Se cumplen 20 años de la publicación de ‘¿Reihengräberfelder al sur de los Pirineos occidentales?’, un artículo de Agustín Azkarate que destaca por varios motivos. El primero es que tiene como foco la réplica al estudio que el arqueólogo aleman, Horst Wolfgang Böhme, había publicado dos años antes interpretando Aldaieta como necrópolis de «miembros del ejército franco de Childeberto I y Clotario que, de regreso tras la expedición a Hispania del año 541, perdieron su vida a manos de los visigodos». Otro motivo es la correlación de esta fecha con la entrada del euskera en Álava que proponemos Mikel Martínez Areta, Emiliana Ramos y yo en un trabajo publicado en Palaeohispanica.
Categoría: Siglo VI
El yacimiento de Iruña-Veleia ha aportado extraordinarias novedades este comienzo de verano (que abrevio con este tuit de César Dorado).
Y aquí termina este paseo por la fascinante Iruña-Veleia y su recién hallado circo. Mi enhorabuena a @arkikus y a la Diputación Foral de @Araba de quienes procede la información y fotos referentes al descubrimiento.
Espero que os haya gustado. Gracias por leerme. pic.twitter.com/Rt7GDgt60r— César Dorado (@CDorado75) July 18, 2024
Entre las cuestiones abiertas, una que me interesa especialmente es el apelativo con el que se conoce desde antiguo, Iruña, que algunos han traducido como «la ciudad capital de un territorio», o de su hinterland (área rural que rodea una urbe). Tengo algunas dudas:
El jueves 29 de febrero, a las 19h, en la Casa de Cultura de Legazpia, Mikel Martínez Areta disertará sobre uno de los episodios más fascinantes de la historia de la lengua, clave además para entender su supervivencia: la expansión tardoantigua del euskera.
Se trata de una cuestión que ha sido abordada previamente en Trifinium, de manera más directa en una entrada que se publicó hace un año por estas misms fechas (19 de febrero), El *enos-kara de los ‘rusticani’, año 409. Es un hecho tan excepcional y crítico como la resistencia de la lengua frente al proceso de latinización (siglos I-III), o el surgimiento de la koiné aquitana (en esos mismos siglos) de la que derivará el que llamamos ‘vasco común antiguo’ (siglos IV-V), tronco del que brotarán posteriormente los dialectos históricos (ver cometario de 15/02). Esperemos que en un futuro próximo Mikel comparta y complete, a modo de trilogía, sus avances en estas tres materias.
Versión revisada de 27/02/2024. Donde decía
la resistencia de la lengua frente al proceso de latinización (siglos I-III), o la koiné que llamamos ‘vasco común antiguo’ (siglos IV-V) tronco del que derivarán posteriormente los dialectos históricos
Ahora dice
la resistencia de la lengua frente al proceso de latinización (siglos I-III), o el surgimiento de la koiné aquitana (en esos mismos siglos) de la que derivará el que llamamos ‘vasco común antiguo’ (siglos IV-V), tronco del que brotarán posteriormente los dialectos históricos
Este cambio ha sido motivado por los comentarios de Mikel (26/02) y Paloma (26/02) que me han alertado del error de la versión inicialmente publicada. Se trata de una diferencia de matiz esencial en la comprensión del proceso de formación del euskera histórico. Con los datos que manejamos, la fragua del antecesor de esta lengua habría que ubicarla en el área convena del Alto Garona (siglos I-III), en lugar de en el Pirineo occidental o en la Cuenca de Pamplona (siglos VI-V), como plantea «la mayoría de lo escrito después de Mitxelena (1981) sobre esta cuestión» (comentario de Mikel, con quien estoy de acuerdo en lo fundamental. Mi principal discrepancia es la que anota Paloma en su comentario).
En el corazón de la Vasconia histórica floreció en el Alto Imperio (siglos I-III) una original cultura funeraria que se extendió a ambos lados de la frontera (sic) de vascones y várdulos. Durante varias generaciones, en ese territorio se impuso la costumbre de decorar los nichos con lápidas encargadas al taller epigráfico de Alba/Gastiáin.
Año 409, el historiador Orosio informa de la existencia de unos individuos, los rusticani, a quienes Roma había encomendado la custodia de los pasos pirenaicos occidentales. No conocemos las circunstancias exactas por las que estos individuos aparecen en las fuentes históricas cumpliendo este cometido, pero vamos a tratar de recomponer lo que sucede a partir de entonces. Indagaremos en los indicios que convierten a los rusticani de Orosio en los proverbiales protagonistas de la supervivencia del euskera y de su desarrollo posterior en los siglos oscuros de la Tardoantigüedad y Alta Edad Media. A ellos debemos el extraordinario legado cultural que representa hoy día la lengua vasca, un unicum lingüístico en Europa.