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Sale del horno el homenaje a José Ignacio Hualde

Entrevista a José Ignacio Hualde en XV años del Programa de Lingüística Centroamericana (PROLINCA), 22, 23 y 24 de junio de 2022.

Llevábamos meses, muchos meses, esperando la publicación del número especial de ASJU 57 (2023) dedicado al excepcional lingüista navarro José Ignacio Hualde (👉 Illinois experts), que acaba de jubilarse. Un pedazo ejemplar, con la participación de más de 70 colaboradores (entre quienes tenemos el honor de hallarnos). En los próximos días iré ampliando esta entrada, pero la publico ya para animar la lectura (son más de cincuenta aportaciones) y abrir así cuanto antes el debate.

Apenas he tenido tiempo de hojear tan siquiera un puñado de trabajos, pero adelanto mi satisfación de por fin poder referirme en público a uno que llegó a mis manos en forma de borrador hará tres años y que tiene múchisimo que aportar a este foro. Lo siento, no soy imparcial, estoy devorando Akitaniera, Euskara Batu Zaharra eta euskararen biziraupena. Zer gertatu zen “mende ilunetan”? (Aquitano, vasco común antiguo y la pervivencia del euskera. ¿Qué sucedió en los «siglos oscuros»?) [PDF]. El autor parte del esquema de Hualde (2015) para tratar de entender la historia externa de la lengua entre los siglos I a VI.

Es 15 de febrero y creo que merece la pena completar esta entrada con algunos datos aportados por Joseba Lakarra sobre el homenajeado en un prefacio publicado en euskera e inglés, lo cual nos brinda la oportunidad de reseñarlos en Trifinium en español.

Pronto se cumplirán cuatro décadas de la primera contribución de José Ignacio Hualde a la revista ASJU (Anuario del Seminario de Filología Vasca «Julio de Urquijo» 20, 1986, 867-896) : ‘Tone and accent in Basque: a introduction’. Desde entonces ha seguido ahondando en diversos aspectos de la fonología vasca (en particular, en los sistemas prosódicos de los dialectos vascos y del vasco antiguo […] En uno de sus primeros trabajos dirigió su atención al pidgin vasco-islandés. En otro posterior a un sistema prosódico deducible de los datos aportados por Manuel Larramendi en el siglo XVIII. Dos monografías tempranas fueron The Basque dialect of Lekeitio (1994) —con la ayuda de Gorka y Arantzazu Elordieta— y Euskararen azentuerak (1997), en los que describió los sistemas prosódicos de dialectos y variedades del euskera.

José Ignacio Hualde ha colaborado además como autor y editor en Generative studies in Basque linguistics (con Jon Ortiz de Urbina, 1993), Towards a history of the Basque language (con Joseba Lakarra y Larry Trask, 1995), o A grammar of Basque (2003, con Ortiz de Urbina). Ha participado en innumerables foros en el País Vasco y en el resto del mundo, así como en homenajes a diversos vascólogos (Michelena, De Rijk, Trask, Oihartzabal, Sarasola, Aurrekoetxea, Gorrochategui, Gaminde, Oñederra, Zuazo). Además ha rendido homenaje a destacados vascólogos recuperando textos olvidados o poco conocidos (vg. Michelena y Jacobsen).

La otra gran área de especialidad de José Ignacio Hualde contempla la fonología y lingüística romances, especialmente centrada en el español, en la que destacan The sounds of Spanish, Introducción a la Lingüística Hispánica o Handbook of Hispanic Linguistics. Sus trabajos sobre la sílaba, el acento y la entonación en español han conseguido un extraordinario eco entre los especialistas, así como sus investigaciones sobre la lenición consonántica en español y en otras lenguas romances. La formación de José Ignacio en lingüística general le permitió también dirigir su atención a otras lenguas, incluidas las lenguas bantúes, como nos recuerda Larry Hyman (cf. los trabajos de Hualde sobre las construcciones de doble objeto en Kirimi y Kinande en 1989).

Sus aportaciones al conocimiento de otras lenguas se han reflejado en asociaciones innovadoras, como la similitud prosódica entre el japonés de Tokio y las variedades de euskera del norte de Bizkaia, en cuanto a su naturaleza tonal-accentual y la existencia de palabras acentuadas y no acentuadas, en lo que es una sorprendente coincidencia tipológica.

(resumen del prefacio de Joseba Lakarra)

El prestigio de Hualde en el plano internacional lo refrendan las aportaciones de un nutrido grupo de especialistas internacionales en los dos volúmenes del homenaje: Diana Archangeli, Douglas Pulleyblank, Laura Colantoni, Sonia Colina, Carolina González, Christine Weissglass, Carlos Gussenhoven, Hans Henrich Hock, Larry M. Hyman, Fernando Martínez-Gil, Manuel Pérez Saldanya, Pilar Prieto, Olga Kushch , Joan Borràs-Comes, Daria Gluhareva, Carmen Pérez-Vidal, Marta Ramírez, Miquel Simonet, Tomas Riad, Mahir Şaul, Yaru Wu, Ioana Chitoran, Ioana Vasilescu, Martine Adda-Decker, Lori Lamel.

Es 25 de febrero y añado traducida la nota 1 del artículo de Larry M. Hayman que he reseñado en un comentario hoy:

Aunque José Hualde es más conocido por su extenso trabajo sobre el euskera y otras lenguas ibéricas, menos conocido es su considerable conocimiento del bantú. Como estudiante de posgrado en la Universidad del Sur de California, José estuvo expuesto al bantú no sólo en clases de fonología, sino que también fue un alumno estrella en tres cursos de métodos de trabajo de campo sobre lenguas bantúes: basaá, kirimi y kinande (véase Hualde 1989a,b que también dan fe de su amplia experiencia gramatical). Debe haber sido en una de estas clases donde comenté, citando un caso minoritario de alguna parte del mundo, que cada familia tiene un vástago tonal. En respuesta, recuerdo que algunos días después José entró en el departamento, con el rostro radiante de alegría, mientras confirmaba mi máxima, anunciando: “¡He encontrado tono en euskera!”. El resto es historia. Durante las últimas décadas, el profesor Hualde ha sido una gran inspiración para mí, como lo ha sido para muchos otros que trabajan en el análisis sincrónico, diacrónico, tipológico y teórico del tono, el acento y mucho más. Por eso es un honor dedicarle este artículo con motivo de su cumpleaños especial. ¡Gracias, José!

(Traducción de Google translate)

Desde Trifinium le deseamos muchos y muy fecundos años de aportaciones al conocimiento de la historia de la lengua vasca y del contacto con sus vecinas romances.

98 respuestas a «Sale del horno el homenaje a José Ignacio Hualde»

Sin duda un homenaje muy merecido, me uno desde aquí a las felicitaciones, y por si nos lee, le envío un saludo montañero. El volumen promete, parece que nos va a dar trabajo para días, incluso si nos limitamos solo a los temas que aquí se debaten.

Txillardegik jarri gintuen gutako asko Jose Ignacio Hualderen arrastoan, eta hark ere bihotzez zorionduko zukeen. Txitean-pitean goraipatzen zuen Hualderen dohaina, iluntasunean galduta zebiltzan euskalariei bidea argitzeko. Behin baino gehiagotan gertatu baitzen. Kasu horietako baten berri eman zigun “Lingua navarrorum” liburuan:

“Jose Ignazio Hualde ‘nafartar amerikano’ hizkuntzalari zorrotzak bizkaieraren gorabeherak [azentuerari lotuak] garbiki ulertu eta azaldu zituen arte, eta dagozkien lekuan kokatu arte, itota ibili gara euskaltzaleok; saltsa hartan zer pentsa eta nora jo ez genekielarik”.

Totalmente de acuerdo, Orkeikelaur. Es increíble el legado que por ahora J. I. Hualde nos ha dejado, desde la fonética hasta la dialectogía. Esperemos que nos siga dando nuevas sorpresas reveladoras. Aún estoy abrumado por su trabajo en colaboración con Manterola: Old Basque had */χ/, not /h/. Supone una revolución para el entendimiento de las haches patrimoniales, elemento fundamental del paleoeuskera.

Buenas, acabo de leerme el artículo, y tengo que decir que me ha decepcionado, entre otras cosas porque mezclan churras con merinas, en este caso la h en gascón, y los autores (en este caso Manterola) consideran de este origen palabras vascas como eme o eztei. Y como ya es habitual en la vascología académica, no hay ninguna referencia al trabajo de Martinet (1955) sobre el origen de la «aspiración».

Una muestra de que para la vascología académica no existe nada entre el latín (clásico) y las lenguas romances actuales es la siguiente cita (p. 443): «To give an example, among the variants of the word for ‘fig’ in Basque, we find the western form iko (in addition to expected biku ~ piku < Lat ficu(s)). Modern Spanish has higo /ígo/. The western Basque word must have been borrowed from Spanish in early medieval times, before the voicing of intervocalic /-k-/ was phonologized in Spanish; at a time, thus, when the initial aspiration must have been still pronounced in Spanish: /híko/.»

Si cambiamos «Spanish» por «early Romance» y nos acordamos de topónimos como Apodaka, con pérdida de la oclusiva inicial, tal vez nos daremos cuenta de por dónde pega el aire.

Después de leer a nuestro anfitrión Joseba en esta publicación, tengo que matizar mi afirmación, ya que él usa el término «latín local», lo cual ya es un avance sobre el panorama general al que me refería anteriormente.

Con respecto a este trabajo, tengo que hacer una crítica respecto al sufijo topómico -ain, propio del área vascoparlante oriental pero también de otros territorios pirenaicos de habla romance. Joseba, siguiendo a otros autores, propone una derivación de un sufijo ad hoc *-aneu- con yod, lo cual es del todo innecesario.

Para empezar, resulta que en el mismo euskera existen palabras como p.ej. el suletino k(h)obáñ, khogáñ < latín vulgar *cofanu (cfr. castellano cuévano, catalán cove, etc.) ~ clásico cophinus con el mismo tratamiento a partir del sufijo -anu-, que contrasta con el de la zona occidental (cfr. vizcaíno abao, abau).

Tal vez tengas razón, Octavià, pero yo me remito al trabajo de dos especialistas,

Matías Múgica (2018) y Fernando González Ollé (2019) concluyen, de manera independiente, que -áin solo se explica mediante la postulación de un estrato intermedio de romance navarro […] [Ambos consideran] que las terminaciones en -áin necesitan de una fase románica con nasal palatalizada, -áñ, que se despalataliza posteriormente.

Es bastante significativo que de manera independiente estos dos autores hayan llegado a la misma conclusión. He consultado en el OEH y encuentro un montón de variantes para kofoin ‘colmena, cavidad, tolva’:

kofau (Lar, H, A; kofaue SP), kofoi, kofon, kofun, kojoin (B), kobain (S; H (S); kh- Gèze (-añ), Dv, H (S)), kofain, kafano (SP (que cita a O), Chaho), kogan (kh- S), kuhau (BN-bard; Dv, H), kufau (H), kopoi (H)

Dan la etimología de lat. cophinus; cf. cast. cuévano. Vista esa variedad, con tantas formas en -oi, -oin, -ain, no veo que suponga un inconveniente al planteamiento que reseño. No veo obvio que provenga de lat. vulgar *cofanu, habiendo tanto en occitano como en catalán la forma cofin ‘cesta’.

Joseba, el castellano cuévano y demás formas vienen de *cofanu, no de cophinus, que a su vez es un préstamo del griego kophinós. Pero esto tiene poco que ver con el hecho que el euskera tiene palabras acabadas en nasal palatal como p.ej. arrain que no tienen nada que ver con el romance.

Me refería a que en euskera hay palabras acabadas en -Vin que debían tener una nasal palatal final, como p.ej. arrain, oin, que no tienen nada que ver con el romance, y por tanto, no se pueden adscribir a éste.

A mi modo de ver, si hoy día encontramos el sufijo topónimo -ain en zonas de habla romance, eso quiere decir que antiguamente fueran euskaldunas. Por contraste, en la zona occidental encontramos el sufijo -ano (> euskera -ao), que demuestra la presencia del romance antes de la llegada del euskera.

Eso quiere decir que a partir de un momento de su evolución fonética, interviene el euskera. Pero lo normal es que en el origen de su formación esté la lengua a la que pertenece su sufijo derivacional, y esto vale lo mismo para el alavés -an-u/a que para el navarro -an-i o -aneu (no es fácil aclarar la cuestión, pero todos los analistas coinciden en que, sea lo que sea, es una sufijación latina, y con función deantroponímica). Y además se combina con nombres (nomina o cognomina) latinos bien atestiguados en la epigrafía altoimperial de Navarra o del entorno, como Aemilius > Amaláin, Terentius > Gerendiáin (se documenta Derendiain), Marcellus > Markaláin, Placidus > Lakidáin, Sempronius > Zemboráin, Paternus > Paternáin, Valerius > Ballariáin.

Aparte que en Navarra, aunque menos, también hay -anu, y al menos los de la cuenca de Pamplona tienen el mismo tratamiento que en Álava: Flavius > Labiano / esk. Labio (al lado de Irulegi), Undiano / eusk. Undio, Aemilius > Amillano, Valerius > Arellano.

Más tarde, entra el euskera, que se trae su propio sufijo deantroponímico de Aquitania, esto es -o(t)z, y forma antrotopónimos con éste pero adoptando también el latino. Y las propias bases de estos topónimos -unos y otros- nos dicen cómo se llamaban estos individuos procedentes de Aquitania: Aho(i)ztar > Uztarroz, Oro > Oro(n)(o)z, Ilurdo > Ilurdo(t)z, *Ilundo > Ilundáin, Berhatz > Berasáin, *Senito > Setoain (se atestigua Seitoain), *Buruto > Burutáin, GardeLe > Gardaláin, GenduLe > Genduláin. En mi opinión, también había bastantes Andotz-es entre ellos, pero sería tema aparte del sufijo -ain.

Mikel: claro que el origen último es latino, pero en mi opinión, en realidad no se trataría de dos sufijos diferentes, sino de resultados divergentes a partir de -anu. Y como he dicho antes, el euskera tiene otras palabras con nasal palatal final que no provienen del latín-romance.

¿-ain, -añ procedente de -anu? ¿De dónde sale una nasal palatal a partir de -anu? Aparte que, insisto, en Navarra tenemos también -ano / eusk. –(a)o, que viene como en Álava de lat. -anu. Luego el sufijo -ain, -añ procede de otra cosa. Por otra parte, no entiendo muy bien a dónde quieres llegar con lo de arrain, pero en las zonas donde se encuentran la inmensa mayoría de topónimos en -ain (Navarra y Gipuzkoa oriental), no existe arrain, arrañ, sino arrai (todas las variantes son resoluciones de un *arrani). Ahí reside precisamente la dificultad de postular un *-ani como origen del sufijo toponímico.

Mikel: «¿-ain, -añ procedente de -anu? ¿De dónde sale una nasal palatal a partir de -anu?» Ahí tienes k(h)obáñ, khogáñ, kobain, kofoin a partir de *cofanu.

Octavià, eso ocurre en suletino y sólo en suletino (y si es que viene sul. khobañ de *kobanu y no de *kobane), y la inmensa mayoría de topónimos en –ain aparecen en Navarra, Álava y Gipuzkoa. Te adjunto lo que dice Mitxelena en FHV, 152 sobre los desarrollos de -anu, y con esto cambio y cierro. No tengo día para enredarme en octaviàríos (*).

(e) En b.-nav. y lab. parecen haberse dado ambos resultados, -au y -aun, con extensión no determinada. Leic. tiene vilaun, contrapuesto a noble; Oih. bilaun (Prov. 867, 496 y 688), pero Sauguis 21 vilau: en sul. se esperaría *biláñ, que no acierto a documentar. En frases negativas, garauik (garabik) es ‘nada’, lit. ‘ni grano’, ocurre en Oih., Pouv., etc. En Ax. 35 se lee kofau ‘colmena’ (cofauean barrena, en inesivo, de donde Pouv. dedujo equivocadamente el nom. sing. erle cofauea), sul. khobañ (Geze), khogáñ (Larrasquet). Con todo, la variante suletina podría también venir de *-áne, pues se observan otros cambios en la terminación de esta palabra: kofoin (que Pouv. toma de Etcheberri el de Cihoure), a.-nav. erlekofoin, erlekojoin, lab. (Harriet, Haran., etc.) kofoiñ ‘colmena’. Etcheberri, el de Sara, tiene escolau ‘escolar’, pero Harriet escolaun y ermitaun ‘ermitaño’. En un caso la distribución espacial de las variantes es totalmente desusada: a.-nav. guipo arraun ‘remo’, b.-nav. !ab. ronco (Azkue), sul. (Geze) arrau, nomo sing. arraua, arraba (Pouv., Harriet, Haran., quien explica arraua por arrauna).

Markos Zapiain, adi goi-nafarrerazko aldaerari: erlekojoin… ‘erlearen barrabila’!!

(*) Octaviàrío: irrupción inopinada en algún blog relacionado con la vascología, generalmente acompañada o introducida por algún latiguillo fustigador contra el establishment académico, por medio de la cual se defiende taxativamente alguna idea extravagante pero inédita, novedosa e incluso revolucionaria, basándose en algún dato recóndito en el que nadie salvo Octavià había reparado.

Copio de González Ollé 2019 los motivos por los que descarta la derivación a partir del sufijo latino -anus:

La exposición de Michelena incurre, a mi entender, en una evidente inconsecuencia (con pronta y extendida repercusión en investigaciones ajenas) al aplicar el modelo (“genitivo Aemilii”) descrito por Piel: la exigencia del genitivo adnominal posesivo, el requerido sintácticamente por el nombre propio del poseedor (y no por el de su derivado adjetival), ha sido desplazada hasta el genitivo del adjetivo deantroponímico. Así se observa, por ejemplo, cuando Michelena propone el étimo de Amalain: el genitivo Aemili ha sido suplantado, como base derivativa, por el “genitivo latino -ani”, correspondiente a Aemiliani, es decir, el “derivado adjetival” del nombre personal del propietario, mediante el sufijo -anus. Del mismo modo procede Michelena con los demás topónimos: Emeritani, para Amatr(i)ain; Asteriani, para Astrain; etc. En conclusión, Michelena funde en uno solo —si entiendo bien— dos procesos alternativos: genitivo adnominal del nombre personal (nomen) del propietario, o derivado adjetival (cognomen) desde él, mediante -anus. Tal fusión conduce a una secuencia agramatical, inviable, por tanto, como punto de partida. Queda patente que, según las pautas propuestas, resultan secuencias válidas, perfectamente gramaticales, tanto fundus Centulli como fundus Centullianus, pero no *fundus Centulliani. (González Ollé 2019:286)

Y añade

Más. No se ve cómo el étimo propuesto, -ani, evolucione a -áin, se lea como se lea. Así lo ha ratificado puntualmente, como luego expongo, Salaberri, con superior competencia a la mía. A su vez, en romance, -ani hubiera abocado a an(e). (González Ollé 2019:287)

Pero tras reseñar los sucesivos intentos de Salaberri dedicados a analizar el origen de -ain, concluye que no queda resuelto:

Según anticipé, sopesadas las graves anomalías de varias fases del proceso, Salaberri pone en entredicho la validez del planteamiento de Michelena. Ni -anus, ni -ani (genitivo o nominativo) se justifican, sea en vascuence o en romance. Subsiste el problema. (González Ollé 2019:289)

Es por esto que propone como solución alternativa el sufijo -aneus.

Mikel: Yo que tanto te gustan los mitxelenarios (citas textuales de alguna obra suya más vieja que Matusalén), por qué no buscas lo que dice en Apellidos vascos sobre Madina y nos divertimos un rato.

Quiero destacar la participación de Larry M. Hyman (UC Berkeley), autor de ‘Initial/Final Tone Agreement in Ekegusii (Bantu; Kenya)’ (páginas 441-456 del homenaje).

Copio la nota 1:

While José Hualde is most known for his extensive work on Basque and other Iberian languages, less known is his considerable knowledge of Bantu. As a graduate student at the University of Southern Cali-fornia, José was exposed to Bantu not only in phonology classes, but was also a star player in three field methods courses on Bantu languages: Basaá, Kirimi, and Kinande (see Hualde 1989a,b which also attest to his broad grammatical expertise). It must have been in one of these classes that I commented, citing a mi-nority case from some part of world, that every family has a tonal offspring. In response, I remember some days later when José came into the department, his face beaming with delight, as he confirmed my pro-nouncement, announcing: “I have found tone in Basque!” The rest is history. over the past several decades Prof. Hualde has been a major inspiration to me, as he has been to many others working more generally on the synchronic, diachronic, typological, and theoretical analysis of tone, accent, and so much more. It is thus an honor to dedicate this paper to him on the occasion of his special birthday. Thank you, José!

El resumen de su contribución:

In this paper I present an unusual Bantu tonal phenomenon where certain “cells” in the verb paradigm require a tonal agreement between the first syllable (the subject prefix) and the last syllable (an inflectional ending). Such a long-distance dependency raises the question of whether it is tone alone that can do this. I first provide an overview of the phenomenon in Eke-gusii (Kenya), and then show that a related construction in geographically and genetically dis-tant Grassfields Bantu languages of Cameroon can help us understand both the nature and his-tory of the more evolved situation seen in Ekegusii. I conclude that although initially surprising, initial/final tone agreement has a natural diachronic source and is not so crazy—even from a synchronic point of view.

Larry M. Hyman es un autor de gran impacto (GScholar) en fonología, tipología lingüística y lenguas africanas. Animo a escuchar su conferencia ‘Functions of Vowel Length in Language: Phonological, Grammatical, & Pragmatic Consequences'(The Philological Society, 15 February 2019)

>> In response, I remember some days later when José came into the department, his face beaming with delight, as he confirmed my pronouncement, announcing: “I have found tone in Basque!”

Es lo que viene llamándose un «momento eureka».

TXILLARDEGIREN OMENALDIA

Iñaki Gaminderen “Bizkaieraren azentu-moldeez” liburuari Txillardegik egin zion hitzaurrearen zati luze bat da Jose Ignazio Hualderen laudorio eta gorespen eder bat. Hauxe idatzi zuen Txillardegik:

“Azkueren oharrak, guztiz zorrotzak eta egiazkoak Lekeitioko euskarari dagokionez, arrotz zitzaizkidan erabat. Beti pentsatu izan dut Bizkaiko kostaldeko euskara, adibidez, Barkoxekoa baino aisa bitxiagoa dela.

Eta Hualde eta Gaminderen lanak ezaguturik, areago!

Ez genuen datu akustiko fidagarririk. Eta gure aurrekoek «Fonetika» hitza erabiltzen zutenean ere, «Fonologia» adierazi nahi izaten zuten eskuarki.

Bazterretxea «Oskillaso»ren lana izan bide zen funtsezkoa Hualde gure nafartar ikertzailearen jabekuntzan; nirean ere funtsezkoa izan zen bezalaxe. «Belarri fina» zeukan Oskillasok, dudarik ez. Gernikako euskarari buruz ziona sinesgarria zen, hau ere ziur.

Baina azterketa akustikoen hutsunea nabaritzen genuen.

Eta horretan geundelarik, Jose Ignazio Hualderen lan miresgarriak ezagutzen hasi ginen. Lehendabizikoak («Tone and Stress in Basque: a Preliminary study»; ASJU, XX-3, 1986; 867-896) zauskada gaitza lortu zuen euskalarien artean. Egia aitortu behar badut: ez genuen sinesten. Sinets ezina zitzaigun Hualdek esaten ziguna: Euskal Herriaren barruan, are gehiago: Bizkaiaren barruan, bazeudela azentu-mota zeharo desberdinak!

Eta Hualde Ameriketan bizi zenez, «teorikeria» horietako baten aurrean ote ginen bururatu zitzaigun. Hauxe da egia. Nik neuk, bederen, datu akustikoak eskatzen nituen. Azkueri berari, azentuari buruzko iritziak, Azkuek berak «goitik behera asmatuak» izan zirela leporatzen bazioten… Zer ez genion guk egotziko, Nafarroatik, eta jatorrizko Erronkari eskualdetik, aspaldixko hartan joana zen Hualde izeneko gazte ezezagun hari?

Urteak joan urteak jin, datu akustiko fidagarriak etorri dira, baita ugaldu ere; eta azterketa akustikoak egiteko tresna eta ikerbide informatikoak azaldu dira. Eta horretara, denborak eman digun distantzia emanda, geure irizpidea landu eta zehaztu dugu.

Gaur badakigu Hualde benetako profeta izan dela; eta Azkue eta
Oskillaso benetako aitzindariak izan zirela. Eta esan egin behar dela.
Ondoko urteetan finduz joan den ikerketa lana zabalduz, Hualdek bi azentu-mota desberdin aurkitu zituen euskararen barruan: «tonala» bata, Bizkaian lehenengo hurbilketan; eta «intentsitatezkoa» bestea, gainerako eskualdeetan. Gailurrik gabea; eta gailurtzailea.

Hori guztiz sinesgaitza zitzaigun. «Nola izan daiteke? —galdetzen genuen geure artean— horren kilometro gutxitan bi sistema arrunt desberdin egotea? Nola uler daiteke, ausarkiago esanda, Bizkaiko kostaldean atxiki duten azentu-moldea, Japongo hizkeraren anaia bikia izatea? Nola izan daiteke Europan (Baltikoa salbu, eta ez osoki) erabat ezezaguna den doinu-azentua, Bermeo inguruan bizirik egotea?».

Galdera horiek, jakina, hor daude tinko. Uste genuen baino askoz bitxiagoa da bizkaiera; kostaldekoa batez ere. Nolatan?

Jose Ignazio Hualde ausartu zen galdera hauek plazaratzen. Euskal Herri osoan azentu-molde bakar bat dagoela zalantzan ipintzen; eta are azalpen diakroniko posible bat ere eskaini zuen. Euskalariok, ni barne, sinetsi ezin.

1988an bere Tesia eskaini zigun Hualdek: A Lexical Phonology of Basque (U.S.C., 1988). Eta han, nahiz datu gutxirekin, 1986an urratutako bide ausartari eutsi zion. Tesiaren 6. kapituluak («Suprasegmentals», 237. orr. eta hurr.) bide beretik jo zuen. Eta genuen hutsunea berriro azpimarratu: «The instrumental analysis of the different prosodic systems found in Basque can potentially shed much light» (295); edota: «perceptual differences which should be instrumentally verifiable» (297).

Kanpo-lanari ekin zion Hualdek berak, Ajangizko, Gernikako eta Kortezubiko lekuko fidagarrien bidez. Bitxikeria franko topatu zuen: «intxaurra» markatua da leku batean, handik hamar kilometrotara ez da (gauza berbera seinalatu zuen Kandido Izagirrek Antzuolako eta Arantzazuko hitz markatuen zerrendak alderatzean); azentuketa desberdina silababakarretan… zortzi bat kilometrotara… […]

1990ean argitaratu zen Tesiak irmo agertzen zituen Hualderen ideiak. Informazioa ugaldu eta tinkotu ahala, gure nafartarra ere seguruago.

Funtsean, egia esan behar da, xuxen ikusi zuen arazoa hasieratik, 1986tik beretik.

Aita Prudenzio Hualde erronkariarrak, Bonaparteren laguntzaile hizkera hartaz, irribarrez ikus lezake bere biloba gaztearen ekarpena…

Etengabe eta nekagaitz, lan bikainak eskaini dizkio Hualdek Euskal Herriari Kaliforniatik eta Illinoistik.

Azkenekoa, bikaina, Ahoskera Batuari buruzkoa”.

Para que no parezca que hablo por hablar al rememorar el importante papel que habrían de jugar las “comunidades de valle” en la continuidad del mundo euskaldún en época romana, incluida la lengua, quiero volver a subrayar con contundencia que -aún con la miseria de su parquedad a cuestas- la información que nos han librado los geógrafos e historiadores grecorromanos y nos proporcionan con no poca parsimonia las ciencias y técnicas auxiliares de la historia permite reconstruir mal que bien el contexto ecogeográfico y medioambiental en que se desenvolvían los vascones, iacetanos, airenosinos, andosinos y cerretanos en torno al cambio de era. Aunque en diferente medida, estas gentes estaban implicadas en alguno de los rasgos siguientes:

• Desarrollaban su existencia en entornos apartados y, en general, no removidos ni violentados antes de la llegada de los romanos, concurridos por megalitos de primera generación desde la Edad del Bronce (2200 – 900 a. C.) y de segunda generación desde la Edad del Hierro (900 – cambio de era) según lo rubrica la cartografía histórica

• Por habitar el “saltus” -espacio montano “ubi silvae et pastiones sunt”-, subsistían en mayor o menor medida del pastoreo. Al decir de Estrabón, los cerretanos eran expertos criadores de cerdos y Livio calificaba a los iacetanos de asilvestrados.

• El ámbito de supervivencia se ajustaba prioritariamente a valles y depresiones interiores. El alineamiento de los megalitos de primera generación en las divisorias de aguas rubricaba la separación de los valles entre sí y los de segunda generación denotaban las cabeceras donde se encuadraban los pastizales de altura. Estrabón notifica que los cerretanos se acogían a valles perfectamente habitables.

• Como ya se ha expuesto en otras entradas de este mismo blog, todas estas gentes, salvo los cerretanos, habían experimentado en la Edad del Bronce (2200 – 900 a. C.) el impacto expansivo del pastoralismo euskaldún, materializado con la finalidad de rebajar la presión demográfica que generaba su desarrollo interno. Se concretó en una trashumancia sin retorno, que provocó la “euskaldunización temprana” de los ambientes montanos situados a levante del Somport. Según San Isidoro, una fracción de dichos trashumantes sería bajada del Pirineo central por Pompeyo en la década de los setenta del siglo I a. C. para repoblar Lugdunum Convenarum.

Aún con los limitados datos de que disponemos al día de hoy se pueden igualmente reconstruir algunos rasgos básicos del andamiaje organizativo que ponían a contribución los vascones, iacetanos, airenosinos, andosinos y cerretanos hacia el cambio de Era para sacar adelante la supervivencia, módulo cuya génesis se remontaba a medio milenio antes. Bien que en diferente medida, todos ellos compartían algunos de estos aspectos esenciales:

• En un santuario pastoril tan extenso -inficionado en distintos grados por el euskara a través de la “euskaldunización temprana” arriba aludida- se detectaban dos ambientes culturales diferentes y disimétricos: uno occidental (integrado por los vascones) y otro centro-oriental (conformado por los iacetanos, airenosinos, andosinos y cerretanos), que se distinguían entre sí por su lengua (el euskara en aquéllos y el ibero en éstos) y por su estadio evolutivo: los vascones eran pastores puros, predominantemente ágrafos y en general desconocedores del régimen castral y los demás estaban relativamente implicados en el pastoralismo, contaban con escritura propia y los bajos de sus valles se encontraban incipientemente concurridos por castros.

• También existían diferencias culturales de grado en el seno de las etnias de referencia, de tal manera que los tramos vallejeros medio-altos desarrollaban un régimen de vida más arcaizante por habitar nichos más elevados y aislados, en tanto que los tramos bajos -es decir, el segmento más abierto de cada valle- estaban algo más influidos por el superior nivel cultural que habían alcanzado para esas fechas las cubetas interiores: a occidente, la depresión vasca y, al sur, la Sakana, el Arakil, la cuenca de Pamplona y la Canal de Berdún. Como bien sabemos, la generalidad de estas etnias había evolucionado significativamente desde finales de la Iª Edad del Hierro (circa 450 a. C.) y daba la impresión de que las que hablaban ibero lo habían hecho en la línea de los iacetanos, que, a la llegada de los romanos, contaban ya en el bajo valle pirenaico del Aragón con un “oppidum” capitalino, aceptablemente pertrechado para protegerles.

• Dado que las etnias de referencia se disponían a adoptar decisiones muy comprometidas ante la presencia de Roma, no cabe sino asumir que estaban organizadas y confiaban en sus potencialidades. Lo demuestran tanto la iniciativa de enfrentarse militarmente a la potencia colonial -caso de cerretanos y iacetanos- o la de concertarse diplomáticamente con ella -caso de los vascones, airenosinos y andosinos- como el uso de códigos identificativos mediante enseñas, que no sólo servían para alinearles en los combates y distinguirles del enemigo sino para proclamar su personalidad institucional, como lo hicieron los iacetanos y los suessetanos.

En fin, como ya hemos adelantado repetidamente en este blog, el pastoralismo trasterminante fue el módulo de subsistencia arbitrado por los euskaldunes ante la debacle que experimentó el modelo de trashumancia concertado con los iberos cantabrienses, arruinado por el potente salto desarrollista que dieron los cerealicultores llaneros. Obligados a replegarse sobre las anfractuosidades, los pastores cispirenaicos encontraron el modo de salir adelante en un formato productivo que exigía una extrema adaptación a los marcos vallejeros.

• El secreto del éxito del nuevo régimen residía prioritariamente en el mejor disfrute posible de los pastizales de altura, que, por su localización en el espinazo pirenaico, condicionaban tanto la gestión interna de cada valle como las relaciones con los valles circunvecinos, anclados en una u otra vertiente. El aprovechamiento de los altos obligaba a negociar con todos, circunstancia que solía desembocar en la concertación de pactos de defensa mutua y de apoyo en las adversidades.

• La regulación del aprovechamiento de los pastizales de altura condicionaba de raíz el andamiaje económico, social e institucional de cada valle. Conseguir una adecuada atención alimentaria de los animales durante las veranadas suponía garantizar la supervivencia de las colectividades. Tamaña dependencia marcaba a sangre y fuego la actividad de las comunidades vallejeras, pues implicaba -entre otras actuaciones- la determinación de los gañanes encargados de vigilar los rebaños, del momento de la subida y de la bajada, de los corredores de circulación para no dañar otros recursos, de los derechos de participación y de las condiciones de exclusión, de la concertación con terceros y de la elección de los representantes comunitarios responsables de hacer cumplir la normas reguladoras, que, por lo general se transmitían por vía oral en la lengua vernácula dominante.

• La concertación de los euskaldunes con los romanos fue determinante al respecto porque comportaba el reconocimiento oficial por parte de éstos de un régimen organizativo que tenía siglos a sus espaldas, aceptando, entre otras, la capacidad de los individuos elegidos por los naturales para hacer cumplir las normas comunitarias. Estas autoridades pastoriles en cuanto que gestoras de la tradición y de las disposiciones ancestrales se convirtieron en interlocutoras oficiales y garantes ante la potencia colonial tanto del pago de los tributos como del comportamiento de los trasterminantes. Y lo continuaron siendo cuando, algo más adelante, Pompeyo y el propio Augusto determinaron el papel geoestratégico que le competía representar a la gran barrera pirenaica dentro del sistema de “defensa adelantada” o “defensa en profundidad” que habían arbitrado para proteger a la capital del Tíber.

• Como hemos comprobado, los geógrafos e historiadores grecorromanos denotan la existencia de comunidades de valle en el ámbito pirenaico euskaldún hacia el cambio de Era y la lógica interna y la historia comparada permite inferir que su régimen organizativo -además de mantener a distancia mediante pactos a los romanos y a otros concurrentes comarcanos- estimulaba la existencia de autoridades nativas que debían su prevalencia social a la comunidades que les elegían y al exquisito cumplimiento de unas normas de gestión que se formulaban y transmitían de generación en generación exclusivamente a través de su lengua inmemorial: el euskara. Este fue y no otro el cortafuegos que blindó a los líderes pastoralistas contra la veleidad de abandonar sus ritos funerarios ancestrales para echarse en manos de los que representaban las lápidas de los romanos, claudicación que abría paso franco a su romanización personal y familiar y a la del resto del poblado agropecuario. He ahí la respuesta a la pregunta del millón.

En respuesta al último comentario de Joseba: la solución de González Ollé puede ser muy correcta fonéticamente, pero siempre me ha parecido muy forzada históricamente: que el sufijo -aneus haya tenido semejante éxito en territorio vascón me parece absolutamente increible, cuando lo normal, lo que se usa en toponimia con seguridad, es -ana (Montañana) o -anus (Cornellà). Tiene que ser -anus o -ana, sí o sí, y en esa zona yo creo que ha de ser -ana, porque es lo que hay en el cercano Aragón, y porque a -anus no veo cómo encontrarle una palatal, pues González Ollé tiene razón en que no es posible el genitivo -ani. En cambio, una ligera elevación de la -a final ya nos daría la palatal que necesitamos. Solo es una sugerencia, pero me parece preferible asumir que la explicación fonética falla porque se nos escapa algo, que arreglarlo a martillazos con un -aneus indocumentado que yo sepa en la toponimia deantroponímica, al menos hispánica.

Con relación a la hipótesis expuesta en el trabajo de Gorrochategui: oTiŕtan=Olerda=Irulegi

No sé si el topónimo Olerda, y los elementos combinados que sustentan el fin propositivo, sugerirían un atisbo inopinado de vascoiberismo rampante del autor; quizás habría quien me pudiera corregir el supuesto caso.

Diría que la última parte de la ecuación no la propone Gorrochategui, al menos explícitamente. Es decir, sí que viene a decir que Osserda/Olerda sería el nombre del lugar, pero no afirma que de ahí se derive el topónimo Irulegui. Tampoco creo que eso implique en absoluto vascoiberismo. Por ejemplo Javier de Hoz, poco sospechoso de vascoiberismo, dedicó parte de su ponencia del IX Coloquio (Barcelona 2004) a defender la posibilidad de relacionar ibérico iltiŕ con vasco hiri, sin que implicara parentesco genético, pues se trata de un término cultural.

Quería notar que Olerda e Irulegi serían el mismo lugar, no que éste derive de aquel como sí sería Olerda de oTiŕtan.

No me parece el mismo nivel de comparación iltiŕ e hiri. La comparación la establecería entre Ilerda y Olerda: si Irulegi sería Olerda en I a. C., entonces parece que tendría una denominación netamente ibérica en el corazón del territorio mas supuestamente vascónico.

Pero Gorrotxategi dice que Olerda fuese Irulegi? Yo creo que simplemente dice que esa palabra podría ser un topónimo (de dónde sea, por lo que sea), no que fuera el nombre de ese lugar.

Nik ere hori (zuk diozuna) ulertu nion. Izan genuen mintegi modukoan, diot. Bertsio idatzia ez dut irakurri.

Gorrochategui:

No debe sorprender que el nombre oTiŕta, entendido como Os(s)erda o bien, como propongo, Ol(l)erda, no hubiera dejado testimonio en las fuentes clásicas posteriores, ya que los topónimos vascones transmitidos por las fuentes clásicas, desde Plinio el Viejo hasta Ptolomeo y los itinerarios, hacen referencia a poblaciones fundadas bajo la administración romana, como Pompaelo, o a aquellas que teniendo un origen anterior continuaron existiendo en época romana, como Cara o Andelo. De todos los topónimos vascones conocidos por fuentes clásicas, solo hay unos pocos cuya identificación es aún desconocida, como Biturris, aunque por los itinerarios estaba situada entre Alfaro y Pamplona, o como Nemanturista. Por otro lado, la arqueología ha desvelado la existencia de ciudades altoimperiales de importancia, como la localizada en Santa Criz (Eslava), que quizá portara alguno de los nombres no identificados.

Más interés tiene saber si algunas de las emisiones monetales vasconas, aún no asignadas, pudo haber sido producida en el castro de Irulegi, lo cual confirmaría o refutaría la idea de que Osserda – Olerda fuera el nombre del castro.

El hecho de que no se comprenda la inscripción ni favorece ni desfavorece, en principio, la idea de que en el texto se mencione la propia población. Puede parecer expletivo, pero no se puede descartar que el lugar donde se realiza una determinada acción, como una ofrenda, se mencione expresamente.

Vale, pues en el texto Gorrochategui dice eso, sin duda. Si fuera así, se daría una paradoja. El topónimo en sí parecería más iberoide que paleoeuskérico (se parecería mucho a iltir’ta, Ilerda), pero el mero hecho de ser un topónimo le daría una cualidad exclusivamente paleoeuskérica, la -n de inesivo, favoreciendo una filoeuskeridad de la gramática del texto (posibilidad que ya mencioné yo en mi contribución al dosier).

Otra paradoja sería que se necesitara un signo T, teórico marcador de un sonido paleoeuskérico ausente en ibérico (sea cual sea su valor), para reproducir un topónimo que como decimos más bien parece ibérico.

En cuanto a los valores de T, yo a Gorrochategui le entendí (aunque no puedo asegurar que dijera esto, y creo que no lo ha puesto por escrito) que podría tratarse incluso de la misma iltir’ta, Ilerda, haciendo el texto referencia a algo que ocurriera allí (pero con gramática «vascona» autóctona, de ahí -n). O incluso a una ciudad homónima (sea la misma Irulegi o no), igualmente con el formante ilti- ‘ciudad’ inicial. Para el baile de vocales iniciales, puede pensarse también en lo que ocurre en Iluro(ne) > Oloron (creo que también dijo esto, si no lo he soñado). Ahora bien, esto implicaría un valor de T como L fortis, en contra del valor asignado por Orduña a uTanbaate, cuya correspondencia con Uxama-ate, con T = tz, es ciertamente muy convincente.

Digo todo esto sin haber leído aún el artículo de Gorrochategui.

Sí, tienes razón. Aprovecho para decir que la hipótesis del topónimo en inesivo tiene el problema de que se basa en que hay interpunción después de la -n, pues sin ella una segmentación en ese lugar se vuelve bastante arbitraria. Y para mí seis puntos en un texto punteado son una línea, no una interpunción. En textos esgrafiados el número de puntos puede ser muy variable, pero en los puntillados rarísima vez pasan de dos, tres ya es multitud, y de hecho de tres solo he podido encontrar uno. La razón es evidente.

Por una vez, coincido con Lakarra en que el formante ibérico ildiŕ, ildi- no se corresponde con el euskera hiri/(h)uri,
ni fonéticamente (ya mencionado por Gorrotxategi) ni tampoco semánticamente (por razones que no voy a desarrollar aquí). Y obviamente, oTiŕtan se parece a Irulegi como un huevo a una castaña.

Una pregunta a los entendidos, para el supuesto de que ese OTIRTAN sea un topónimo en inesivo: ¿podría tener algo que ver oT-irtan con los recurrentes OTs en topónimia? Se me ocurren: OTSango, OTsondo, OTsoportillo, OTsabide – OSabide, sierra OSA – OTSA, OTsagabia, OTsaldea, OSaportu…
Incluso OLTZate, OLTZarte…
La relación humana con lobos y loberas habrá dado origen a algunos topónimos pero siempre me ha sorprendido esta abundancia de OTS en nuestra toponimia, algunos no parecen relacionados con tierra de lobos; los topónimos con OTS- que conozco siempre tiene relación, eso sí, con alturas montañosas… ¿Quizás algo que ver con Oto? Otero? > Alto?.

Por cierto, hablando de Irulegi, ¿no sería un sinónimo del título de este foro como compuesto de iru(r) ‘3’ i (h)egi ‘borde, orilla’?

Patxo Salaberri e Iker Salaberri» : «…En este trabajo decimos que -legi no es sino un alomorfo de -(h)egi, que nace de la secuencia raíz en -l + -(h)egi, reanalizada como raíz + -legi, por resilabificación. Creemos, además, que en la base del topónimo Irulegi tenemos el nombre común irun ‘fortificación defensiva’, presente también en otros topónimos como Irun o Irunberri.»
FLV (Fontes Linguae Vasconum).

Para Jean Baptiste Orpustan: Irulegi < Ira-lur-hegi – límites tierra de helechos.
Para Mikel Belasko: Irulegi < (h)irur-(h)egi – tres colinas…

Irulegi está “en línea” con "Legin", el primer castillo navarro documentado (año 924) que fue conquistado y destruido por Abd-ar-Rahman III.

Y este Legin en Izagaondoa e Irulegi "están el línea" con el cerro de Legin, sobre el poblado de nombre Ibero, camino de Etxauri…Andelo…
Estos tres "LEGI(n)" tutelan el trazado que, en el medievo, sería la cañada real que unía las tierras de Calahorra con los pastos de Abodi en el Pirineo. Esa cañada, a su "paso" a los pies de Irulegi, los naturales lo conocen como "Foz", poche, fauce, bouche…
¿Coincidencias? Puede ser. ¿Y si sí?

Es interesante la aproximación de Patxi Salaberri a la etimología de Irulegi, lo que ocurre es que precisamente la analiza “etimológicamente”, no tanto territorialmente, y de esto precisamente quisiera hacer un comentario.
De los topónimos “hirulegi” que Salaberri analiza, hay varios que coinciden en cuanto a su posición topográfica:
1) Irulegi (Irullegi, como se le llama al lugar en Arantza, Bortziriak), es una especie de colina (6.4 Has) muy recortada en su perímetro (no precipicio, pero casi); el nombre de Irullegi es el de uno, dos? caseríos o bordas situadas en el istmo de la colina; no hay registro arqueológico
2) Hirulegi (Aranguren), suficientemente estudiada: monte más que colina, con los bordes en precipicio por casi todos los lados; campa 14 Has, núcleo, 2.3 Has; es una colina fortificada, un Hillfort con un potente registro arqueológico.
3) Irulegi (Betelu), antiguo desolado de Irulegi (a veces de Larraun, a veces de Araitz en la documentación), actualmente se le denomina San Donato, le ermita que queda en el itsmo de la colina; (6 Has) con perímetro casi en precipicio o muy recortado. No hay registro arqueológico. Martinez Txoperena la considera castro, pero no es tan evidente. En visita realizada por técnicos del GNavarra hace unos 30 años, expresaron sus dudas ante ciertos amontonamientos de piedras con aspecto megalítico que se dan en su parte llana, ya que fue mina en el siglo XIX.
4) Irouleguy (Garazi), pueblo, a 700m, hay una colina (0.15 Has) con los bordes muy marcados, sin llegar a precipicio. El nombre como tal de la colina es Okoztegi. No hay (no lo parece) registro arqueológico.
5) Uhart (Garazi), pueblo, a la salida en dirección S, camino de Santiago actual, hay una gran colina fortificada, Kurutxamendi (difícil de medir, 4.5 Has), no hay un desnivel importante, sí en cambio un claro terraplén antrópico, (defensivo??) en cuyo centro parece haber un recinto mucho más pequeño con gran foso, más bien contemporáneo (Convención? siglos XVIII o XIX?). En el borde de la colina y sobre el camino antiguo esta Irulegia. No parece tener registro arqueológico.
6) Bustince-Iriberry (Garazi), en lo alto hay un Gaztelugaine, un reducto (atribuido a la Edad del Hierro) con un gran terraplén y foso perimetral en el perímetro (2.6Has); no es precipicio, pero la pendiente es grande y se complementa con el citado terraplén; vistas espectaculares, hay un caserío, Irulegia, en la ascensión, y en el collado de la colina (justo antes del terraplén) está Irulegikoborda. No parece tener registro arqueológico.
7) No se ha podido localizar ninguna colina natural importante o monte aterraplenado ni en Eulz (Allin, Estella), ni en Lekarotz (Baztan)… de la lista de Patxi Salaberri.

Parece que sí hay algunas coincidencias entre nombre y realidad topográfica. En algunos casos es una colina naturalmente rodeada por una gran pendiente/precipicio, mientras que en otros (vasco-franceses en este caso) es claramente una acción antrópica de defensa perimetral de la colina.
Creo que sí da de pensar…

Entonces, Legin es una fortificación del Hierro al lado de Ibero y también un castillo medieval, al menos del 924 (que quizá pudo también tener debajo una fortificación ¿de esa mismo época?)

Y finalmente una pregunta a los que tanto sabéis de lenguas: ¿Hirulegi y Legin son relacionables?

A Joseba, que le van los mapas, creo que le gustará esto, del autor de la antigua Imago Pyrenaei, ahora con mapas interactivos bastante espectaculares.

¡Qué gran noticia, Orkeikelaur! La verdad es que he sido un entusiasta admirador del portal Imago Pyrenaei, al que llegué siguiendo la pista de un autor especializado en las guerras sertorianas, Eduardo Artica (Dialnet). Seguro que no seré el único en alegrarse de la reaparición de este extraordinario recurso.

Sí, claro. Mañana te presento a un colega cartógrafo que hace aplicaciones de mapas digitales con IA. Te vas a quedar boquiabierto 😀

Está un poco a medio camino: son instrucciones que pueden estar más o menos próximas al lenguaje humano según los lenguajes de programación (lenguajes de «alto» o «bajo» nivel, respectivamente), y que luego otro programa, generalmente un compilador, traduce a «código máquina», ese sí puramente binario, compuesto de unos y ceros, que es el único que puede «entender» la máquina.

Un centauro que no puede interpretar la ambigüedad del lenguaje natural para dar instrucciones a la máquina, pero el centauro IA sí interpreta la ambigüedad del lenguaje natural, usa las matemáticas para simular la comprensión humana.

El francés y el español son lenguas bonitas aunque un poco toscas y primitivas: mira que utilizar la misma palabra para la lengua de la boca y la que se habla… Seguro que el ibérico las distinguía. Jakobson decía que la terminología filosófica tiende a llamar “lengua” a los diversos sistemas de signos, y al lenguaje humano “lengua de palabras”. Pero a Jakobson le parecía más adecuado “lengua de fonemas”, y la considera la lengua por excelencia, la lengua tout court, precisamente por el carácter particular de los fonemas, “los quanta de la lingüística”: carentes de significado y a la vez imprescindibles para distinguir significados. Al decir “solo sé que nada sé”, Sócrates se convirtió en el fonema de la filosofía.

Fonologiaren irakaspena (giza zientzia zein bizitzaren arazo guztietara zabal daitekeena): testuinguruak inporta du.

Mikel, la información que procesa la versión pública de DS no se actualiza en tiempo real y está limitada a datos disponibles hasta octubre de 2023 abiertos al pública en Internet en dicha fecha, no tiene acceso a fuentes de acceso privado como Hesperia.

Txantxa zen, noski, eta konpentsazio historikoa, hain maiz entzun baitugu primitiboarena kontrako norabidean. Eta egia diozu, bizitzan ere inporta du testuinguruak. Ezinbestekoa da oreka, mutur bietan dago arriskua: solipsismo autista eta ura uretan legez desagertzea inguruan. Liburu bat idazten ari zelarik, Nietzschek ez zuen irakurtzen, bere nerbio sortzailea testuinguruak itota ez galtzeko. Lévi-Straussek ere gatazka ederra izan zuen Unescorekin mestizajea dela eta.

Bide batez, Mikel, hor baldin bazaude, eta ez bazaizu poxelu Sibila gisa tratatua izatea: kritiko agertu zara berriki Chomskyren ikuspuntu nagusiekin (ezin dut testua aurkitu). Horrek esan nahi du adosago zaudela erlatibistekin? Edota ez Chomsky ez erlatibistak? Hizkuntzalaritza orokorrean, korronte edo autore jakin bat iruditzen zaizu bereziki zentzuzko?

Gasteizko Fakultateko Beatriz Fernandezek garbi aitortzen du Chomskyren jarraitzailea dela. Euskal hizkuntzalarien artean, ez dago armairutik ateratako erlatibista bakar bat ere?

Bestalde, uste dut intuizioz eta hipotesi gisa azal dezakezula zergatik ote zuen nahiago Txillardegi batek Martinet Jakobson baino.

Kontu horien inguruko zure jarreren berri idatziz eman baldin baduzu, eskertuko nizuke jakinaraztea non.

Markos, ez zait argi geratzen zer esan nahi duzun “erlatibista” horrekin. Google-en Chomsky gehi relativists jarrita, “moral relativism”, Chomsky / Foucault eta horrelakoak agertzen zaizkit. Suposatzen dut ez zoazela hortik, gramatika sortzailea bai al ez, eta bestela zer galderatik baizik. Ez dut ezer argitaratu honen inguruan. Ez naiz gai sentitzen. Nire ustez UG (= Universal Grammar) bezalakorik ez dago, baina ezta hizkuntza orokorraren beste eredu azaltzaile bideragarri edo gogobetegarririk ere. Azken urteotan irakurritakoaren arabera nire buruarentzat atera ditudan bi ondorio laburbilduko dizkizut, baina azpimarratu nahi dut honen inguruko nire iritziak oso arinak direla, bakarrik galdetu didazulako idazten ditut:

a. Hizkuntza “ez da existitzen”, bestela esan hizkuntza deitzen duguna konstruktu epistemologiko bat da (Michael Tomaselloren “The cultural origins of human cognition”, Daniel Everetten “How language began”…). Hizkuntza zenbait gaitasun kognitibo heterogeneoren batuketa artifiziala da: mintzamena, entzumena, ikusmena, ulermena, irudimena, memoria, psikomotrizitatea… Gaitasunok ez dira hizkuntzaren ezaugarri esklusiboak. Izan ere, ez dago hizkuntza eta gainerako gaitasun kognitiboen arteko muga diskretorik, ezta gizakiaren eta gainerako primateen gaitasunen artekorik ere. Continuum bat da. Gizakiok “hitz egiten” dugu, eta gainerako primateek ez, eboluzioaren ondorioz masa entzefaliko azkarragoa, fonazio organo sofistikatuagoak (jatorriz agian ez funtzio horrekin sortuak, baina emaitza hori da), etab. garatu ditugulako, baina frogatu izan da adibidez bonoboek ere hiztegia eta gramatika apur bat behintzat ulertu dezaketela. Ez dago eboluzioan bat-batean hizkuntzaren gaitasun espezifikoa aktibatu duen mutazio genetikorik, ezta dakidalarik FoxP2 famatua ere (dela dela, ez naiz aditua, eta honen inguruan intuitiboki zentzuzkoena iruditzen zaidan Tomasellok eta bestek esandakoari lotzen natzaio).

b. Hizkuntzalaritza bera ere “ez da existitzen”, bestela esan hizkuntzalaritza deritzoguna ere konstruktu epistemologiko bat da (Geoffrey Sampsonen “The Linguistics Delusion”). Erran nahi baita, hizkuntzalaritza teorikoa ezingo da sekula kimika, fisika, zoologia etab.eko zientzia diskretoak bezalakoa izan, eta horrelakotzat jotzea espejismo hutsa da. Aipaturiko esparruok non hasi eta non bukatzen diren finkatu dezakegu, baita haietako printzipio orokorrak behaketa enpirikoaren bidez ezarri ere. Hizkuntzalaritza teorikoan, ordea, eredu azaltzaile orohartzaile orok kale egin du, eta geroan ere sor litezkeenek kale egingo dute ezinbestez, haien ikergaia (= hizkuntza), a. puntuan azaldu legez, ez delako objektu diskreto bat. (Berriro diot nire irakurgaien ondorioz nire buruarentzat atera ditudan ondorioak direla hauek, besterik ez.) Demagun edozein perpausetako hitzak sintagmatan taldekatzeko eta sekuentziatzeko gizakiok darabilgun estrategia azaltze aldera, nik “constituency principle” bat ezartzen dudala. Batetik, beti izango da, dela ingelesetik beretik irten gabe (gogora bedi gramatika sortzaile goiztiarreko [Your cousin], I would NEVER tell Robin nasty stories about ___ esaldi ospetsua, zeharo gramatikala, A-over-A principle delakoa urratzen zuena), dela Amazoniako edo Congoko bazter urrutikoenean, araua zapuzten duen datu konkretu bat. Baina bestetik, joera gisa ondo funtzionatuko balu ere (edo salbuespenik gabe, kasurako), printzipio hori ez da izango hizkuntzaren mekanismo esklusibo bat, adib. erosketa-zerrenda buruz gogoratzeko darabilgun berbera baizik. Niri behintzat txikitan amak esaten zidanean “Mikel, joan Merkera gauza hauek erostera”, zortzitik behera baziren ez nituen apuntatzen, baina hobeto gogoratzeko berak aipatzen zituen zorizko hurrenkeratik nolabaiteko taldekaketa batera igarotzen nituen. Demagun, zazpi baziren: 3 barazkiak/frutak + 2 likidoak + 2 garbiketa/tresneria. Azkenean esaldiak eraikitzeko egin behar dugun gimnasia mental bera da. Hizkuntzan gimnasia hori konplikatuagoa izaten da eta askoz sistematizatuago dago, baina funtsean jarduera bera da, eta oro har garuneko eskualde berek parte hartzen dute.

Bestelakoak dira -zientzia zehatzak ez izan arren-, noski, tipologian, corpus azterketan eta antzeko datuetan oinarritzen diren eta behaketa enpiriko edo deskubrimendu berrien bidez frogarriak edo faltsugarriak diren azpidiziplinak, hala nola hizkuntzalaritza historikoa, psikolinguistika, neurolinguistika…

Gramatika sortzaileak hastapenetako fasean izan zuen bere xarma, batez ere 1964ko Aspects-eko lorratzean sorturiko debate burutsuen harira, testatu beharreko hipotesi plausible bat zen bitartean eta sortzaile semantikoak ezarritako printzipioen kontraesanak eta teoriaren arrakalak erakusten hasi ziren arte. Badago honen guztiaren historia eta barnehistoria ederki kontatzen duen liburu bikain bat: “The Linguistics Wars: Chomsky, Lakoff, and the Battle over Deep Structure”, Randy Allen Harrisena. Gerora, denboraren poderioz metodologia eta teoria bera katramilatu zen, nik uste. Ez dut esan nahi denbora galera bat izan denik. Hizkuntzalaritzak ibili eta probatu behar zuen bide bat zen; probatu eta testatu da, eta oker zegoela egiaztatu da (nire interpretazioa da). Dena dela, gustatu edo ez gustatu, ados egon edo ez egon, eredu horrekin, batez ere G&Ben (= Government and Binding Theory) formapean, 70/80eko hamarkadatik aurrera filologiaren bat egin dugun guztiok ikasi genuen, eta koadernoan kabitzen ez diren zuhaitz amaigabe horiek gure undergraduate-garaiko oroipen-bagajeko txatalak dira.

Chomskyri dagokionez, gaztetan uste nuen horren kategorikoki hitz egiten zuen norbait ezin zela ezertan oker egon; berak dena zekiela denari buruz, gainerakook, aldiz, ezer ez. Gaur (aspaldi), haren prosa-edo, elkarrizketetan Jainkoak hitz egingo balu bezalako jartzen duen tonu hori, ahots baxu eta erdihautsia, esku-ahurrak gorantz jarrita eskumuturrak biratzeko modua…, hara, gainditu egiten nau. (Espero dezagun Noam-ek Trifinium ez irakurtzea…)

Aitzitik, haren aita William Chomskyren fan bat naiz, liburu bakarra irakurrita ere: “Hebrew: the eternal language”, hitzaurreko dataren arabera esanguratsuki 1957an argitaratua (Syntactic Structures-eko argitalpen-urte berean, hain zuzen). Nolabait, semearen antitesia da: prosa xaloa dario, pauso bakoitzean azalpen korapilatsu eta antiintuitiboenak baztertu eta logikoenak lehenesten ditu… Zinez gozatzeko askotariko jakintza-alorretako mini-entziklopedia bat da (eskuetan daukat): hizkuntzaren jatorria, hizkuntza indoeuroparrak eta semitikoak, alfabetoa, judaismoa, hebreera biblikoa, mishnaikoa, talmudikoa, midrasha, kabbalah, gramatika-tradizio judutarra, hebreeraren erro-egituraren lehen proposatzaileak (Benveniste eta Kurylowiczen benetako aurrekariak), Eliezer ben Jehuda eta (zure blogean berriki aztergai hartu duzun) hebreeraren berpizte mirakuluzkoa… Aitak hori guztia mintzagai…, eta semeak “John kissed Mary” gora eta behera!

Beste gauza bat, Markos. Zure azken liburua, “Txillardegi hizkuntzalari”, pasa den astean erosi eta asteburu honetan irakurri dut. Zorionak! Benetan gozatu eta pilo bat ikasi dut, batez ere Lévi-Straussi buruz. Trifinium-eko irakurle euskaldun guztiei biziki gomendatzen diet.

Begirada zuhurra ematen diezu hizkuntzalaritzaren hainbat arazori. Gainera, kanpotik, batzuetan hizkuntzalariok ikusten ez ditugun aspektuak hobeto ikusten dira. Zentzu horretan, Steven Pinkerren “The language instinct” ekarri dit gogora, natibismoaren defentsa gorabehera (eta berau ere ondo argudiatzen zuen), bikain idatzita egoteaz gain banakako arazoen tratamendu oso zentzuzkoa egiten zuena.

Eskerrik askooooooo

Uste nuen ez zitzaizula gustatuko: aurreiritzi ergelak.

Dena den, zure laudorioa berriro irakurrita, Steven Pinkerrena bezalako esajerazioak, duda sortu zait ez ote zatzaizkidan adarra jotzen ari.

Bestalde, zinez eskertuko lizuke Euskal Herriak hizkuntzari buruzko ideia horiek garatu, Merkekoa lako pasadizo autobiografikoz zipriztindu eta Hizkuntzalaritza Orokorreko Ikastaro berri bat argitaratzea.

Gero, Beatriz Fernandezen eta zure arteko jendaurreko eztabaidak antolatuko genituzke Biran edo Azebarrin, Noam Fernandez versus Mikel Everett.

Chomskyri dagokionez, anarkistaren paradoxa izango da, baina botereak ematen du baxu hitz egiteko aukera: badakizu xuxurlaka mintzatuta ere, Marlon Brandoren Aita Jaunaren tankeran, entzun egingo dizutela.

Kritika gogor bezain jakingarriak egin zizkion Joxe Azurmendik “Humboldt: hizkuntza eta pentsamendua” liburuan.

Nik enbidia diot, ez soilik talentuagatik, baizik eta sumatzen zaiolako klase gutxi eman dituela ostiraleko 6. orduan DBH 2n.

Ez nintzen ez adarra jotzen ez erkatzen ari; bakarrik esaten aise irakurtzen dela, eta irakasgarria iruditu zaidala, begirada fresko eta arrazoizkoa botatzen diezulako kanpoko alor batetik hizkuntzalaritzaren hainbati arazori. Eta zentzu horretan, Pinkerren saiakera ekarri zidala gogora, zenbait desadostasun (hala zure kasuan nola Pinkerrenenean) gorabehera.

Ez naiz teorialaria. Eta ez nuke nire burua anti-chomskyano bezala definituko, ez-chomskyarra baizik. Edo are…, non-pro!, hau da, non-pro-Chomsky. Alegia, P&P-eko ereduaren arabera pro-drop eta non-pro-drop hizkuntzak zeuden modu berean, hizkuntzariak ere pro-Chomsky eta non-pro-Chomsky izan daitezke. Bada, ni neu, non-pro-Chomsky naiz. P&P-eko ereduari loturik erabili ohi zen irudi bat erabiltzearren, interruptore chomskyarra ez zen inoiz nigan piztu (interruptore noam-chomskyarra esan nahi dut, interruptore william-chomskyarra Hebrew: the eternal language-eko lehen hamar orrialdeak irakurri bezain laster). Hartara, esango nuke ez dudala “armairutik atera” behar izan, ez bainaiz inoiz barruan egon.

El relativismo en la obra de Noam Chomsky podemos interpretarlo como una discusión sobre la relación entre las ideas de Chomsky y el **relativismo**, especialmente en el contexto de la lingüística, la cognición y la filosofía del lenguaje. Vamos a explorar este tema desde diferentes ángulos.

### 1. **Chomsky y el universalismo lingüístico**
Noam Chomsky es conocido por su teoría de la **gramática universal**, que propone que todos los seres humanos comparten una estructura lingüística innata y que las diferencias entre lenguas son variaciones superficiales de esta estructura subyacente.
– **Universalismo**: Chomsky argumenta que hay principios gramaticales universales que son innatos y comunes a todas las lenguas humanas.
– **Implicaciones**: Esta perspectiva es contraria al **relativismo lingüístico**, que sugiere que las diferencias entre lenguas influyen en la forma en que sus hablantes perciben y conceptualizan el mundo.

### 2. **Relativismo lingüístico (Hipótesis de Sapir-Whorf)**
El **relativismo lingüístico**, asociado con la hipótesis de Sapir-Whorf, sostiene que la estructura de una lengua afecta la cognición y la percepción de la realidad de sus hablantes.
– **Versión fuerte**: La lengua determina completamente el pensamiento (determinismo lingüístico).
– **Versión débil**: La lengua influye en el pensamiento, pero no lo determina.

Chomsky se opone a la versión fuerte del relativismo lingüístico, ya que su teoría de la gramática universal sugiere que todas las lenguas comparten una base cognitiva común.

### 3. **Chomsky vs. Relativismo**
– **Universalismo vs. Relativismo**: Chomsky enfatiza que las diferencias entre lenguas son superficiales y que todas comparten una estructura profunda común. Esto contrasta con el relativismo, que destaca las diferencias entre lenguas y su impacto en la cognición.
– **Innatismo**: Chomsky argumenta que la capacidad lingüística es innata y no depende completamente del entorno cultural, lo que limita la influencia del relativismo en su teoría.
– **Críticas al relativismo**: Chomsky ha criticado el relativismo lingüístico por subestimar la universalidad de la mente humana y por no explicar adecuadamente la adquisición del lenguaje en niños.

### 4. **Puntos de encuentro entre Chomsky y el relativismo**
Aunque Chomsky se opone al relativismo lingüístico fuerte, hay áreas donde sus ideas podrían complementarse con perspectivas relativistas:
– **Variación lingüística**: Chomsky reconoce que las lenguas varían en su superficie, lo que podría interpretarse como un espacio para el relativismo débil.
– **Cognición y cultura**: Aunque Chomsky se centra en la universalidad de la gramática, no niega que la cultura y el entorno puedan influir en el uso del lenguaje y en ciertos aspectos de la cognición.

### 5. **Chomsky y el relativismo en la filosofía**
Más allá de la lingüística, el **relativismo** es una postura filosófica que sostiene que la verdad y la moralidad dependen del contexto cultural, histórico o individual. Chomsky, como filósofo, ha criticado el relativismo en este sentido, defendiendo la existencia de verdades universales y principios éticos objetivos.
– **Crítica al relativismo cultural**: Chomsky argumenta que el relativismo puede ser utilizado para justificar injusticias o violaciones de derechos humanos.
– **Defensa de la universalidad**: Chomsky sostiene que hay principios universales, como la justicia y la libertad, que trascienden las diferencias culturales.

### 6. **Conclusión**
– **Chomsky y el relativismo lingüístico**: Chomsky se opone al relativismo lingüístico fuerte, defendiendo la existencia de una gramática universal innata. Sin embargo, su teoría no niega completamente la influencia de la cultura y el entorno en el uso del lenguaje.
– **Chomsky y el relativismo filosófico**: Chomsky critica el relativismo cultural y defiende la existencia de principios universales en la ética y la cognición.

En resumen, aunque Chomsky no es un relativista, su trabajo ha generado un diálogo importante con las ideas relativistas, especialmente en el campo de la lingüística y la filosofía. Su enfoque universalista y su crítica al relativismo han sido fundamentales para entender la naturaleza del lenguaje y la mente humana. (DS)

Noam Chomsky, uno de los intelectuales más influyentes de nuestro tiempo, ha sido un crítico constante del relativismo y el posmodernismo, así como de los movimientos nacionalpopulistas y las tendencias autoritarias que podrían asociarse con lo que Umberto Eco llamó el “fascismo eterno”. Aunque Chomsky no ha escrito explícitamente sobre la relación directa entre estas corrientes, sus ideas permiten trazar un hilo conductor que conecta su crítica al posmodernismo con su preocupación por el auge del populismo y el autoritarismo.

Crítica de Chomsky al relativismo y al posmodernismo
Chomsky ha expresado su escepticismo hacia el posmodernismo y el relativismo en varias ocasiones, argumentando que estas corrientes tienen implicaciones negativas tanto para el pensamiento intelectual como para la acción política. Sus principales críticas incluyen:

Relativismo epistemológico:

Chomsky sostiene que el relativismo posmoderno, al negar la existencia de verdades objetivas, socava la base racional y empírica necesaria para el análisis crítico. Para él, este escepticismo radical puede llevar a una actitud paralizante que dificulta la distinción entre hechos y ficciones.

En este sentido, Chomsky ve el relativismo como una amenaza para la ciencia, la razón y la búsqueda de conocimiento objetivo, pilares que considera esenciales para la emancipación humana.

Falta de rigor intelectual:

Chomsky ha criticado el lenguaje oscuro y poco claro de muchos pensadores posmodernos, argumentando que este estilo opaco puede ser una forma de evadir la responsabilidad de presentar argumentos sólidos. Para él, la claridad y la precisión son esenciales en el discurso intelectual.

Este rechazo al lenguaje opaco se relaciona con su crítica a los líderes populistas, que a menudo utilizan un discurso emocional y simplista para manipular a las masas.

Implicaciones políticas:

Chomsky argumenta que el posmodernismo, al cuestionar los marcos universales (como los derechos humanos o la democracia), puede debilitar las herramientas necesarias para confrontar las injusticias y los regímenes autoritarios. Para él, es crucial mantener la capacidad de hacer afirmaciones universales sobre la moralidad y la verdad.

Además, el relativismo posmoderno puede llevar a una fragmentación de las narrativas sociales, lo que dificulta la construcción de movimientos políticos coherentes y efectivos.

Relación entre el posmodernismo, el nacionalpopulismo y el fascismo eterno
Chomsky no ha analizado explícitamente la relación entre el posmodernismo, el nacionalpopulismo y el fascismo eterno, pero sus ideas permiten inferir una conexión indirecta:

Relativización de la verdad:

El posmodernismo, al cuestionar la existencia de verdades absolutas, puede crear un terreno fértil para que los líderes populistas manipulen la verdad y promuevan narrativas emocionales y simplistas. Este fenómeno, conocido como posverdad, es una característica clave del nacionalpopulismo.

Chomsky ha criticado esta manipulación de la verdad, argumentando que debilita la democracia y facilita el ascenso de líderes autoritarios.

Crítica a las élites y las instituciones:

Tanto el posmodernismo como el nacionalpopulismo critican las élites y las instituciones tradicionales. Sin embargo, mientras el posmodernismo lo hace desde una perspectiva de justicia social y emancipación, el nacionalpopulismo lo hace desde una perspectiva nacionalista y conservadora.

Chomsky advierte que esta crítica compartida puede ser explotada por los líderes populistas para presentarse como “defensores del pueblo” mientras consolidan su propio poder.

Debilitamiento de los marcos universales:

El posmodernismo, al cuestionar los marcos universales (como los derechos humanos o la democracia liberal), puede dejar un vacío que el nacionalpopulismo llena con narrativas excluyentes y autoritarias. Para Chomsky, este debilitamiento de los valores universales es peligroso, ya que facilita el ascenso de regímenes autoritarios.

Fascismo eterno:

Aunque Chomsky no utiliza el término “fascismo eterno”, sus críticas a los regímenes autoritarios coinciden con muchas de las características descritas por Umberto Eco. Chomsky ha alertado sobre el culto al líder fuerte, la explotación del miedo y la inseguridad, y el rechazo al pensamiento crítico, todos ellos elementos clave del fascismo eterno.

Conclusión: Chomsky y la defensa de la razón y la verdad
Para Chomsky, el relativismo y el posmodernismo, al socavar la base racional y empírica del conocimiento, pueden contribuir indirectamente al auge del nacionalpopulismo y el fascismo eterno. Sin embargo, Chomsky no culpa exclusivamente al posmodernismo, sino que ve el ascenso del populismo y el autoritarismo como resultado de una combinación de factores económicos, sociales y políticos.

La solución, según Chomsky, no es abandonar la crítica a las estructuras de poder (algo que el posmodernismo hace bien), sino combinar esta crítica con un compromiso firme con la verdad objetiva, la razón y los valores universales como la justicia y los derechos humanos. Solo así se puede construir una resistencia efectiva contra el nacionalpopulismo y el fascismo eterno.

En resumen, Chomsky nos invita a navegar entre la crítica posmoderna a las estructuras de poder y la defensa de los valores universales, evitando caer en el relativismo extremo que puede abrir la puerta al autoritarismo. Su mensaje es claro: la razón, la verdad y la justicia son herramientas esenciales para confrontar los desafíos de nuestro tiempo. (DS)

Si Mikel dice: “Las conjugaciones en presente de los verbos sintéticos acabados en -n del euskara arcaico no muestran la raíz -n en la C2: nago #* nagon, dakit #* dakinda”, no vale opinar que tiene lenguaje oscuro» y «estilo opaco», porque su narrativa pertenece a la especialidad de lingüística histórica del euskera. Por la misma razón que no vale opinarlo de Chomsky cuando dice: “γAδ 7→ γωδ, donde A ∈ V y ω, γ, δ ∈ (Σ ∪ V)∗, ω = 6λ”, y para confirmar su claridad expresiva vale lo que opina de los posmodernos: “no me interesa esta adopción de posturas mediante el uso de términos extravagantes compuestos de archisílabos, ni, menos, la fantaseada ficción de disponer de una teoría, cuando no hay ninguna teoría en absoluto. No hay nada de teoría en todo este rollo, no, desde luego, en el sentido de teoría de quien esté mínimamente familiarizado con las ciencias, o con cualquier otro campo serio. Intente usted buscar en todo el trabajo que ha mencionado algunos principios desde los cuales sería posible deducir conclusiones o proposiciones empíricamente verificables y a un nivel algo más alto de lo que se pueda explicar a un niño de doce años en cinco minutos. A ver si usted puede encontrar algo así, una vez decodificados todos los palabros extravagantes. Yo, no puedo. Carece, pues, de interés para mí este tipo de pavoneo presuntuoso”.

Veo que felizmente ha resucitado el Chomskybot, un programa que generates grammatically correct paragraphs of nonsense, using quotes from the works of linguist, and social commentator Noam Chomsky.

Jakobsonen ustez, Chomskyren esaldi hori ez da “prétendue absurde” baizik. Jakobsonen esanetan, zentzua dauka eta bere egiazkotasuna azter daiteke. Soilik pedantekeriak zentsuratzen ditu halako irudiak eta ukatzen ditu ideia berdeak. Fikziozkoak izan arren badute zentzua, zirkuluaren koadraturaren antzera. Chomskyk irrealitate ontologikoa eta zentzu eza nahasten ditu.

Jakobson: «Nous en extrayons [Mikelek aipatu esalditik] un sujet au pluriel, “idées”, dont on nous dit qu’il a une activité, “dormir”; chacun des deux termes est caractérisé —les idées comme “incolores” et “vertes”, le sommeil” comme “furieux”. Ces relations grammaticales créent une phrase douée de sens, qui peut être soumise à una épreuve de vérité: existe-t-il ou non des choses telles que des idées incolores, des idées vertes, des idées qui dorment, ou un sommeil furieux? L’expression “vert incolore” est synonyme de “vert pâle” et produit l’effet, légèrement épigrammatique, d’un oxymoron apparent. L’épithète métaphorique, dans “idées vertes”, rappelle le vers fameux d’Andrew Marvell, “Green thought in a green shade”, l’expression russe “un ennui vert” ou encore l’image de Tolstoï, “une horreur rouge, blanche et carrée”. Au sens figuré, “dormir” peut signifier “être dans un état comparable au sommeil: inertie, léthargie, engourdissement”, par exemple “sa haine ne s’endormit jamais” (“his hatred never slept”); pourquioi donc ne pourrait-on pas dire, des idées de quelqu’un, qu’elles dorment? Finalement, pourquoi l’atribut “furieux” ne rendrait-il pas l’idée d’une frénésie de sommeil? En fait, il s’est trouvé quelqu’un, Dell Hymes, pour faire un sort à cette phrase dans un poème tout à fait sensé, écrit en 1957, et dont le titre est précisément: “D’incolores idées verts dorment furieusement”.

Mi trabajo de doctorado tuvo como objetivo diseñar una gramática formal de euskera y para ello mis tutores me recomendaron la gramática léxico funcional (Lexical Functional Grammar) de Joan Bresnan y Ronald Kaplan, un sucedáneo de la gramática generativa de Noam Chomsky. La LFG ponía más énfasis en el léxico como fuente de información gramatical y en las propiedades computacionales del modelo. Entonces se pensaba que este era el camino para crear programas informáticos con competencia lingüística. Por entonces aquello ya se consideraba inteligencia artificial, aunque los resultados fueran muy limitados. La principal diferencia entre quienes escribíamos gramáticas para el ordenador y quienes analizaban la lengua desde postulados teóricos era de pretensiones. Nosotros utilizábamos herramientas con fines prácticos, ellos buscaban principios lingüísiticos universales. Me gustaba acusarles de confundir el lenguaje con el metalenguaje. Varias décadas después, a partir de modelos coetános a los nuestros (hablo de las redes neuronales), se han desarrollado los llamados modelos extensos de lenguaje (Large Language Models) con resultados que me parecían inalcanzables. El problema es que son una especie de caja negra con escasa explicabilidad para los estudiosos de la lengua. Con todo, dan el pego y parece que entienden de lo que se les pregunta. Es una tecnología muy superior a la utilizada en Chomskybot. Le he preguntado a Copilot (MS) sobre ello:

El Chomskybot utiliza un enfoque basado en la generación de texto aleatorio mediante combinaciones predefinidas de frases. Este método se conoce como el principio de «Menú Chino Americano», donde se seleccionan frases de diferentes categorías (como frases iniciales, sujetos, verbos y frases finales) y se combinan de manera pseudoaleatoria para formar oraciones y párrafos.

El programa que lo impulsa se llama «Foggy», y no trabaja a nivel de palabras individuales, sino con frases completas. Esto permite que las oraciones generadas sean gramaticalmente correctas, aunque carezcan de sentido lógico. Es un ejemplo temprano de generación de texto automatizado, diseñado más como un experimento humorístico que como una herramienta práctica

Se trata sin duda de un buen resumen de la fuente citada, Al Filreis (11 de junio de 2011).

George Lakoff, un lingüista y cognitivo contemporáneo de Noam Chomsky, ha sido uno de los críticos más destacados de la visión de Chomsky sobre la base matemática del lenguaje. Lakoff, junto con otros investigadores en el campo de la lingüística cognitiva, ha argumentado que el lenguaje no puede reducirse únicamente a un sistema formal y matemático, sino que está profundamente arraigado en la experiencia humana y en la cognición corporizada (*embodied cognition*). Aquí están algunas de las críticas clave de Lakoff a la perspectiva de Chomsky:

### 1. **El lenguaje no es puramente formal**
– **Crítica**: Lakoff argumenta que el lenguaje no puede entenderse completamente como un sistema abstracto y matemático, ya que está intrínsecamente ligado a la experiencia humana, las emociones y la percepción sensorial.
– **Contraste con Chomsky**: Chomsky se centra en la sintaxis y las estructuras formales, mientras que Lakoff enfatiza la semántica y cómo el significado surge de la interacción con el mundo físico y social.

### 2. **Cognición corporizada (*Embodied Cognition*)**
– **Crítica**: Lakoff sostiene que el lenguaje está fundamentado en la experiencia corporal y en cómo el cuerpo interactúa con el entorno. Los conceptos abstractos, como el tiempo o la causalidad, se basan en metáforas que surgen de experiencias físicas concretas (por ejemplo, «el futuro está adelante»).
– **Contraste con Chomsky**: Chomsky prioriza la estructura formal del lenguaje, mientras que Lakoff insiste en que el significado y la gramática están influenciados por la experiencia corporal y la percepción.

### 3. **Metáforas conceptuales**
– **Crítica**: Lakoff, junto con Mark Johnson, desarrolló la teoría de las **metáforas conceptuales**, que sostiene que gran parte del lenguaje y el pensamiento se basan en metáforas que estructuran nuestra comprensión del mundo. Estas metáforas no son meramente lingüísticas, sino cognitivas y están arraigadas en la experiencia.
– **Contraste con Chomsky**: Para Chomsky, la sintaxis es independiente del significado, mientras que Lakoff argumenta que la sintaxis y la semántica están interconectadas y no pueden separarse.

### 4. **Crítica al innatismo extremo**
– **Crítica**: Lakoff cuestiona el enfoque innatista de Chomsky, que postula que la gramática universal es un sistema abstracto y biológicamente determinado. Lakoff sostiene que el lenguaje surge de la interacción entre el cerebro, el cuerpo y el entorno, y no puede reducirse a un módulo innato específico.
– **Contraste con Chomsky**: Chomsky ve el lenguaje como un sistema computacional innato, mientras que Lakoff lo ve como un producto de la cognición general y la experiencia.

### 5. **Importancia de la semántica y el contexto**
– **Crítica**: Lakoff critica que Chomsky ignore el papel central del significado y el contexto en el lenguaje. Para Lakoff, la semántica y el uso del lenguaje en situaciones reales son fundamentales para entender cómo funciona.
– **Contraste con Chomsky**: Chomsky se centra en la sintaxis y la estructura formal, mientras que Lakoff argumenta que el significado y el uso son inseparables de la gramática.

### 6. **Lenguaje y pensamiento**
– **Crítica**: Lakoff sostiene que el lenguaje no es solo un sistema formal, sino una herramienta para estructurar el pensamiento. Las categorías lingüísticas y las metáforas influyen en cómo conceptualizamos el mundo.
– **Contraste con Chomsky**: Chomsky separa el lenguaje del pensamiento, viéndolo como un sistema autónomo, mientras que Lakoff los integra.

### Conclusión
Las críticas de Lakoff a Chomsky se centran en la idea de que el lenguaje no puede reducirse a un sistema matemático abstracto, sino que está profundamente arraigado en la experiencia humana, la cognición corporizada y el contexto social. Mientras Chomsky enfatiza la estructura formal y la gramática universal, Lakoff destaca la importancia del significado, las metáforas y la interacción entre el cuerpo, la mente y el mundo. Estas diferencias reflejan dos enfoques distintos pero complementarios en el estudio del lenguaje: uno formal y computacional (Chomsky) y otro cognitivo y experiencial (Lakoff).

El sistema me permite incrustar vídeos desde YouTube. Ventajas de ser el editor. Este es el pasaje que mencionaba Mikel más arriba, ‘George Lakoff on Cognitive Linguistics. Opinion on Jacobson and Chomsky’s view on CL’

Ironías de la vida. Los avances lingüísticos de la Inteligencia Artificial prescinden olímpicamente de las propuestas de las pricipales escuelas de lingüística teórica de las últimas décadas (cognitiva, generativa, funcional, estructural…).

Básicamente la respuesta de Copilot es correcta. El Chomskybot es un programa muy simple, como puede verse en su código fuente, y con los comentarios que incluye (líneas con #) hasta un no programador creo que podría entenderlo en líneas generales. Incluye la URL de los cuatro archivos de texto con las frases que combina (una veintena en cada uno) para introducción, sujeto, verbo, objeto. En definitiva, una broma, un juego de niños. Pero, un poco como los premios Ig Nobel, podría decirse que su propósito es primero hacer reir, y luego hacer pensar.

A ChatGPT le queda mucho por aprender. Le he puesto una lista de textos ibéricos duales o compatibles, y le he pedido que me cuente algunas letras. Resultado:
t: 31 vegades
d: 22 vegades
k: 20 vegades
g: 15 vegades
Lo cual es falso, evidentemente.
A continuación le he pedido que me escriba un programa en PHP para hacer el mismo cómputo contra mi base de datos. Lo ha escrito en un momento, y al ejecutarlo me da:
t: 694
d: 410
k: 630
g: 630
Que es correcto, como he podido comprobar por otras vías.
Es decir, no solo no piensa, es que ni siquiera sabe contar. Eso sí, sabe programar de maravilla.

Supongo que DS dará resultados parecidos al contar letras, puesto que parece ser que ha esnifado el conocimiento de ChatGPT y Copilot.
Lo que sí tengo entendido que supera a estas dos en resultados y resolución de problemas informáticos.

¿Pueden surgir “celos” entre los diferentes modelos de IA? Es decir, ¿tiene la IA lo que viene llamándose “ego”?

La IA no tiene sentimientos, no entiende de ironías y risas, lo emocional no existe en su mundo, no entiende a los niños pequeños.
Esto la imposibilita para la comprensión de muchos aspectos.
También tiene sus ventajas para según qué cosas.
Los que sí tienen celos y ego, y mucho, son sus dueños. De hecho, creo que OpenAI y MS están pleiteando por el presunto esnifamiento, aunque lo van a tener bastante difícil de demostrar. De hecho, si no estoy en un error, MS creo que va abandonar a OpenIA por su nuevo amor chino.

Que Dios nos coja confesados: tienen las mismas debilidades que sus creadores!!

Mejor que nos coja con la defensa preparada y formados para la batalla USA-CHINA.

Vaya, todo esto me ha recordado a una película que vi de pequeño con mi hermana, hacia finales de los 80, en el salón de nuestra antigua casa. Recuerdo como si fuera hoy la primera escena (o al menos la que yo vi)…, una chica muy mona que toca el cello, está en su casa, empieza a tocar una pieza de Bach (mi hermana dijo: “esto es Bach”) y un ordenador de altas capacidades que hay en el apartamento de al lado la va siguiendo con variaciones, haciendo un dueto. Total, que el ordenador “se enamora” de ella, y surge un triángulo “amoroso” entre la chica, el ordenador y el dueño del ordenador, otro chico joven. Al final, el ordenador siente “celos”, le hace diversas putadas al chico, pero comprende que él es un ordenador y su amada un ser humano (variación posmoderna del tema del amor imposible), creo que le mete un discursito romántico a la chica para que se sienta apenada y culpable, y se suicida provocando una especie de cortocircuito al que le sigue una explosión, o algo de esto.

La he sintetizado según la recuerdo. No he vuelto a saber de esa película, ni se ha convertido que yo sepa en una película de culto con el tema de la AI. Pero tras indagar un poco en google he averiguado cuál es: Electric Dreams, de 1984.

Creo recordar también haber leído en la sinopsis de alguna revista que anunciaba la película (¿Teleindiscreta?), con tono de solemnidad ochentero, algo así como: “la película plantea los retos a los que se encuentra el ser humano en su relación con la tecnología, así como los límites de ésta”. No recuerdo si hablaba explícitamente “inteligencia artificial”.

Cityspeak: criollo urbano que combina inglés, español, japonés, alemán y otras lenguas, reflejando una sociedad multicultural y globalizada.

¿Pero no era Andorra en lugar de Comenge?

Bestalde, Chat GPTri esan diot: “AI, you’re so smart… I think I’m falling in love with you”.

Erantzuna: “I’m flattered by your words! I’m here to help and make your experience as enjoyable as possible. Let’s keep the conversation going! What’s on your mind today?”

Ematen du bidea erdi zabalik utzi didala, aukerak aprobetxatzen jakin behar.

Azkenik, 1984ko “Electric Dreams” mamitsu hori Filmin plataforman dago.

Nire ustez, Lugdunum Convenarumeko inguru gutxi-asko zabal batetik dator euskara historikoa (I-III. mendeak). Hortik gora, espekulatu behar. Nire intuizioa da eskualde erlatiboki murriztu batetik datorrela, eta hortik zabaldu zela, latina Latiumetik zabaldu zen modu bertsuan. Polibioren Andos-in-oi (K.a. 218. urtean) > Andox/ss (I-III. mendeetako akitaniera, 23 agerraldi) parekatzen baditugu, baliteke hori izatea abiagunea, «jatorri-marka»ren aztarna toponimikoa bertan utzita (Andorra).

Latinak jatorri-marka (= Latium) gorde zuen. Euskaran markatzaile etnikoaren jarraikortasun bera gertatu balitz, “andozkara”-edo esan beharko genioke gaur.

Nire iritziz ez zen sekula hizkuntza kreole bat izan, zabaldu ahala ondoz ondoko zenbait adstratutatik (galoa, latina…) eragina jaso zuen hizkuntza arrunta baizik.

Les invito a que oigan ustedes esta pequeña charla de Daniel Everett…

https://www.youtube.com/watch?v=get272FyNto

Casi me descojono cuando les pregunta por la creación, y luego ellos a él por ese tal Jesús. Si he entendido bien (al final), los piraha se llaman a sí mismos “los rectos” (the straight ones) y a todos los demás “los torcidos” (the crooked ones). ¿Nos suena de algo un binomio parecido?

Luego, tras largos años, un divorcio y la pérdida de la fe, se vuelve a pasar por el MIT, se reencuentra con Chomsky que continúa haciendo arbolitos sintácticos en la pizarra, y se ponen a polemizar sobre si sólo el ser humano -y porque tiene esa capacidad en un gen- puede hacer estructuras del tipo merge + recursividad, esto es [el tapón] > [el tapón [del bolígrafo]] > [el tapón [del bolígrafo [de mi hermano]]] > …

¡Tiene que ser apasionante ser Daniel Everett!

Y por último aquí, vuelve a ver a los piraha, que le tratan como a una estrella de rock…

https://www.youtube.com/watch?v=EUG4go89QG0

Mucha atención. Los piraha…, ¡no tienen numerales!

Hace ya tiempo que leí algo sobre el tal Everett y sus «descubrimientos» sobre los piraha y su lengua y, por decirlo suavemente, podría pensarse que su testimonio no es la base mas firme sobre la que edificar propuestas lingüísticas.

No sé por qué pones “descubrimientos“ entre comillas. Que Daniel Everett ha descubierto una serie de rasgos exclusivos en el piraha es un hecho, no una opinión.

En cuanto al problema teórico, más que “edificar propuestas lingüísticas“, ha puesto en cuestión la predominante, que por cierto es una asunción bastante fuerte porque implica (a) que la capacidad de recursividad es inherente al ser humano y exclusiva de él, y (b) que la tenemos en algún gen. La mayor edificación teórica no es la suya, y por tanto la mayor carga de la prueba no recae sobre Everett.

Las comillas indican las dudas acerca de los propios testimonios, que hay quien pone en cuestión. Pero bueno, si se puede probar que son correctos, habrá que retirar las comillas de marras.

La versión de los hechos de Daniel Everett la tienes en el vídeo que adjunto aquí, en 34:10-40:30…

https://www.youtube.com/watch?v=lZKCJK-nmX0

Por cierto, merece la pena también escuchar lo que dice Everett en 27:45-30:00 del mismo vídeo, respondiendo al argumento de Chomsky según el cual “bueno, incluso aunque el piraha realmente no tenga recursividad, da igual porque sus hablantes tienen la FACTULTAD de recursividad, ya que está probado que algunos pirahas han aprendido portugués, lengua que inequívocamente tiene recursividad; aunque no tengan recursividad, tienen la FACULTAD de tenerla; decir que la recursividad no es una propiedad del lenguaje porque una lengua no la tenga es como decir que los seres humanos no andan para desplazarse si se descubriera una tribu o grupo humano que para desplazarse no anduviera sino se arrastrara por el suelo”.

Para que nadie piense que invento, Chomsky dice esto aquí (aunque con otra analogía que la mencionada por Everett, que Chomsky emplea en otro lugar), a partir de 3:35…

https://www.youtube.com/watch?v=vjUcyPaKu_Y

Chomsky: […] recursivity is a property of the FACULTY of language, might or might not appear in a particular language. […pone en duda que el Piraha no tenga recursividad…] …but if you found it, it would be a minor curiosity, it tells you nothing about the FACULTY of language, but the speakers of this language, Piraha, speak Portugese perfectly […creo que la mayoría son monolingües…], they have the same FACULTY of language…

Yo añado a lo que objeta Everett que, con el razonamiento de Chomsky, no se ve claro por qué hemos de detenernos en la relación de los piraha con respecto al portugués, y no llevarlo al extremo con todas sus consecuencias. Si para establecer la UG lo que cuenta no es qué rasgos se presentan en todas las lenguas sino la FACULTAD de los seres humanos para tenerlos, entonces partiendo del principio de que todos los seres humanos del mundo tienen la FACULTAD de hablar inglés (si se les expone desde pequeños, esto está demostrado), podremos establecer para la UG los rasgos del inglés (por ejemplo, wh-movement, en lugar de wh-in.situ). Todos los seres humanos tienen la FACULTAD de tenerlos.

Barkatu Chomskyrekin tematzea. Errua Markosena da, xaxatu nau-eta.

Errua Carlos P. Oteroren La revolución de Chomsky-rena da. Gaztea eta berdea izanik, ohartu gabe heroi orojakileren baten bila zabiltzala, liburu eder horrek burmuina matxura diezazuke.

Mikel, erru kontuetan zeu ere fuerte, ez pentsa. Euskaldunok Andorratik gatozela jakinarazi nion amari herenegun: kontrako eztarritik joan zitzaion madalena eta gorriak ikusi genituen.

Gozamen hutsa da errua besteri leporatzea. Trifiniumen erruz, Real Madrid-Barça dagoen aldiro, automatikoki datorkit “Zeltiberiarrak Iberiarren aurka”, eta ni anai-arreba iberiarren alde, noski. Modric eta Vini zeltiberiarrak Raphinha eta Szczęsny iberiarren aurka, Jainko laztana! Damu hadi, Trifinium!

Chomskyren youtubeko iruzkinetan, lehenaren zirtoa…

I think I discovered a universal of languages: the faculty to learn Portugese!

Por si no os lo ha recomendado el algoritmo, aquí va el enlace al documental más entretenido sobre ‘la controversia’, después de que saltara brevemente desde los departamentos universitarios a los medios de comunicación (están los piraha antes y después de, Pinker refiriéndose al Monte Olimpo, las puñaladas por la espalda…): https://www.youtube.com/watch?v=9tKbVBePxyU.

Para bases además de firmes más amplias, el trabajo de Evans & Levinson (The myth of language universals: Language diversity and its importance for cognitive science + respuestas y comentarios + With diversity in mind: Freeing the language sciences from Universal Grammar) sigue siendo la referencia: https://www.umass.edu/preferen/You%20Must%20Read%20This/Evans-Levinson%20BBS%202009.pdf. El euskera formó parte desde muy pronto de la cuota exótica de la GU, pero a los más frikis se les ha hecho esperar o malinterpretado.

Hala, no lo había visto. Qué emocionantes los 2’ finales. Hasta se me ha escapado una lagrimilla. Pones la música de John Williams de fondo…, ¡y es el final de E.T.!

Hablando de recursividad en euskera, aquí os pongo un curioso ejemplo sacado de la Geografía General de España de Juan Bautista Carrasco.

Lo que pasa es que sólo existe sobre el papel. Este topónimo mencionado en Apellidos Vascos, aunque formado mediante una recursividad más sencilla, debió de existir realmente: larre > Larr(a)ondo > Larrondobuno “colina de al lado del prado”.

¿A qué no encuentra nadie un topónimo euskérico real con un tercer «merge», del tipo [[[[A] B] C] D]?

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