No damos abasto con la actualidad en Trifinium (y por eso, para hacernos eco de las novedades, recurrimos a un conocido sistema de microentradas, #trifiniumEH). Hace unas semanas un lector nos pidió un comentario sobre la reciente y celebrada aparición de una nueva ara votiva dedicada a la deidad vascona Larrahe.
El caso es que, en nuestra opinión, el hallazgo no cambia en exceso el panorama, al tratarse de un teónimo ya conocido:
se atestigua en otras tres aras procedentes del territorio vascón, localizadas en la cuenca del Arga y de su afluente el río Salado: Muruzabal de Andión (Mendigorria, antigua Andelo), Irujo y Riezu. La de Larunbe es excepcional ya que es la pieza que más al norte ha aparecido y a más altitud, y la única recuperada en contexto de intervención arqueológica. Esto amplia el ámbito de influencia hasta ahora conocido para esta divinidad.
Se trata por tanto de una deidad evidentemente vascona, ya que tiene una parte final, escrita -he que podemos interpretar probablemente como la forma del dativo vascónico, es decir, que marca a quién está dedicada: a la deidad Larra. El nombre vascónico, con su vinculación al euskara actual, nos lleva a interpretarla como una deidad relacionada con el campo o el territorio de labranza.
Reseña publicada por Aranzadi (15.06.2024)
Se pueden mencionar multitud de aspectos, aunque quizá el que más nos llama la atención es el lugar en el que ha aparecido: en el fondo de un pozo de un monasterio fundado en el siglo XI dedicado a San Esteban (Doneztebe) en «un promontorio fácilmente defendible e inexpugnable por su vertiente sureste y con un control visual de una de las principales vías de acceso a la cuenca de Pamplona».
Son muchas las cuestiones que el hallazgo suscita. En este momento se nos ocurren tres principales:
- Ámbito geográfico, social y cultural de las deidades indígenas
- Pervivencia, declive y sustitución de los sistemas de creencias
- Influencia de los sistemas de creencias en el prestigio y supervivencia de las comunidades de hablantes
30 respuestas a «Larrahe destronada»
La de Riezu, en la que el nombre de la divinidad aparece como Larahi, la publicó por primera vez Luis Mari Zaldua, hace año y medio, en Euskal Herriko antzinaroko jainko eta jainkosen izenak (2022). Y en el mismo trabajo Zaldua publicó otra ara, también inédita, a Losae (conocíamos cuatro), proveniente de Anitz (Zirauki). Fueron descubrimientos realizados a base de indagaciones detectivescas sobre piedras que se sabía que había olvidadas por ahí (entiendo), no de excavaciones, pero implican igualmente más datos a añadir a la plantilla. ¿Por qué no hubo revuelo mediático entonces, pero con el Larrahe de Larunbe sí?
No queda claro cuáles son los criterios para que un nuevo hallazgo haga titulares y se convierta en trending topic.
Salvo error de búsqueda por mi parte, ninguno de los tres teónimos (dos teónimos, uno repetido) ha sido introducido ni en Hispania Epigraphica ni en el Clauss-Slaby.
Los criterios por los que el nuevo hallazgo hace titulares:
En las explicaciones sobre la nueva ara se insiste en su importancia «para la lengua vascónica […] un testimonio más que ayuda a profundizar sobre los orígenes y evolución del vascónico y del euskera». Así Larrahe «señala esta zona de culto a la divinidad vascona a finales del siglo I d.C.», enlazando con el épígrafe de la mano de Irulegui, del siglo I a.C., y por supuesto con el desarrollo del euskera histórico a partir del siglo V.
De esta forma se evita interpretar lo que de verdad sugieren los datos tomados en su conjunto:
Pero la discontinuidad, pluralidad y movilidad de poblaciones en el actual territorio de Navarra en época prerromana y romana es una cuestión incómoda que se prefiere eludir. Es mucho más popular ahondar en el mito de unos antepasados vascónicos cuyo origen se retrotrae a la más remota antigüedad y su pervivencia se extiende hasta el presente.
https://serendipitygreece.com/wp-content/uploads/comforting-lies-vs-unpleasant-truths-640×480.jpeg
Por si fuera poco el comentario de Joseba.
A ese chiste le das la vuelta y queda mucho más gracioso.
Parece que no se piensan las cosas antes de colgarlas.
https://www.youtube.com/watch?v=P2nWlXlcO5I&t=71s
«Además viene avalado por Aranzadi, entidad que está en racha y que cuenta con una potente y eficaz maquinaria de divulgación.»
¿De verdad has escrito tú esto, Joseba? ¿No te parece un poco feo? A mí ese comentario me traslada un sentimiento como de celos. No sé si lo has puesto sin pensar, pero si lo relees creo que entenderás lo que digo.
Hombre, que te han sacado en Una historia de Vasconia y has dicho lo que has querido al lado de Alberto Santana. Que El Correo Español, y el grupo Vocento en general, te bailan el agua. Que manejas algún artículo de Wikipedia a placer. No sé, ¿no has pensado que igual no es el comentario más afortunado que hayas podido hacer?
Quiero hacer una reflexión sobre la marca del dativo “-(h)e” que aparece atestiguada en el vascónico-aquitano:
1. Se ha de tomar como primera hipótesis que es el antecesor del actual dativo -(r)i del euskera: -he / -e > -i > -ri ( -r- epéntica).
2. En Juan Mari Zaldua 2022 :122, propone que la marca “-he” es la del genitivo o del superlativo en el caso de la epigrafía “helauscorritsehe”.
3. Eduardo Orduña en su trabajo del 2023 sobre Andelo, páginas 70 y 71, remarca, al igual que Zaldua, que la marca -(h)e aúna las funciones de genitivo y dativo:
“…resulta que coincide con el sufijo que muestran algunos teónimos aquitanos (Artahe, Baeserte, Larahe), donde parece tener un valor próximo al dativo, aunque parece más bien genitivo en Herauscorritsehe fano, única inscripción aquitana en territorio de habla vasca actual. Es posible que se tratara de un sufijo que reunía las funciones de genitivo y dativo. El mismo sufijo debe ser el que aparece como genitivo de los pronombres personales vascos (ene, zure, gure), que es también el que se reconstruye como más antiguo que el -en general hoy día con nombres, y del que se suele citar un único testimonio vasco medieval Jaun Ortire semea.”
4. En el mismo trabajo Eduardo Orduña propone la hipótesis de que el ergativo vasco surja del genitivo o del dativo, como se constata en otras muchas lenguas (McGregor 2017).
5. Por otro lado, respecto a la “h” escrita en textos romanos correspondientes al vasco-aquitano, se ha de tener en cuenta la propuesta de Manterola / Hualde 2021 donde demuestran que la “h” aspirada deriva realmente del sonido “/χ/.” fricativa velar sorda, que se representa con la “kh” en inglés y con la misma articulación que la “k”:
Me parece necesario estudiar y desarrollar esta hipótesis en la cual el ergativo nace del genitivo: *-/χ/e > *-/χ/ > -k
Para mí (y creo que es punto de vista mayoritario), la primera hipótesis es que la desinencia –(h)e de los teónimos aquitano-vascónicos es el antecesor del genitivo del euskera histórico –e, con funciones genitivo/benefectivas todavía en en-e “para mí”, etc., en suletino (por lo menos), y el dativo del euskera histórico –i tiene distinto origen (no se documenta en aquitano-vascónico). En cognados claros, los timbres de las cinco vocales se corresponden casi siempre entre el aquitano-vascónico-tierroalteño y el euskera histórico.
Por otra parte, yo creo que la –r- (Patxi-ri), más que epentética, puede ser analógica a partir de la declinación definida, concretamente del singular: *gizon har-i > gizon-(h)ar-i en la Edad Media, y de aquí por reanálisis > gizon-(h)a-ri (nominal-artículo-dativo), extendiéndose –ri a mugagabes y nombres propios terminados en vocal.
Gabon, Mikel.
Todo indica, como señalas, que la desinencia “–(h)e” del aquitano-vascónico tiene a su vez la función genitiva y la benefactiva. Esta última también se puede interpretar como dativa según el análisis de Gorrochategui: “Otro rasgo con todos los visos de ser compartido y común a todo el dominio lingüístico es la aparente desinencia de dativo -e, -he presente en varios teónimos de ambas vertientes: aquit. Andose, Arte-he y vascónicos Selaitse, Larrahe.”
Es por ello que creo necesario revisar la reconstrucción del dativo actual “-i” desde el aparente dativo «-he» del aquitano del siglo III, aún conociendo la propuesta *-nin de Lakarra. Realmente este camino lo sugirió Pseudoisidorus en su primera intervención de Trifinium sobre la Mano de Irulegi cuando señaló que “-eke ~ -ege puede ser el mismo sufijo de dativo que aparece en vasco histórico como -i, con una evolución fonética anodina”.
Respecto la -r- intervocálica del singular del dativo y genitivo actual, totalmente de acuerdo con que tiene una muy buena justificación en el demostrativo/artículo de tercera persona: *-har.
En el caso del genitivo parece que hay una opinión unánime y está ampliamente aceptado su evolución desde “-he”, incluido Lakarra que da un paso más allá y lo reconstruye desde *-her”(CVC) > he > e.
Pero la idea que me parece más interesante y que puede aportar mucho al conocimiento del Protovasco y a la evolución gramatical del euskara es la indicada por Eduardo Orduña: 2023 Andelo, en la que propone que el ergativo se haya desarrollado desde el genitivo y el dativo, como ha sucedido en abundantes lenguas.
En caso de que esta hipótesis fuera cierta el sufijo “-(h)e” sería la marca del dativo, genitivo y ergativo del aquitano-vascónico. Y supondría, en lo que se refiere al vasco histórico, el testimonio del estado previo de estas funciones, con una forma común inicial que tomaría diferentes evoluciones fonéticas según el caso.
Interesante. Muy aventurado lo del ergativo para los datos que tenemos, pero me parece digna de tener en cuenta.
Aún así creo que se da por hecho algo no tan claro, como es que en determinado momento, cerca del siglo V, si entiendo bien, se da un cambio relativamente brusco en el idioma vasco, en morfología, sintaxis y vocabulario, un cambio tal vez más evidente y notorio que en los mil o mil quinientos años siguientes con todos los acontecimientos sociopolíticos que ocurrieron. No digo que sea imposible, está todo demasiado oscuro como para decir eso, pero raspa bastante.
Retomando lo del genitivo-dativo en «-ke/he», ¿hacia cuándo, siglo arriba abajo, se podría datar la aparición de la epéntesis «-r-«? Porque si NEVRESENI es lo que a simple vista parece, igual que los varios NEVRE de Iruña-Veleia, lo tendríamos ya para el III o IV.
Para Antton y a rebufo de lo que dice Orkeikelaur del gaélico.
No tengo mucha idea de francés (ninguna), pero suelen decir «je veux de l’eau/yo quiero «del» agua, y frases del estilo. No sé si puede ser influencia o tenga alguna relación.
(1) Pues precisamente para evitar las evoluciones fonéticas anodinas (que reducen la plausibilidad de cualquier hipótesis), será mejor digo yo proponer que el antecedente del genitivo del euskera histórico -e (atestiguado también con función destinativa) sea la desinencia de divinidades aquit.-vasc. –(h)e (esta evolución aquit.-vasc. –(h)e > eusk.hist. -e no tendría nada de anodino), y que la marca de dativo del euskera histórico -i tenga otro origen, el que sea, y no está atestiguada en aquitano-vascónico. Insisto como dije en mi aportación al dosier que en aquitano la desinencia es -e tras -C (Selaits-e), -he tras -V, que puede provocar -e > -a en el final del tema (arte > Arta-he). Esta regla se cumple en todos los lugares donde hay divinidades con desinencia paleoeuskérica (Narbona, Alto Garona, Alto Adour, Navarra, Álava), salvo en el Herauscorritsehe de Tardets si y sólo si el tema termina en -ts (si el tema es Herauscorritse- también se cumple la regla), en cuyo caso tendríamos un -ehe. Ahora bien, aun en este caso, es más económico pensar que aquí habría ocurrido algo peculiar que cambiar la regla general que se cumple en muchísimos casos muy repartidos geográficamente. Por ejemplo, que se marcara dos veces el dativo (Herauscorrits > Herauscorrits-e > Herauscorrits-e-he). Esta posibilidad no me la he inventado yo. Gorrochategui mismo la menciona, por lo menos en su edición de los altares de Montsérié de 2010.
(2) Una cosa es que la marcación del ergativo pueda tener como origen otra de genitivo-dativo, en una fase anterior, y otra que en una misma lengua, en el mismo periodo, la misma marca pueda funcionar a la vez como genitivo-dativo y como ergativo. Esto, la verdad, no me lo puedo imaginar, aunque si hay paralelos háznoslos saber. Lo que dices implicaría que una frase como “Gizon le hizo una ofrenda a Abellion” se diría en aquitano (pongo el resto de los constituyentes en batua moderno): Gizon-e Abellion-e eskaintza egin zion. Me parece inconcebible.
En mi opinión, lo más probable es que en euskera común y en aquitano-vascónico la marca de ergativo fuera ya -k o algún antecesor formal de ésta. Con ello, que la primera palabra de la MdIr sea NP-(e)k es el punto más fuerte para una interpretación paleoeuskérica. El problema es que en el resto no se vislumbra nada. Parecidos, cosas que suenan a euskera los hay, pero es que cosas que suenan a euskera las hay en cualquier inscripción ibérica, empezando por el plomo de Alcoy. Y en Andelos, en mi opinión likine es un NP sin marca alguna. Es decir, un Likinos celtibérico o bien un Licinius latino, con transformación -os/us > -e, típica -y creo que exclusiva- del ibérico (como en galo Togos > ib. toke o Flaccus > bilake). De hecho, no entiendo muy bien por qué este solo hecho no zanja la cuestión en torno a la lengua del epígrafe de Andelos.
Pregunto (con mucho miedo a hacer el ridículo):
Tengo entendido que, en griego clásico, no existe el “caso ablativo” y que las funciones circunstanciales (EN, CON, SIN, PARA = POR (por causa de…) etc el griego los expresa desde el genitivo.
Observo que en el euskera de Iparralde hay un «genitivo» -REN: “bizarraREN mozteko makina” que no parece de «posesión» sino más bien «circunstancial» (para, por causa de…)
¿No es mismo o parecido “caso” (distinta fase evolutiva) en LARAHE? con sentido: ¿por / para LARRA? ¿dedicado a / para LARRA? ¿en honor DE LARRA?
Orduña y otros habéis propuesto un posible ablativo agente (en verbos pasivos) que pudiera estar en el origen del ergativo: «Likinete ekiar uskerteku» (es hecho por -causa de- Licine).
Estoy de acuerdo en que en aquitano-vascónico el genitivo y el ergativo ya tenían que estar diferenciados, y creo, es una opinión, que en la inscripción de la mano de Irulegui tenemos ejemplos de ambos, bien diferenciados. En cuanto al pavimento de Andelo, no podemos zanjar tan fácilmente la cuestión, porque en un sistema gráfico que representa las oclusivas con signos silábicos, una oclusiva final puede en teoría representarse con una vocal muda, o simplemente no representarse, como se documenta ampliamente en micénico y otras lenguas. Es decir, la inscripción de Andelo no nos informa sobre este punto, pero sí sobre otros.
Por otro lado, me recuerda ahora un amigo que tenemos dos ejemplos de Lar(r)ahi, que Zaldua interpreta como dativo vasco, y Gorrochategui como latino, si no me equivoco. La aspiración ante la desinencia puede ser un punto a favor de la primera opción. ¿Qué piensas sobre esto, Mikel?
Sobre el comentario de Antton, aunque Mikel está más capacitado que yo para contestar, creo que se refiere al llamado genitivo objetivo, con nombres verbales, típico de dialectos al norte de los Pirineos. Es también muy típico de lenguas como el gaélico, por ejemplo en irlandés antiguo oc marbad ind fir ‘matando al hombre’, lit. ‘en el matar del hombre’. Por tanto, no podemos identificarlo en las inscripciones que nos ocupan, que hay que recordar que están en latín.
Orkeikelaur, esa pregunta que haces es pa’ nota. Cuando leí el libro de Zaldua no le di más vueltas a los Lar(r)ahi (con -i) (creo que pensé “es posible, pero en principio mejor el tradicional -i latino”), pero tal y como la has planteado tú, llevo dándole vueltas bastantes horas. No es cuestión baladí, porque se trata de la posibilidad de que en paleoeuskera se atestigüe no un retacito de gramática (el genitivo-benefactivo –(h)e), sino dos (también el dativo -i). En sí no es imposible porque: (a) parece que en todo caso hay que reconstruir un dativo -i para el euskera común, y por tanto en principio también para el aquitano-vascónico, (b) es perfectamente posible que haya dos terminaciones de funciones próximas (aunque por medio de sintagmas preposicionales, en castellano, “a X” y “para X”, y otras lenguas europeas también se puede expresar la misma idea de dos maneras), y (c) al igual que -e, de aparecer esa marca casual aparecería precisamente en los teónimos.
Todos los antropónimos de todo el espectro paleoeuskérico, desde Narbona a Tierras Altas de Soria, se declinan (en nominativo, genitivo o dativo, que son los casos que aparecen) en latín, ya sea por las declinaciones temáticas (1ª y 2ª) o por la atemática (por la 3ª).
Los teónimos (siempre en dativo) se declinan a veces de la misma forma, por la 1ª, 2ª o 3ª, pero hay veces que la marca casual no es ninguna latina, como en Baicorrix-e, Arta-he, Selaits-e, etc., porque en latín no existe tal marca de dativo. Es por tanto concebible que sea una marca casual indígena (aquitano-vascónica), lo cual no sería de extrañar dada la tendencia a los documentos religiosos (como las aras votivas) a recurrir a la lengua indígena mientras ésta sobreviva, presuntamente como intento de propiciar una mayor vinculación con la sacralidad de la ofrenda. Hablo de memoria pero creo que hay paralelos en lusitano, galo, etc. Dado que el aquitano-vascónico está como mínimo relacionado con el euskera histórico, y el euskera histórico tienen restos de un genitivo-benefactivo -e, entonces esa asociación es como hipótesis la primera opción.
Hay que tener en cuenta que este uso de la lengua indígena es una opción, y que en varios casos se atestigua vacilación entre declinar por el latín o por la lengua indígena, así Baigorrixo / Baigorrixe, Erriapo / Erriape, quizás d(eo) Garri / Garre deo… En el ara a Hércules de Narbona, se da incluso la circunstancia de que uno de los epítetos se declina por el latín y el otro por la lengua indígena (Herculi Ilunn-o Andos-e).
Pues bien, postular que en Lar(r)ahi está el dativo euskérico tiene el inconveniente de que una marca -i euskérica no ambigua (que no puede ser la -i latina de la 3ª) no se atestigua en ningún caso, al contrario que el genitivo-benefactivo –(h)e.
Pero, como tú dices o das a entender (si entiendo bien), en todos los casos en que tenemos lat. -i de la 3ª, en antropónimo y teónimos, se integra en los temas en -n, con -n- como vocal de unión: Andrecco-n-i, Annere-n-i, Attaco-n-i, (teónimos) Ageio-n-i, deo Iluro-n-i, Larraso-n-i… No tenemos nunca (x)Andrecco-h-i o algo de ese orden. En cambio, en los casos en que la desinencia casual es la indígena -e, no aparece -n- sino -h- como elemento de unión.
Resumiendo, interpretar que en los dos Lar(h)ahi tenemos el dativo euskérico -i tiene como inconveniente que no hay casos ambiguos donde dat. -i no sea el sufijo latino; pero intepretar que en los dos Lar(h)ahi la -i es la marca latina tiene como inconveniente que siempre que tenemos esa marca dat. -i latina, lo que tenemos en realidad es lat. -n-i. Y además, en los casos no ambiguos (es decir, en los que tenemos dat. -e indígena), siempre que tenemos tema indígena + desinencia indígena, el nexo es una h (que además puede provocar -e > -a en final de tema, larre > Larrahe, arte > Artahe).
Si no hay una mera confusión de -i por -e o algo así, ello hablaría más bien en favor de la -i de los dos Lar(r)ahi como marcas de dativo indígena, que parecería corresponder al -i del euskera histórico.
Mikel, gracias por tu elaborada respuesta, y disculpa mi involuntario retraso en la respuesta, que hará que quizás se pierda, al haber Joseba iniciado una nueva entrada.
En primer lugar, diría que hay algunos pedacitos más de gramática en aquitano, como los ya conocidos sufijos -co, -t(h)ar, -x(s)o , etc., además de algunos no generalmente aceptados, como -atte en Idi-atte (Deo Idiat, creo que no necesariamente abreviatura, en la curiosísima en varios aspectos inscripción del Museu Castellarnau de Tarragona, Alföldy 1993) y quizás -lati en Horolati, Edelati, que también podría sumarse a la discusión sobre -i. Mi explicación en ambos casos es que -e, -i se habrían unido a un nombre con destinativo -(l)at fosilizado como teónimo.
El dativo en -i aparece con una variedad de temas, no solo en -n: Garri, Alardossi, Bascei, y si la -n es indígena, al menos en algún testimonio aparece geminada (Ilunni). Lacubegi, interesante por ser de Navarra y por la -g-, podría sin embargo estar sin declinar.
En el caso de Lar(r)ahi, además de la interesantísima cuestión de la posible conservación del dativo vasco, por desgracia homófono del latino de la tercera, está la cuestión de la aspiración. Como está claro que, además de haches etimológicas, hay en euskara haches demarcativas (Igartua 2002), diría que este es un caso clarísimo: si el primer elemento es larre transformado en larra en final de primer miembro, y el segundo es -i, da igual que sea el dativo vasco o el latino, tenemos dos morfemas perfectamente definidos, y la -h- marca el límite. La alternativa de pensar en un alomorfo -hi tras vocal no sería en mi opinión más que otra manera de decir lo mismo. Por tanto, Herauscorri-tse-h-e, con -h- demarcativa, antihiática o como queramos llamarla, entre el sufijo -tse y la marca de dativo.
En Horolati, Edelati, recordemos que -t (como -k) son sonidos que también pueden funcionar como demarcativos, y en el caso del primero tenemos la -t en final de primer miembro de compuesto en euskara, aunque aquí, no sé si siempre, sea fruto de la neutralización de una oclusiva. Pero en todo caso esos dos teónimos son los dos únicos ejemplos que tenemos de dativo de tema en -t, y creo que, como -h en Larrahi, es un pequeño indicio a favor de tomar esa -i en ambos casos como desinencia vasca, con el interés de con ellos ampliamos la documentación de la misma a Aquitania.
Mikel, gracias por tu elaborada respuesta, y disculpa mi involuntario retraso en la respuesta, que hará que quizás se pierda, al haber Joseba iniciado una nueva entrada.
En primer lugar, diría que hay algunos pedacitos más de gramática en aquitano, como los ya conocidos sufijos -co, -t(h)ar, -x(s)o , etc.,
MM. Por gramática entiendo lo que aparezca en la gramática (como los casos gramaticales), no lo que aparezca en el diccionario (como los sufijos derivacionales). Si incluimos la morfología derivacional en la gramática, evidentemente tenemos bastantes más retacitos de gramática aquitana.
además de algunos no generalmente aceptados, como -atte en Idi-atte (Deo Idiat, creo que no necesariamente abreviatura, en la curiosísima en varios aspectos inscripción del Museu Castellarnau de Tarragona, Alföldy 1993) y quizás -lati en Horolati, Edelati, que también podría sumarse a la discusión sobre -i. Mi explicación en ambos casos es que -e, -i se habrían unido a un nombre con destinativo -(l)at fosilizado como teónimo.
MM. Plausible es, pero si estás pensando en el –(l)at alativo, los casos locales se desarrollan a partir del euskera común porque muestran variabilidad dialectal (a diferencia de los gramaticales, que son en todos los dialectos -k, -e(n), -i). Y por otra parte desde el punto de vista del euskera histórico al menos resulta extraña una aglutinación sufijal así.
El dativo en -i aparece con una variedad de temas, no solo en -n: Garri, Alardossi, Bascei, y si la -n es indígena, al menos en algún testimonio aparece geminada (Ilunni). Lacubegi, interesante por ser de Navarra y por la -g-, podría sin embargo estar sin declinar.
MM. Creo que en el enunciado de lo que quería decir me faltó precisar: “…temas indígenas terminados en vocal”. Es decir, todos los teónimos terminados en vocal a los que se la añade la terminación de dativo de la 3ª (-i), van por la declinación en -n (salvo los Lar(r)ahi navarros). Si termina en consontante, claro que se añade una -i sólo. De manera que de los contraejemplos que me pones, el único válido hecha esta precisión es Bascei (que curiosamente no muestra ni -n- ni -h- de unión).
En el caso de Lar(r)ahi, además de la interesantísima cuestión de la posible conservación del dativo vasco, por desgracia homófono del latino de la tercera, está la cuestión de la aspiración. Como está claro que, además de haches etimológicas, hay en euskara haches demarcativas (Igartua 2002), diría que este es un caso clarísimo: si el primer elemento es larre transformado en larra en final de primer miembro, y el segundo es -i, da igual que sea el dativo vasco o el latino, tenemos dos morfemas perfectamente definidos, y la -h- marca el límite. La alternativa de pensar en un alomorfo -hi tras vocal no sería en mi opinión más que otra manera de decir lo mismo. Por tanto, Herauscorri-tse-h-e, con -h- demarcativa, antihiática o como queramos llamarla, entre el sufijo -tse y la marca de dativo.
MM. Totalmente de acuerdo con la idea de función demarcativa. Se diría incluso que en aquitano-vascónico la declinación gramatical, antes de que surgiera la declinación histórica con sg./pl./indef., no tenía número y en caso de unión “tema terminado en vocal + sufijo que empieza por vocal”, se insertaba una h: larre + -e, -i(?) > larrahe, larrahi, etc.
En Horolati, Edelati, recordemos que -t (como -k) son sonidos que también pueden funcionar como demarcativos, y en el caso del primero tenemos la -t en final de primer miembro de compuesto en euskara, aunque aquí, no sé si siempre, sea fruto de la neutralización de una oclusiva. Pero en todo caso esos dos teónimos son los dos únicos ejemplos que tenemos de dativo de tema en -t, y creo que, como -h en Larrahi, es un pequeño indicio a favor de tomar esa -i en ambos casos como desinencia vasca, con el interés de con ellos ampliamos la documentación de la misma a Aquitania.
MM. Parece que ese –(l)at es algo que se puede vincular con la idea dativo-destinativa, pero no me parece que haya argumentos concluyentes para rechazar que ahí el -i no sea el latino (podría estar expresado dos veces, plenásticamente, uno con el sufijo indígena y otro con el -i latino para reforzar.
Copio algunos tuits que corroboran la (en nuestra opinión) desproporcionada acogida del hallazgo:
Al menos desde Euskaltzaindia se aportaron antecedentes tan valiosos como los de la publicación de Luis Mari Zaldua:
Echo de menos un poco de contextualización, en la línea del trabajo de José Manuel Abascal Palazón (2015) ‘Escritura, hábito epigráfico y territorio en la Navarra romana». Ver entrada de 05/07/2023 ‘El taller epigráfico de Alba/Gastiáin (ss I-III)’, así como este hilo de tuits:
Por alusiones y con todo el respeto, no sé qué tienen que ver los tuits anteriores a la presentación del altar con esa «desproporcionada acogida»…
Lo de Pachi Mendiburu ya es otro tema 🙃
Tienes razón, Borja, y es que concretamente tu tuit no tiene nada que ver con la «desproporción». Si lo he incluido es por su interés, por mi afán documentalista y por su punto de ironía. Debería haberlo explicitado. [¡Vaya!, me doy cuenta ahora de que todo esto venía más en referencia al tuit de Enneconis, que al tuyo, Borja. Perdona, no veo desproporción tampoco; con más razón después de lo apuntado por Orkeikelaur más abajo.]
El de Pachi tiene interés como contrapunto y por la mención al nombre Julaspeña, un localismo romance en área mayoritáreamente vasca en la toponimia, que se testimonia desde el siglo XIII. Solo por este factor me parece digno de mención. Son paradojas que se dan en toda Vasconia y que merecen ser reseñaadas.
Hay algunas diferencias entre esta inscripción y las anteriores de Lar(r)ahe/-hi, aunque no justifican por sí solas la diferente repercusión mediática, que los hallazgos de Zaldua también merecían, aunque también es verdad que el locus amoenus y la aparición en una excavación arqueológica le dan un mayor empaque. Sobre el texto, hay que esperar a ver qué publican los editores, y por eso no comentaré aquí algunas cosas. De momento me limitaré a unas pocas observaciones:
La lectura es muy complicada en algunos aspectos, sobre todo la reconstrucción M(erito), que aunque en principio parece la más probable, no deja de resultar extraña en esa posición.
Una vez más se cumple la importante observación de Zaldua de que el nombre del dedicante va al principio en los altares votivos vascónicos, con este, si no me equivoco, ya serían 14 sobre 17. La proporción (lo digo un poco a ojo) vendría a ser la inversa entre las inscripciones votivas aquitanas. Esto tiene alguna importancia en la interpretación de la inscripción de la mano de Irulegi, cuyo carácter autóctono está fuera de duda.
Se ha comentado la posibilidad de que Vitella sea un Deckname o traducción de un nombre indígena, y esta es una diferencia importante con los altares ya conocidos de Lar(r)ahe. Gorrochategui ha mencionado al respecto en alguna entrevista la existencia de Sesenco. Dejo de lado aquí el tema de cuál podría ser el equivalente vascónico de Vitella, entre otras cosas porque tampoco sabemos si Vitella traduce un nombre vascónico o celta (pienso por ejemplo en la fusayola gala con Taurina uimpi, algo así como ‘Taurina guapa’, inscripción en lengua gala con onomástica latina). Ese es uno de los problemas de los Decknamen. Otro es que nombres de animales se dan en muchas lenguas como personales, por ejemplo Vitelus es muy frecuente en latín, pero Vitella no lo es, y por eso puede ser significativo. Y por esta vía se podría explicar la escasez de antropónimos vascónicos en Navarra en comparación con los teónimos, aunque insisto en las dificultades del método, que solo unido a otro tipo de indicios podría darnos algo parecido a una certeza.
El Olimpo de los Dioses del euskera estaba en Aquitania. Cualquiera con una mínima noción de euskera puede encontrar significado a muchos de ellos. Incluso tal vez este LARAHE pudiera ser un avatar de los aquitanos LAHE y LARRASO (n). Dejo aquí el listado de Dioses pirenaicos que nos hablan de una sociedad con un mundo simbólico desbordante que mantuvo su religión (e idioma), pese a la romanización y siguió plasmando en piedra los nombres de los antiguos Dioses.
La cantidad y variedad de nombres euskerikos en Aquitania con decenas de aras votivas superan muy de lejos a los Dioses vasconicos.
https://fr.wikipedia.org/wiki/Panth%C3%A9on_pyr%C3%A9n%C3%A9en
Por otro lado la interpretación de Aranzadi de LARAHE como Demeter y Ceres vasca hace aguas por todas partes y parece mas una «felis ocurrensia», que a un statement serio y académico. Por mi parte es numen de las aguas y la cercanía al pozo podría ser relevante. No vendría mal revisar ciertos topónimos como el río Larraun o el propio Larunbe ambos con saltos de agua. Por cierto Mikel que el visor de Mendikat y sus montañas es una herramienta muy buena para detectar toponimias de picos que Oh sorpresa! no se significan nada desde el euskera. Te regalo un nuevo nombre de esta toponimia que puso otras gentes no euskaldunes. Monte Truende (mas similar a los Trueba cantabros y Trucios ) en Bermeo, hermanito de Tribis (buru) tambien en la villa marinera..
Termino con lo que ha sido el notición de el mes pasado (por encima esta 4ª aparición de LARAHE-LARRAHI en territorio vascón), y ha sido la interpretación del ciudadano romano Isaac Moreno Gallo sobre el tropheum de Urkulu que me ha dejado… de piedra.
https://www.youtube.com/watch?v=zZfTPe3stPM&t=639s
PD- Cuidado con la interpretación de Larra, por que tal vez venga de una forma mas antigua como puede ser Ilarratza, Hillarratza
Aupa, Dionisio.
Da gusto ver las ganas con las que arañas mapas en busca de ocultos nombres célticos milenarios. Tierras indoeuropeas inmemoriales okupadas recientemente por aquitanos bárbaros que nunca pudieron borrar del todo la sagrada huella de sus originales moradores.
Ten:
https://www.bermeo-euskaraz.eus/cgi-bin/toponimia/topo.pl?pi=0&fi=1466
Txotxo:
no se en que te puede ayudar el cinismo en avanzar en el conocimiento, sinceramente creo que en nada. Entiendo que es un shock para la idea de una Euskalherria de inmaculada concepción descubrir ahora que hubo otras gentes aquí viviendo largo tiempo y que no hablaban euskera.
Gracias por la pagina de toponimia de Bermeo que ya la conocía, con todo mi respeto a Irune A. y Bitor U. es un muy buen trabajo, pero si tu único parámetro para interpretar es el euskera, es andar con las manos atadas a la espalda.
Personalmente, la interpretación de Truende por trumoi (del latín MONITRUM), y la perdida de GANE/GANA/GAIN por la cara es poco probable. Tal vez hacen demasiado caso a Iturriza, tan antiguo como desfasado.
Para un sencillo Otsarri o conocidas en Galicia como loberas o piedras que quedan cerca de la superficie del agua por su peligrosidad para la navegación como dientes de lobo prestas a coger embarcaciones… no dicen ni pio, https://www.bermeo-euskaraz.eus/cgi-bin/toponimia/topo.pl?pi=0&fi=1437
Me da igual que te parezcan mal mis investigaciones, «los perros ladran, la caravana pasa» es un proverbio árabe que sigo a rajatabla.
Efectivamente me dedico a recoger todo tipo de topónimos (euskerikos y no-euskerikos) donde algunos no encajan con lo que se nos había contado, y que muestran un sustrato lingüístico antiguo e importante. Y lo hago por amor al arte.
No se la verdad por que vienes a este foro a emplear el sarcasmo. Podrías estar con el resto del rebaño en otros foros mas acomodaticios desde una perspectiva salva-patrias vasca, por ejemplo el de Lehoinabarra de Aitzol Altuna que misteriosamente no deja espacios para que ningun@ le podamos contestar a sus furiosas diatribas (pegarle un ojo por favor Joseba y Mikel, tiene una referencia a M. Unzueta y A. Santana que produce vómitos).
https://lehoinabarra.blogspot.com/2023/02/el-significado-de-begona-y-el-fake.html
Podéis tu y otros seguir buscando como locos significaciones desde el euskera buena suerte y animo valientes!, pero las toponimias mayores de ríos y montañas importantes (aunque a veces hibridados con euskerikos sufijos – AGA, -ETA así como el de algunos caseríos (a menudo recogedores toponímicos por naturaleza) a mi me dicen mas que vuestros comentarios.
Agur bat,
Hay necedades que se descalifican por sí mismas, Dionisio. No merece la pena perder el tiempo en ellas. Una pregunta. ¿dónde están publicados tus trabajos de toponimia? Saludos, Joseba
Joseba no , no tengo trabajos publicados en toponimia, está todo en mi cabeza (y PC). No tengo carrera universitaria y solo puedo decir que sigo la ORALIDAD y la DIGITALIDAD, y las lecturas académicas que pillo por banda (no libros auto-editados desde Gatika), además de registros sacramentales,
visor LIDAR geoeuskadi, Euskaltzaindia, otras muchas varias de repertorio fotográfico, prensa histórica digitalizada sistema PARES, AHV digital etc. Mi microscopio de la cultura vasca esta situado en el área del oppidum de Arrola lo que me deja sin duda con muchísimos puntos ciegos de la misma. Mi condición de euskaldun berri hijo de euskaldun-zaharrak que perdieron el Habla tampoco mejora las cosas. No, no tengo rigor científico solo hago un proceso que es INTUIR que significa…. imaginar con (+-acierto). Ahí estáis Adrián y tu para corregirme, (mañana te contesto Larrabaster).
Dionisio, estoy preparando una entrada nueva sobre las últimas novedades de Iruña-Veleia y tengo una pregunta para ti (🙏🏾 y para el resto de participantes de Trifinium):
Espera, no contestes, lanzo la nueva entrada, aunque sea provisional, para que el debate se desarrolle allí.
Eskerrik asko, asko ta asko biori, Joseba ta Dionisio.
Fíjate que pensé que igual mi finísima y elaboradísima ironía os podría llegar a molestar un poco, y veo que no, que asimiláis perfectamente mis chascarrillos, y que incluso sois capaces de dedicarme calificativos halagadores.
Sabéis que me tenéis “ganáu”, piratones.
Seguiré por aquí leyéndoos y, si cuadra y me dejan, comentando vuestras fantas…, parkatu, sesudas “fabrikasiones”.
Por cierto, Dion, cuando dices “…Tal vez hacen demasiado caso a Iturriza, tan antiguo como desfasado”¿a quién te refieres, a tus respetados Irune y Bitor o a los cultísimos seguidores de Iturriza que han poblado desde antaño Mañu y demás barrios de Bermeo? Bueno, da igual, cualquiera se fía de esos “salvapatrias”, que son capaces de inventarse esos nombres sólo para fastidiar a los que buscan la “Única Verdad”, dizque, “el origen céltico de la Humanidad”.
No seré yo quien diga qué topónimo es original ni cuál es su etimología. Para eso hay que hacer un trabajo de investigación más serio, que no sé si Irune y Bitor han llegado a hacerlo. Hay que mirar documentación antigua en busca de esos nombres y observar su evolución y en qué contextos se da. No vale con mirar Google Maps, ver “Corbera” o “Corbeira” y, sin mirarles siquiera a la cara, asimilarlas con “Gorbea”. Eso no lo hubiera hecho ni Iturriza. Moguel no te digo que no.
Por lo menos has despertado el interés del boss, aunque sólo haya sido por unirse contra el enemigo.
Arratsalde ona pasa danok!