Un tema central y recurrente de Trifinium es la fragua del ‘vasco común antiguo’ VCA (euskara batu zaharra, EBZ), antecesor directo de los dialectos vascos. Un lugar análogo al Burgos donde, según varios autores, surgió a mediados del siglo IX la lengua romance que tiempo después se expandirá por el continente americano.
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Hace poco más de un lustro Mikel nos recomendó la lectura de Esmonde Cleary (2007) Rome in the Pyrenees: Lugdunum and the Convenae from the first century (GScholar), una obra capital para contextualizar muchas de las cuestiones que se debaten en Trifinium. En enero de 2023 amagué la idea de que el área convena habría servido de refugio, en los siglos I-III d. C., de variantes pirenaicas del continuo dialectal ibérico y de la koineización de un proto-euskera paleoeuskera-aquitano:
El jueves 29 de febrero, a las 19h, en la Casa de Cultura de Legazpia, Mikel Martínez Areta disertará sobre uno de los episodios más fascinantes de la historia de la lengua, clave además para entender su supervivencia: la expansión tardoantigua del euskera.
Se trata de una cuestión que ha sido abordada previamente en Trifinium, de manera más directa en una entrada que se publicó hace un año por estas misms fechas (19 de febrero), El *enos-kara de los ‘rusticani’, año 409. Es un hecho tan excepcional y crítico como la resistencia de la lengua frente al proceso de latinización (siglos I-III), o el surgimiento de la koiné aquitana (en esos mismos siglos) de la que derivará el que llamamos ‘vasco común antiguo’ (siglos IV-V), tronco del que brotarán posteriormente los dialectos históricos (ver cometario de 15/02). Esperemos que en un futuro próximo Mikel comparta y complete, a modo de trilogía, sus avances en estas tres materias.
Versión revisada de 27/02/2024. Donde decía
la resistencia de la lengua frente al proceso de latinización (siglos I-III), o la koiné que llamamos ‘vasco común antiguo’ (siglos IV-V) tronco del que derivarán posteriormente los dialectos históricos
Ahora dice
la resistencia de la lengua frente al proceso de latinización (siglos I-III), o el surgimiento de la koiné aquitana (en esos mismos siglos) de la que derivará el que llamamos ‘vasco común antiguo’ (siglos IV-V), tronco del que brotarán posteriormente los dialectos históricos
Este cambio ha sido motivado por los comentarios de Mikel (26/02) y Paloma (26/02) que me han alertado del error de la versión inicialmente publicada. Se trata de una diferencia de matiz esencial en la comprensión del proceso de formación del euskera histórico. Con los datos que manejamos, la fragua del antecesor de esta lengua habría que ubicarla en el área convena del Alto Garona (siglos I-III), en lugar de en el Pirineo occidental o en la Cuenca de Pamplona (siglos VI-V), como plantea «la mayoría de lo escrito después de Mitxelena (1981) sobre esta cuestión» (comentario de Mikel, con quien estoy de acuerdo en lo fundamental. Mi principal discrepancia es la que anota Paloma en su comentario).
En el corazón de la Vasconia histórica floreció en el Alto Imperio (siglos I-III) una original cultura funeraria que se extendió a ambos lados de la frontera (sic) de vascones y várdulos. Durante varias generaciones, en ese territorio se impuso la costumbre de decorar los nichos con lápidas encargadas al taller epigráfico de Alba/Gastiáin.