Tras barajar diversos nombres de propietario, Patxi Salaberri se decanta por Appinius, descartando Ampellius (propuesto por Mitxelena en Apellidos Vascos 347), Ampelici (Caro Baroja 1945:103), Apinianus o Pinianus (Menéndez Pidal y Tovar 1962: 390). Dice Salaberri (2013: 205):
- «parece más conveniente pensar en Appinius, al que se le habría añadido en un principio el sufijo –anu, o sea, habrá que partir de *(fundu) appinianu > *Apiñano, forma que habría tomado, ya en la Edad Media, el sufijo –iz, convirtiéndose en Apiñaniz»