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Antigüedad del euskera

Los tres signos paleohispánicos de Lanz

Es una inscripción breve, de tan solo tres signos, pero enormemente significativa por varios motivos: uno, confirma el hábito de la escritura en signario paleohispánico en la Navarra de época romana; dos, se ha localizado en la comarca de Ulzama, lo que extiende esta práctica al norte de Pamplona, respaldando el hábito detectado en Irulegui; tres, se ha hallado en el interior de una explotación minera, lo que sugiere que pueda tener que ver con algún tipo de sistema de control productivo.

Imagen de la Dirección General de Cultura – Institución Príncipe de Viana

La información más completa a la que hemos podido acceder es la publicada en la Dirección General de Cultura – Institución Príncipe de Viana, de donde copiamos los siguientes fragmentos:

Equipos de investigación de la Dirección General de Cultura han encontrado recientemente en la mina Aierdi VIII, perteneciente al complejo minero de Lanz, una inscripción paleohispánica de alrededor de 2.000 años de antigüedad, que supone el hallazgo de estas características más septentrional encontrado en Navarra y el único de toda la Península Ibérica en el interior de una mina.

Esta inscripción no es solo importante por la excepcionalidad de su contexto arqueológico, sino porque constituye un nuevo documento de la alfabetización antigua en el territorio en una época en la que los procesos de romanización y latinización estaban ya avanzados, pero en la que las lenguas vernáculas seguían utilizándose y también escribiéndose.

Los tres signos pertenecen a un signario paleohispánico, y pueden transcribirse como ikae o igae. Dadas la brevedad del texto y la falta de apoyos comparativos, resulta complicado determinar con seguridad en qué variedad de los signarios paleohispánicos está escrita y a qué lengua hay que atribuirla, aunque, teniendo en cuenta el lugar de hallazgo, existe la posibilidad de que se trate de una inscripción vascónica, hipótesis que estaría apoyada por la similitud con palabras vascas como ik(h)ai ‘pendiente’, empleada por el poeta en lengua vasca del S. XVII, Arnaud Oihenart, y cuyo significado sería compatible con el lugar en el que se grabó el texto. En todo caso, la escasez de conocimientos sobre la realidad lingüística de la época obliga a tomar esta hipótesis con cautela.

7 respuestas a «Los tres signos paleohispánicos de Lanz»

Yo creo (a) que no tiene nada que ver con Oih. ikhai (Ezt’ ikhaia non eztuen bere iztaia. «Il n’y a point de montée qui n’ait sa dévallée» . O Pr 164), y (b) que dos artículos de gran utilidad para saber de qué puede ir el breve epígrafe de Lanz podrían ser “Los íberos en la Cerdanya: arqueología y epigrafía”, de Ferrer y Olesti (2023), y (b) “Salaeco: un teónimo ibérico”, de Velaza (2015). Son accesibles en google. Con los títulos no quiero decir que el epígrafe de Lanz esté necesariamente en íbero. Digo que creo que estos artículos pueden ser muy útiles para saber por dónde va el tema.

Al ver esa «-e» me acorde de ti, a ver si no será otro benefactivo 😉
Pero si lo relacionas con el ibérico ika/ike, significa que falta el teónimo mismo…

Esto es lo que afirma Ferrer i Llané, junto con Oriol Olesti en uno de los artículos mencionados por Mikel (conclusiones):
«Todo apunta a que en su mayor parte las inscripciones rupestres de La Cerdanya sean inscripciones religiosas y que los elementos que más se repiten
sean divinidades. La coherencia morfológica confirma la hipótesis, al combi-nar los mejores candidatos a divinidad con los mismos morfemas: e / er y (i)ka / (i)ke».

En ibérico hay efectivamente -ika, -ike como sufijos, que evidentemente no puede darse aquí. No hay nada en ibérico identificable claramente como un lexema ika-. Sí hay en cambio un sufijo -e, que es lo que podría haber aquí, pero sin un lexema claro no podemos asegurarlo. Además, como -e también existe en inscripciones paleoeusquéricas de Navarra, no creo que estemos en condiciones de asegurar en qué lengua está el epígrafe, ni sacar grandes conclusiones del mismo. Lo más relevante es el uso del signario ibérico, no sabemos si en su variedad vascónica, al norte de Pamplona. No creo que se pueda sacar mucho más de esta inscripción, salvo que aparezcan más con las que se pueda comparar.

Completamente de acuerdo, Mikel. En un contexto como este la interpretación por defecto debería ser la votiva. Es curioso que, como ocurre con la teonimia ibérica de La Cerdanya, el posible teónimo sea una forma muy breve y que no recuerda ni remotamente a ninguno de los teónimos atestiguados en epigrafía latina en la misma lengua. La única excepción parcial es urdalike, digo parcial porque Urde no es epigrafía ibérica sino vascónica. Pero me parece bastante claro que hay un sufijo -e, posible dativo, como en la teonimia vascónico-aquitana (y en la de La Cerdanya). El hiato -ae lo apoya, pensemos en Artahe. Al estar en territorio vascón, esto apoyaría (como simple indicio, claro está) que la aspiración, al menos la puramente demarcativa, no se representaba en signario paleohispánico aunque existiera. Muy interesante también es la localización, porque sitúa la escritura paleohispánica en la zona donde podrían estar localizadas dos cecas vasconas, uTamaate y b>oTtikes, si es correcta la identificación con Ultzama y Ostiz, respectivamente, a partir de la identificación del signo T como -ts- o -tz- (Orduña 2018). La localización tan septentrional era un pequeño problema para la hipótesis, pero ahora deja de serlo.

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