue la celebración, después de un siglo, de un concilio general de la Iglesia católica
  74. Los obispos se reunieron en Agde el 10 de septiembre de 506, es decir, unos meses antes de la Batalla de Voullé
  75. El concilio fue dirigido por el arzobispo  Cesáreo de Arlés, el personaje más relevante que se había opuesto a Alarico II, quien le acababa de levantar el exilio al que le había sometido
  76. Prueba del entendimiento alcanzado fue la oración de los obispos por el rey, calificado de glorioso y piadoso, y por el pueblo godo
  77. La reunión terminó con la promesa, efectuada por un delegado del rey, de la celebración al año siguiente de un nuevo concilio al que asistirían también los obispos hispanos
  78. Los obispos hispanos no habían participado en el Concilio de Agde de 506 (tal vez, por el estado de guerra en la Tarraconense y la rebelión de Pedro)
  79. Aunque tardías, estas medidas parece que tuvieron efecto: en Vouillé la aristocracia auvernesa, la que más se había opuesto a la conquista visigoda, lucharía en el ejército de Alarico II
  80. En el exterior la política agresiva de reinados anteriores se transformó en una política de apaciguamiento, que implícitamente reconocía la inferioridad ante los francos
  81. Cuando Siagrio, derrotado, se refugió en el Reino Visigodo, Alarico II, ante las exigencias amenazantes de Clodoveo, lo entregó al rey franco que después lo ejecutó
  82. Saintes fue reconquistada por los visigodos en el 496
  83. Clodoveo estuvo en Tours en esta época, donde se ganaría el apoyo de la población (Gregorio de Tours señala que «desde entonces muchos galos desearon tener señores francos»)
  84. Los francos invadieron el Reino Visigodo en dos ocasiones
  85. La primera invasión franca del  Reino Visigodo fue en 495-496, aprovechando probablemente la rebelión de Burdunelo
  86. La derrota de Burdunelo y el enfrentamiento de los francos contra los alamanes facilitarían la reconquista visigoda
  87. La segunda invasión franca del  Reino Visigodo fue en el 498, año en el que conquistaron Burdeos
  88. En el 502 pareció alcanzarse una solución, cuando Alarico II y Clodoveo I se reunieron en Amboise, una isla en el Loira, frontera entonces entre ambos reinos, y se prometieron amistad
  89. La tregua del 502 no fue más que una tregua impuesta por una breve coyuntura adversa para Clodoveo
  90. Había fracasado en la reciente guerra civil del reino burgundio (momento en que los visigodos, vencedores, aprovecharon para penetrar en los dominios del rey franco)
  91. Se produjo una alianza de las monarquías arrianas vecinas: visigoda, ostrogoda y burgundia
  92. Clodoveo aprovecharía el primer momento favorable para emprender la guerra contra los visigodos sin la necesidad de un pretexto
  93. Alarico II, consciente de su inferioridad, buscó en las alianzas la seguridad que su ejército ya no podía proporcionar
  94. El aliado fundamental fue el rey ostrogodo Teodorico I, al que Alarico II había ayudado militarmente en 490 en la conquista de Italia
  95. Teodorico el Grande fue el rey germánico que desarrolló una política internacional más importante
  96. Cuidando siempre las formas con el Imperio Bizantino, la política de Teodorico I estuvo encaminada a la formación de una alianza de las monarquías germánicas para asegurar la paz
  97. Teodorico I fue el único rey germánico que mostró interés por los germanos de Germania
  98. La política diplomática de Teodorico I quedaría arruinada por Clodoveo en el 507
  99. Teodorico I promovió los vínculos matrimoniales entre su familia y la de otros reyes germánicos (visigodos, francos, burgundiso, vándalos y turingios)
  100. Esta política de casar con príncipes extranjeros es una costumbre que el Imperio Romano ignoraba
  101. La política goda de establecer alianzas mediante vínculos matrimoniales caracterizará toda la política europea hasta el siglo XVIII
  102. Era representativa de la mentalidad germánica, incapaz por mucho tiempo de elevarse sobre el concepto de familia y de ver más alto y más lejos
  103. Casó Teodorico I a su hija Tuidigota con Alarico II y él mismo se casó con Audefleda, la hermana de Clodoveo
  104. Con estos y otros matrimonios, los reyes germánicos más importantes quedaron emparentados con el fin de asegurar la paz
  105. Iniciada la guerra, Teodorico intentó evitarla escribiendo tanto a Alarico como a Clodoveo (así como a los reyes de los burgundios, hérulos, varnos y turingios)
  106. Pero el rey franco, convencido de su superioridad y con una coyuntura favorable, no le hizo caso
  107. Teodorico I, amenazado por el Imperio Bizantino, no pudo cumplir la promesa de ayudar a su yerno Alarico
  108. Los ostrogodos, en su conquista de Iliria, habían cometido el error de atacar posesiones bizantinas, un episodio que inesperadamente iba a tener mucho que ver con el fin del Reino Visigodo de Tolosa
  109. Con los burgundios aún fue peor
  110. En una política suicida, los burgundios optaron por Clodoveo y le ayudaron a derrotar a los visigodos
  111. El caso de Clodoveo, que tenía una edad parecida a Alarico II, es muy distinto
  112. Si Alarico perdió un reino, Clodoveo no sólo fundó uno, sino que lo convirtió en el más importante de su época
  113. Un largo reinado de 30 años (481-511) favoreció la obra de Clodoveo
  114. Aún así Clodoveo murió con 45 años, pues comenzó a reinar con 15, una edad no tan precoz para la época, dado que la esperanza de vida se situaba entonces en los 30 años
  115. La primera conquista de Clodoveo fue la del reino de Siagrio, establecido entre el Somme y el Loira, realizada en el 486 (aprovechando probablemente la situación creada por la muerte de Eurico)
  116. Clodoveo conquistó el reino Siagrio con la ayuda del rey franco de Cambrai Ragnacario, su pariente, al que luego eliminaría
  117. El llamado reino de Siagrio, romanorum rex (Greogorio de Tours), era el único reino romano de Occidente que hasta hacía poco había pertenecido al imperio
  118. Siagrio no pudo sobrevivir en un mundo que se estaba repartiendo entre germanos
  119. La sociedad romana -la primera sociedad civil de la historia de Europa- no proporcionaba los soldados que garantizasen la independencia
  120. El reino de Siagrio no era más que el territorio controlado por el último ejército romano de las Galias
  121. El último ejército romano de las Galias no había reconocido a los emperadores que se habían sucedido en Roma desde el asesinato de Mayoriano (461)
  122. Ese ejército, como todos los tardorromanos, estaba formado fundamentalmente por bárbaros, muchos de ellos francos
  123. Tras derrotar a los turingios en el 491, que amenazaban su frontera oriental, probablemente en el 496 Clodoveo logró una gran victoria contra los alamanes en Tolbiac(Zulpich)
  124. Expulsó a los turingios al otro lado del Rin y preparó el protectorado franco sobre el oeste de Germania, que regirán los hijos de Clodoveo
  125. A los alamanes los volvió a derrotar en el 506
  126. Sobre la Armórica (Bretaña), que se había hecho independiente, Clodoveo alcanzó alguna autoridad, a partir de principios del siglo VI
  127. Esto le permitió disponer por primera vez de una caballería pesada (los francos combatían a pié), que sería muy importante en Vouillé
  128. La clave del éxito que habían tenido los visigodos era su caballería
  129. Clodoveo culminó su política de conquistas con la ocupación de la mayor parte del territorio francés del reino visigodo de Tolosa
  130. Las conquistas de Clodoveo hacían honor a su nombre (del que procede Luis): «ilustre en el combate»
  131. Clodoveo, franco salio, unificó a los francos eliminando a todos los reyezuelos en un proceso largo y oscuro (y generalmente muy violento), que culminó tras la gran victoria de Vouillé
  132. Clodoveo es el auténtico creador de la monarquía franca
  133. Clodoveo aseguró la monarquía franca para sus descendientes, que se sucedieron hasta el 751, conformando con diferencia la dinastía más duradera e importante de la época
  134. Lo consiguió matando a todos sus parientes, a los que buscó para tal fin
  135. Clodoveo se convirtió en el primer rey germano católico (con la excepción de la efímera conversión de Rekiario, rey de los suevos, que volvieron poco después al arrianismo)
  136. Clodoveo se bautizó un 25 de diciembre en la catedral de Reims, que se ganó así el derecho a la coronación de los reyes de Francia hasta el siglo XIX
  137. Se desconoce el año del bautismo de Clodoveo, que se sitúa entre el 496 y el 506 (fecha esta última muy improbable)
  138. Charles de Gaulle dijo: «Para mí, la historia de Francia empezó con Clodoveo, escogido como rey de Francia por la tribu de los francos, quienes dieron su nombre al país»
  139. La conversión de los visigodos al catolicismo no se produjo hasta el III Concilio de Toledo en el 589, casi un siglo después
  140. La conversión de Clodoveo al catolicismo es un episodio trascendental en la historia de Europa occidental, pues favoreció el triunfo de la Iglesia de Roma
  141. La creación del reino de los francos sobre suelo galo contribuyó como ningún otro acontecimiento a la suerte futura de los pueblos europeos occidentales durante el proceso de desintegración del Imperio Romano de Occidente
  142. La conversión de Clodoveo favoreció la conquista del reino visigodo de Tolosa
  143. Al principio pudo debilitarle, porque la mayoría de sus súbditos no le siguió en la conversión y algunos de los reyes que habían colaborado hasta entonces con él dejaron de hacerlo
  144. Pese a su barbarie, Clodoveo comprendió el valor de la herencia romana
  145. La época de Clodoveo es un periodo en el que no existía término medio: o invadías o te invadían
  146. La alianza de los burgundios con Clodoveo fue propiciada por el emperador de Bizancio Anastasio  (491 – 518), enfrentado a los ostrogodos, y que, como los aquitanos, apostó por los francos
  147. Es posible que los acontecimientos de 507 en Italia y Francia fueran planeados por Constantinopla
  148. En su carta a Clodoveo, el rey ostrogodo Teodorico aludía a los tejemanejes de Anastasio
  149. Anastasio recompensó con grandes honores a Clodoveo tras su victoria
  150. Clodoveo invadió el reino visigodo en 507 mientras los burgundios hacían otro tanto
  151. Los ejércitos visigodos y francos se encontraron en Vouillé, a 15 kilómetros de Poitiers
  152. La victoria de los francos sobre los visigodos en Vouillé fue aplastante
  153. La muerte del rey, como sucedería dos siglos después en Guadalete, decidió la suerte del reino, pues además sólo dejaba tras de sí un bastardo, Gesaleico, y un niño, Amalarico, nieto de Teodorico el Grande
  154. La noticia de que el propio Clodoveo mató a Alarico es creíble, dado que el rey franco estaba obligado a participar en el combate
  155. El hecho de que montara, como era habitual, el único caballo blanco prueba no sólo que no trataba de pasar desapercibido, sino el protagonismo del rey en los combates
  156. Después nada detuvo a francos y burgundios hasta la intervención en el verano de 508 del ejército ostrogodo de Teodorico
  157. Una vez que se vio libre de la amenaza bizantina (a partir del 22 de junio de 508), Teodorico consideró salvaguardada la costa mediterránea francesa
  158. Clodoveo prefirió regresar a sus antiguos dominios y dedicarse a la organización del reino (promulgación de la ley Sálica, concilio de Orleans, unificación de los francos)
  159. Clodoveo aseguró la sucesión de sus hijos con la eliminación de todos los parientes hasta el grado sexto
  160. Para explicar la derrota de los visigodos basta con recurrir a la indiscutible superioridad militar de los francos a principios del siglo VI
  161. Después del 531 cambiarían las cosas, pues los visigodos rechazaron victoriosamente todos los intentos de invasión franca
  162. Los francos conservaban, gracias a su mayor barbarie, sus virtudes militares
  163. Los visigodos las habían perdido en parte tras su asentamiento en Aquitania en el 418, como ya advirtió Teodorico en la carta a Alarico
  164. Su armamento, el más famoso de la época, también era superior (incluso parece que era mejor la aleación que empleaban en su fabricación)
  165. Alarico no pudo reunir a todo el ejército, pues los burgundios habían invadido también el reino y había que mantener las guarniciones en Hispania
  166. La razón fundamental del conflicto fue religiosa, como lo demuestra la política seguida por el también arriano reino burgundio, que finalmente Alarico trató de imitar (Concilio de Agde)
  167. Clodoveo publicó un edicto para colocar bajo su protección -paz del rey- a las personas y bienes de la iglesia del reino visigodo
  168. La renuncia de botín que imponía a sus tropas estaba destinada a ganar la voluntad de los galorromanos
  169. La Vita Eptadii testimonia, además, cómo Clodoveo cuidó de que sus órdenes se cumplieran
  170. La carta dirigida a los obispos, único documento de Clodoveo que nos ha llegado, no sólo confirma que el edicto mencionado no fue una mera pieza de propaganda, sino que extiende las garantías a los galorromanos que fueran hechos prisioneros
  171. La cuestión religiosa estaba ligada a la de romanidad
  172. El arrianismo servía como un elemento de identidad a los germanos, inferiores a los conquistados tanto demográfica -una minoría del 2 al 5 por ciento de la población en cualquier parte de Occidente- como culturalmente
  173. Como señala Gregorio de Tours, los visigodos «llaman romanos a los hombres de nuestra religión»
  174. La confusión entre romano y católico era completa
  175. Tras su victoria el rey franco recibió del emperador Anastasio en el 508 el nombramiento de cónsul (honorario), lo que avala la entente que había entre los dos personajes
  176. El deseo de Clodoveo de aparecer como general victorioso, cónsul, patricio y viceemperador (e, incluso, Augusto) indica la importancia de su política filorromana que legitimaba su conquista
  177. La política seguida por Teodorico en el sur de Francia a partir del 508 pretendía salvar la costa mediterránea de la conquista franca
  178. El rey ostrogodo nombró al senador Gemelo vicario de las Siete Provincias, puesto vacante desde hacía tres décadas (y en el 511 lo hizo cónsul)
  179. Teodorico restauró la prefectura del pretorio de Arlés, pese a que la mayor parte de las Galias quedaba fuera de su jurisdición
  180. Teodorico restauró también laasamblea de las Siete Provincias, que había sido una concesión hecha por los emperadores a la aristocracia gala
  181. Lo que pretendía Teodorico era presentarse como campeón de la romanidad, prueba de que esta cuestión era decisiva para conseguir la fidelidad de la población galorromana
  182. La misma política de protección de las poblaciones afectadas por la guerra fue imitada por Teodorico
  183. Perdonó los impuestos de Arlés de los años 510 y 511 para evitar la huida de contribuyentes; también, aunque por un año, hizo la misma concesión a Marsella, que había acogido a sus tropas
  184. Los romanos, inermes, no podían escapar a la conquista, pero no era una masa inerte que pudiera ser conquistada por cualquiera
  185. Del lado visigodo cabe destacar dos factores. Uno era su debilidad demográfica
  186. Generalmente se considera que los visigodos eran unos 100.000, lo que daría unos 20.000 guerreros
  187. La extensión dominada por el reino de Tolosa en el 497 era demasiado grande para la población goda (que vendría a ser el 2 por ciento de toda la población del reino –de unos 5 millones–)
  188. Ese factor impediría, asimismo, que los francos pudieran conquistar todo el reino visigodo de Tolosa
  189. Otro factor debió de ser la debilidad de las estructuras políticas del reino visigodo
  190. No puede ser casualidad que todos los reinos germánicos desaparecieran en una batalla, salvo el reino franco
  191. Si en esa batalla, además, moría el rey, el peligro de desaparición era mayor
  192. Lo mismo había sucedido con numerosos pueblos germánicos que desaparecieron antes del siglo V; al parecer estaban obligados a vencer para sobrevivir
  193. La principal consecuencia de la batalla de Vouillé fue la conversión de la mayor parte de los Pirineos en frontera política
  194. El establecimiento a cada lado de una potencia hegemónica, que daría España y Francia, dada la identificación de los pueblos germánicos con las antiguas unidades romanas (Hispania y Galias)
  195. Para los visigodos significó el comienzo de una nueva etapa histórica
  196. Una época de transición, que se suele denominar «del reino de Tolosa al reino de Toledo»
  197. Gran parte de este periodo conoció además la interferencia de los ostrogodos, cuya intervención redujo las dimensiones del desastre de Vouillé
  198. Es el llamado «intermedio ostrogodo» (511-549), que en su primera parte, hasta la muerte de Teodorico el Grande en el 526, supuso la unión del reino visigodo al ostrogodo
  199. Para los francos, las consecuencias fueron muy importantes
  200. La batalla de Vouillé sentó las bases de su hegemonía durante siglos en Occidente (aunque todavía Clodoveo no fuera superior a Teodorico el Grande) y de la unificación de las Galias
  201. Las conquistas de los hijos de Clodoveo (Borgoña y Provenza) culminaron con la conquista de la antigua Septimania visigoda a los árabes por Pipino el Breve (751-768)
  202. Tras la aparición de los ostrogodos en Francia a finales del 508, Clodoveo se centró en la política interna
  203. El prestigio y poder alcanzado con la victoria de Vouillé le permitieron unificar en su reino a todos los francos y asegurar durante siglos la monarquía para su descendencia
  204. Esto favoreció además la definitiva cristianización de los francos, que habían permanecido paganos en su mayoría tras la conversión de Clodoveo
  205. El triunfo del catolicismo marcaba el futuro de las monarquías occidentales
  206. Dentro de su política de gestos romanos tras Voullé, Clodoveo estableció la capital en París, porque había sido sede de los emperadores imperiales
  207. Teodorico el Grande vio truncados sus planes de hegemonía en Occidente, en los que se veía como el heredero del emperador occidental
  208. Su intervención en Francia le permitió anexionarse la costa mediterránea al este del Ródano (Provenza)
  209. Nadie habría pensado, cuando murió Teodorico en el 526, que todo se vendría abajo en una década
  210. El futuro del reino burgundio estaba más claro. Había comenzado su cuenta atrás

La extracción de hechos se ha realizado a partir de la transcripción del artículo de Armando Besga Marroquín (2007) dentro del proyecto Enlazando la historia de nunca acabar (Universidad de Deusto, topHistoria).