Ayer Emiliana Ramos Remedios nos recomendaba este artículo de Juan José Larrea Conde (2016) a vuelta de correo de otra recomendación compartida, la de Miguel Loza y Javier Niso (2006), que recibimos de Paloma López Sebastián, del Servicio de Restauración de la Diputación Foral de Álava.
Larrea lo presentó en unas jornadas dedicadas a los cuarenta años de Sobre los orígenes sociales de la Reconquista de Abilio Barbero y Marcelo Vigil y se acaba de publicar en Anejos de Nailos 3. Estudios sobre la Edad Media en el norte de la península ibérica.
El resumen dice así:
- «El registro arqueológico de los vascones de los siglos VI y VII se ha venido formando con el conjunto de necrópolis caracterizadas por la inhumation habillée y el depósito de armas que han sido descubiertas o redescubiertas desde los años 80 del siglo pasado. Gracias a excavaciones recientes, estamos en condiciones de considerar ahora el papel de las iglesias en dicho registro, dado que la pequeña iglesia de Finaga en Bizkaia y la basílica bautismal de Alegría-Dulantzi en Álava se han añadido a la catedral de Pamplona. Este artículo hace en primer lugar un repaso de la historiografía marcada por la tenacidad de la tesis del paganismo tardío y entiende que la problemática articulada en torno a la cronología y profundidad de la cristianización ha llegado a un punto muerto. En segundo lugar, propone una aproximación basada en los datos arqueológicos, orientada hacia el examen de las relaciones entre la facies funeraria vascona y las iglesias. Estas relaciones ponen de manifiesto la ausencia de ruptura entre el rito practicado en las necrópolis de plein champ y las necrópolis vinculadas a las iglesias; muestra que las inhumaciones ad sanctos ocupan un lugar importante en las preferencias de los grupos dirigentes de Vasconia; sugiere en fin que las iglesias juegan un papel decisivo en la articulación de estos grupos y en la concreción tanto de sus relaciones internas como de sus contactos con el exterior hispanovisigodo o merovingio.»
Por su estrecha relación con la entrada publicada hace tres años en Trifinium (Hirarzaeza y Harrahia: alfoces que fueron cuna del euskera occidental (ss. VI-X)), anotamos y categorizamos aquí las principales entidades, dentro del proyecto NeLHi: Enlazando la historia de nunca acabar (Universidad de Deusto, topHistoria).
Remitimos a los lectores interesados a la lectura de la publicación original en
- Juan José Larrea Conde (2016). Las iglesias de los vascones: una problemática antigua y un registro arqueológico nuevo (siglos VI y VII). Anejos de NAILOS 3: 221-248 <http://nailos.org/wp-content/uploads/2017/02/AnejoNailos3_art6.pdf> (consultado 03.11.2017).
Texto original de Juan José Larrea con anotaciones enlazadas
- «Sea como objeto en sí mismo o sea como vía de acercamiento a la sociedad, la cultura o el territorio altomedievales, el estudio de la Iglesia y de las iglesias en el espacio vasco cuenta con investigaciones diversas desde hace décadas n1.
- Sin embargo, con la excepción de las aportaciones de Roldán Jimeno en Navarra y de lo relativo a los conjuntos rupestres de Treviño y Valdegobía, los siglos anteriores a la conquista árabe han quedado en gran medida al margen.
- La razón es doble y fácil de explicar: por un lado ha pesado la inercia de una historiografía que ha girado incansablemente en torno a las nociones de paganismo y cristianización. Por otro, hemos sufrido la extrema escasez de fuentes de todo tipo.
- Unas jornadas dedicadas a los cuarenta años de los Orígenes sociales de la Reconquista se presentan como una ocasión adecuada para reconsiderar ambos aspectos: no solo Abilio Barbero y Marcelo Vigil constituyen un hito en la historiografía del siglo XX referida a Vasconia y en particular en lo que se refiere al paganismo, sino que durante estos cuarenta años han ido apareciendo nuevas evidencias. Algunas de ellas, muy recientes, arrojan luces tan bienvenidas como inesperadas n2.
- n2 Para preparar esta contribución, he contado con la ayuda indispensable de Miguel Loza y Javier Niso, arqueólogos responsables del yacimiento de Alegría-Dulantzi; Jean-Paul Cazes, arqueólogo responsable del yacimiento de L’Isle-Jourdain (Gers); Iñaki García Camino, director del Arkeologi Museoa de Bilbao y Mikel Pozo, doctor del Departamento de Historia Medieval, Moderna y de América de la UPV/EHU. Han respondido a todas mis preguntas y me han cedido generosamente materiales. Vaya mi agradecimiento a todos ellos.
1. El paganismo tardío de los vascones: una tesis tenaz
La convicción de que el paganismo perduró entre los vascones mucho más que entre cualquier otro pueblo peninsular tiene varios siglos de antigüedad.
[…]
2. Del paganismo a las tres iglesias de los vascones
- Hasta ahora, el único investigador que se ha desmarcado del debate sobre el paganismo tardío y se ha acercado a la implantación eclesiástica tardoantigua desde otro ángulo es Roldán Jimeno (2003, 2008) n9.
- n9 Jimeno tiene también un trabajo sobre la cristianización (2003b) que incluye una visión de la cristianización del saltus deudora de Ángel J. Martín Duque y en el fondo de Balparda. Se trata de un libro de divulgación.
- Este autor ha propuesto una aproximación a la difusión de las iglesias en el medio rural de lo que llama Navarra primordial, es decir, las cuencas prepirenaicas, incluida la de Pamplona, y los valles aledaños, a través del estudio minucioso de las advocaciones de las iglesias.
- Sus resultados muestran una muy alta proporción de advocaciones tempranas en todo el territorio central de Navarra. El problema, como hemos expuesto en otra parte (Larrea 2006), es que no contamos con ningún otro elemento de datación, ni escrito –las iglesias navarras solo se documentan a partir de los siglos IX y X– ni arqueológico, que no sean las advocaciones mismas, lo que abre para cada una de ellas una horquilla cronológica de varios siglos.
- Podemos ciertamente seguir a Jimeno en la idea de que en términos generales la cronología de difusión de las iglesias rurales de la Navarra central ha sido similar a la de otras zonas organizadas en torno a ciudades episcopales; también es plausible que haya habido iglesias rurales en la diócesis de Pamplona desde los siglos VI y VII, y, de hecho, en este sentido apuntan los casos que vamos a presentar aquí.
- Otra cosa muy distinta son las proporciones y la explicación del fenómeno, sobre todo porque en la argumentación de Jimeno, la tendencia a adscribir las iglesias a la cronología más alta posible para cada advocación depende directamente de cómo concibe el proceso histórico.
- Sostiene en efecto que hubo una primera red de iglesias construidas por los grandes propietarios tardorromanos en sus fundos rurales, las cuales se han perpetuado en numerosas iglesias medievales y posteriores. La falta de vestigios tardoantiguos se debería a la utilización de materiales perecederos destruidos por los edificios que les han sucedido en el mismo emplazamiento.
- En realidad, cuesta creer que tales propietarios solo hubieran utilizado madera y adobe, pero en este punto nada puede achacarse a Jimeno, porque si algo no permite el estado de la arqueología medieval en Navarra es razonar ex silentio.
- Pero los postulados de Jimeno presentan notables dificultades. Aunque efectivamente el fenómeno de la iglesia privada existe en época tardorromana, las evidencias arqueológicas de Hispania, de la Galia e incluso de Italia indican que no fue en absoluto generalizado.
- Más bien parece que los escasos oratorios surgen en zonas dedicadas a uso funerario de villas ya abandonadas (Cantino Wataghin 2000:222-223; Bonnet 2005; Chavarría 2006, 2010; Colin 2008:119-124 para el caso cercano de Lalonquette en los Pirineos Atlánticos).
- Por otro lado, la experiencia arqueológica parece mostrar que no hay correlación entre hábitats más antiguos e iglesias más antiguas, que las iglesias más antiguas no se han convertido automáticamente en las primeras parroquias y que ha habido numerosas iglesias, aun construidas en piedra, de vida efímera en la Alta Edad Media (Zadora-Rio 2005:16-18).
- En las páginas siguientes, nuestro objetivo es enfocar esta cuestión a partir de las fuentes arqueológicas, gracias a las claves ofrecidas por, subrayémoslo, muy recientes excavaciones.
- En efecto, el registro material de los vascones se ha venido constituyendo desde 1987, año del hallazgo de Aldaieta, con una serie de necrópolis, descubiertas o identificadas en excavaciones antiguas, que han puesto de manifiesto la práctica de la inhumation habillée y la deposición de armas entre los vascones de los siglos VI y VII.
- La distribución de estos cementerios dibuja un ángulo recto que reúne tres zonas: la costa vizcaína, la Llanada alavesa y la Navarra central (Figura 1).
- No es este el lugar de detallar las lecturas que se han hecho de este fenómeno. Baste anotar que la propia evolución de la sociedad regional, fragmentada en poderes locales desde el colapso del Imperio –pero no atomizada– y su situación geopolítica, la han hecho permeable a ciertas prácticas de ostentación del rango y de preservación de la memoria, asociadas a símbolos guerreros, provenientes de la Galia merovingia (Azkarate 2003; Martín Viso 2006; Azkarate y García Camino 2012, 2013; Pozo en prensa).
- Al margen de una intuición de Iñaki Martín Viso (2006:120-121) sugerida por el yacimiento de la ermita de Finaga, las iglesias no han venido formando parte del corpus material tomado en consideración en relación a los vascones de los siglos VI a VIII.
- Dado que solo la pequeña necrópolis de Finaga (Basauri), excavada en 1994, se organizaba en torno a una iglesia, poco podía aún decirse de la relación entre el ámbito funerario y el ámbito eclesiástico.
- Pero este estado de cosas ha cambiado radicalmente con el descubrimiento en 2009 y la excavación subsiguiente de la iglesia bautismal y funeraria de Alegría-Dulantzi en Álava. Su hallazgo supone que en cada una de las tres zonas del mapa de necrópolis encontramos asociaciones con iglesias, las cuales se escalonan además en rango: iglesia episcopal en la ciudad de Pamplona, iglesia bautismal en una aglomeración secundaria en Álava, iglesia rural en Bizkaia.
- El objeto de este trabajo es presentar su coherencia entre sí y con el resto del registro arqueológico, es decir, con la facies funeraria vascona, a la que designaremos así por comodidad, y en nuestra opinión de modo pertinente, tal y como ha sido descrita por Agustín Azkarate e Iñaki García Camino (2013).
2.1. Pamplona: catedral de Santa María
- Como se sabe, el obispado de Pamplona se documenta por primera vez entre las sedes católicas asistentes al III concilio de Toledo (589) e inmediatamente después en el II concilio de Zaragoza (592), que prosigue en el marco provincial la tarea de erradicación del arrianismo.
- Evidentemente existía con anterioridad, pero ni ha quedado indicio escrito, ni las excavaciones han podido identificar aún el primer complejo episcopal con un mínimo de precisión.
- Bajo las fábricas de los templos que se han ido sucediendo hasta el edificio gótico actual, una pequeña iglesia rectangular de entrada porticada fue construida sobre un área con funciones rituales definida por la presencia de dos ninfeos en uso entre los siglos III y V, lo que habla de su apropiación por el culto cristiano en algún momento de los siglos V o VI (Mezquíriz y Tabar 2007).
- Aparte de esto, poco más queda que restos de construcciones muy destruidas por las edificaciones posteriores (Mezquíriz 1994) n10. Al exterior de las murallas bajoimperiales, no hay noticias de basílicas suburbanas, lo cual por otro lado parece común a otras sedes del norte peninsular (Arce y Moreno 2012:102).
- n10 Sobre la muy reciente noticia de la identificación de un posible palacio episcopal de época visigoda en el subsuelo de la catedral, no tenemos más elemento de juicio que la noticia misma: http://www.expo-occidens.es/hallados-indicios-de-edificio-visigotico-en-la-catedral-de-pamplona/ (consultado: 24.09.2015).
- Figura 2. Topografía de Pamplona en los siglos VI y VII.
- 1. Catedral de Santa María, en el burgo de la Navarrería, en la parte alta y en lo que era un espacio central de la ciudad romana. Bajo su fábrica se han identificado la primera iglesia tardorromana y los templos catedralicios que se han sucedido después.
- 2. Zona en la que se localizó un sector de la ciudad habitado en los siglos VI y VII.
- 3. Lienzos de la muralla bajoimperial (Mezquíriz 1983, 1994; Unzu y Velaza 2007). Además se han oscurecido en la imagen las pendientes escarpadas, perfiladas por las fortificaciones modernas, y las vaguadas que delimitaban la ciudad altoimperial; en el lado sudoccidental sirve de referencia exterior para ésta la Plaza del Castillo (Mezquíriz 1994:130-131). Los lienzos de muralla sugieren que el espacio urbano se restringió en el Bajo Imperio, abarcando como mucho ocho o nueve hectáreas.
- 4. Necrópolis de Argarai, fuera de las murallas romanas y de la ciudad medieval. En uso desde el Bajo Imperio hasta la ocupación islámica.
- 5. Necrópolis de la Casa del Condestable, en uso entre los siglos VII y VIII, en la zona donde surgiría el burgo franco de San Cernin a partir del siglo XI.
Fotografía de fondo: vuelo de Navarra de 1929 (Geoportal de Navarra: sitna.navarra.es)
- En la Pamplona tardoantigua se observan dos tipos de área de enterramiento muy desiguales en sus dimensiones. Por un lado, unos metros al oeste de la primera iglesia se han identificado dos sepulturas ad sanctos (Mezquíriz y Tabar 2007).
- Se trata, sin duda, de sepulturas privilegiadas como sugiere no solo el propio emplazamiento, sino la presencia de un anillo de oro. Por otro, según un patrón común a todo Occidente, hay necrópolis suburbanas a poca distancia de las murallas (Figura 2).
- Hacia el sur, a no más de 500 m del conjunto episcopal, se encontraba la necrópolis de Argarai. Fue descubierta en 1895 y sus resultados sucintamente publicados veinte años después. Argarai es la necrópolis en la que antes se detectó en Vasconia la práctica de la inhumation habillée y la deposición de armas, si bien sólo la aparición de otros cementerios a partir de los años 80 del siglo XX permitió comprender lo que al principio fue causa de extrañeza.
- Algunos materiales (anillos y broches de cinturón) son semejantes a los encontrados en un sector intramuros, también al sur de la catedral, habitado en época tardoantigua (Mezquíriz 1965). Nos interesa aquí destacar la presencia de una pieza de cinturón en una de las tumbas del subsuelo de la catedral, lo que indica que la inhumation habillée era común a las tumbas ad sanctos y a los cementerios suburbanos.
- A unos 800 m al noroeste de Argarai y a poco más de 300 m de la catedral se excavó entre 2005 y 2006 una segunda necrópolis, bajo el palacio urbano llamado Casa del Condestable, en el burgo medieval de San Cernin. No pudo ser excavada en su totalidad –solo 250 m2 y 153 tumbas– porque se extiende bajo las casas vecinas, pero su utilización no parece ser anterior al siglo VII.
- Ambas necrópolis suburbanas prolongaron su utilización hasta bien entrado el dominio islámico, de modo que llegaron a convivir con la maqbara de la Plaza del Castillo.
- Encontramos pues un espacio funerario en el mismo corazón del conjunto catedralicio, rodeado de un anillo de necrópolis suburbanas, en una civitas episcopal en cuyo entorno rural se han identificado a su vez necrópolis de plein champ.
- En opinión de Larrea, lo más significativo es que no se observa ruptura entre estos tres espacios: bajo los muros de Pompaelo encontramos el mismo rito funerario caracterizado por la inhumation habillée y el depósito de armas que en la necrópolis de Buzaga o en las más pequeñas de Sansol, Saratsua y Gomacin, así como el uso de tumbas de lajas de piedra característico de Navarra.
- Tampoco parece haber ruptura hacia el interior, en el sentido de que la inhumation habillée está presente en al menos un enterramiento ad sanctos. Al mismo tiempo, se constata una jerarquización en cuanto a los objetos que han acompañado al ritual funerario y que constituyen marcadores de rango: el oro sólo aparece en las necrópolis de Pamplona (un anillo en la catedral, al menos otro entre los 41 de Casa del Condestable y dos trientes en Argarai), mientras que está ausente de las otras necrópolis navarras. La plata también es más abundante en los dos cementerios suburbanos.
- En suma, los dirigentes de la ciudad episcopal, con los que evidentemente se vinculan los obispos, se entierran generalmente extramuros e identifican el entorno de la iglesia como un ámbito privilegiado: en esto reconocemos inmediatamente un patrón común al resto de las ciudades postromanas.
- Al mismo tiempo, practican ritos comunes a la facies funeraria vascona que se extiende mucho más allá de las murallas de la ciudad.
- En nuestra opinión, esto sostiene desde el registro material la idea de que Pamplona no es un agente extraño en el medio vascón, sino más bien un interfaz que permite articular la sociedad regional –o vehicular sus conflictos– con el juego político de la Tarraconense e Hispania en general, tal y como propusimos en su momento a través del estudio de la participación de esta sede en los concilios de Toledo (Larrea 1996).
2.2. Dulantzi: iglesia bautismal y funeraria de ¿San Martín?
- Alegría-Dulantzi se encuentra en la zona central de la geografía de las necrópolis vasconas. El hallazgo de su basílica es tan reciente (la primera campaña tuvo lugar en 2009) como valioso y, dada la extrema dificultad de su excavación, debe mucho al tesón y buen hacer arqueológico de sus descubridores, Miguel Loza y Javier Niso.
- El pueblo actual, cuyo nombre vasco medieval había conservado el topónimo antiguo, se superpone a un sector periférico de Tullonium, mansio de la calzada Burdeos – Astorga situada a unos ochenta kilómetros al oeste de Pamplona, en plena Llanada Alavesa. Varias partes del Tullonium imperial eran conocidas desde antiguo (Figura 3).
- Loza y Niso han excavado una iglesia bautismal con funciones también funerarias en un espacio que había quedado relegado como sector marginal del hábitat desde el siglo III y había conocido un uso cementerial desde el siglo V n11.
- n11 Las publicaciones relativas a la basílica de Dulantzi son todavía muy someras (Loza y Niso 2011, 2012; Quirós et al. 2013; Sánchez et al. 2014). En espera de que publiquen próximamente algunos artículos que resultarán fundamentales para la comprensión del yacimiento, Miguel Loza y Javier Niso han tenido la generosidad de cedernos, además del plano que reproducimos, todas las informaciones que hemos necesitado para redactar este texto.
- En un espacio contiguo a esta iglesia, pero no superpuesta a ella, se elevaría después la iglesia románica de San Martín, hoy también desaparecida. No es pues improbable que San Martín fuera también la advocación principal de la basílica tardoantigua, pero no es evidente. Erigida hacia el tercer cuarto del siglo VI, el edificio tiene cabecera tripartita y tres naves en planta basilical (Figura 4). Su superficie de al menos 315 metros cuadrados es semejante a las de las basílicas coétaneas conocidas en el oriente de la Tarraconense o en las Baleares.
- Los muros son de aparejo muy sencillo, de en torno al medio metro de grosor, y concebidos como es habitual para sustentar una cubierta de madera. Adosado al exterior del muro meridional se encuentra un baptisterio de planta cuadrada y escalones no contrapuestos. El conjunto parece haber estado en uso hasta inicios del siglo X, si bien entre el VIII y la primera mitad del IX empieza a sufrir diversas transformaciones.
- Figura 3. El entorno arqueológico de Alegría-Dulantzi (localizaciones de Miguel Loza y Javier Niso).
- 1. Yacimiento de Angostina donde se ha identificado un sector de la mansio de Tullonium (Filloy 1994), al pie del hábitat protohistórico de Castro Henayo.
- 2. Emplazamiento del área funeraria tardorromana y la basílica tardoantigua.
- 3. Necrópolis de plein champ de San Pelayo
- 4. Zona amurallada de la villa medieval, al sur del río.Fotografía de fondo: vuelo de Álava de 1968 (geo.euskadi.eus ).
- Naturalmente, la presencia de un baptisterio es lo primero que llama la atención, dada su extrema escasez al norte y al sur del Pirineo: no hay otro en la Tarraconense hasta llegar a Villa Fortunato en Fraga (Huesca); hacia el oeste, hay que referirse al de Marialba en León (Godoy 1989) y quizá al de la catedral de Lugo (Sánchez Pardo 2014:443) n12; hacia el norte, no se conoce más que el probable baptisterio de la villa de Séviac (Montréal-du-Gers) en toda la provincia de Novempopulania (Colin 2008:125-126, 220, 233).
- n12 José Ángel Lecanda (Lecanda 2000; Lecanda y Monreal 2002) indica la posibilidad de la presencia de un baptisterio en Santa María de los Reyes Godos (Trespaderne, Burgos), en una basílica con cabecera tripartita, pero la noticia es por el momento muy somera.
- De esta rareza en cualquier caso, más allá de felicitarnos porque haya aparecido un ejemplar en Dulantzi, no cabe sacar mayor conclusión: la ausencia de vestigios de la primera arquitectura cristiana en grandes áreas, por mucho que haya constancia de sedes episcopales e iglesias diversas, es un hecho sabido (Zadora-Rio 2005:18).
- La basílica de Dulantzi se inscribe en el modelo de iglesia bautismal y/o funeraria establecida en una aglomeración secundaria, sobre un eje de comunicación importante.
- Puede compararse a la geografía que dibuja en Galicia el parroquial suevo, que permite localizar numerosas ecclesiae semejantes, dependientes de obispados (Sánchez Pardo 2014:454-455).
- Al norte de los Pirineos, recuerda a los conjuntos arquitecturales de L’Isle-Jourdain y Lourdes (Colin 2008:114-117).
- En general, se considera que los complejos cristianos de las aglomeraciones secundarias de la Galia, construidos entre los siglos V y VII, constituyen la primera oleada importante de iglesias surgidas fuera de las ciudades episcopales (Pietri 1998:986 sq; Colin 2008:215).
- En este sentido, el baptisterio de Dulantzi no hace sino confirmar un rasgo común a estos conjuntos cual es su estrecha dependencia de un obispado.
- Por mucho que la decadencia del catecumenado, el bautismo de niños o la administración del sacramento por presbíteros hubiera rebajado el peso del rito y la liturgia bautismales en la figura del obispo (Ripoll y Velázquez 1999:105, 123), no cabe duda de que la iglesia de Dulantzi debía mantener una vinculación estrecha con una sede episcopal. Con buen criterio, Niso y Loza apuntan a la sede de Pamplona n13. (n13 Comunicación oral.)
- Veamos la función funeraria de la basílica de Dulantzi. Dejando de lado una enigmática sepultura privilegiada femenina construída al lado del altar n14, se han localizado veintidós inhumaciones de entre la segunda mitad del siglo VI y el siglo VII repartidas entre las naves central y meridional y el espacio meridional de la cabecera.
- n14 Loza y Niso plantean la posibilidad, ciertamente razonable, de que sea el resultado de una translatio, lo cual podría tener relación con la presencia del baptisterio (Christern 1984:757).
- Además, al exterior del templo hay otros ocho enterramientos coetáneos alineados con el muro meridional, tanto al este como al oeste del baptisterio. Conviene anotar que la basílica no era el único cementerio de este período en Dulantzi.
- A apenas setecientos metros, sobre un cerro, estaba la necrópolis en plein champ de San Pelayo, de la que se han recuperado diversos materiales, aunque no ha podido ser excavada íntegramente y en condiciones.
- La existencia de estas dos áreas cementeriales coetáneas y los rasgos de la basílica nos permiten proponer una comparación cuyo objetivo no es otro que valorar los rasgos de la práctica funeraria en Dulantzi y su relación con usos norpirenaicos. No pretendemos en absoluto establecer –ni siquiera sugerir– relaciones de origen.
- Pensamos en el yacimiento de la Gravette en L’Isle-Jourdain (Gers), a treinta y cinco kilómetros al oeste de Toulouse, cerca de los límites de Novempopulania. Como Dulantzi, el yacimiento de l’Isle-Jourdain corresponde a una aglomeración secundaria, en este caso evolucionada a partir de una mutatio de la calzada que une Toulouse con Auch y Burdeos.
- En L’Isle-Jourdain, Jean-Paul Cazes (1996b) n15 ha identificado un complejo paleocristiano de iglesia doble, formado por una basílica erigida entre finales del siglo IV y principios del V, y un segundo templo algo posterior, situado al sur, amplio y bien construido, en cuyo centro se encuentra una sala bautismal (Figura 5).
- n15 El estudio completo del yacimiento de L’Isle-Jourdain está en preparación.
- La primera basílica tuvo una función funeraria desde el principio, con tumbas de sarcófagos y de tegulae. Los ajuares son aquí prácticamente inexistentes.
- Hay un segundo cementerio a unos sesenta metros del complejo paleocristiano, pero este es radicalmente diferente. Se compone de sesenta y tres inhumaciones en ataúdes de madera dispuestos en hileras, con abundancia de depósitos (más de trescientos objetos en las cuarenta y seis sepulturas que los contienen): armas (franciscas, hachas de combate, lanzas), elementos de indumentaria de prestigio (fíbulas, pendientes, placas de cinturón) y otros objetos menores característicos de las necrópolis merovingias.
- Se trata evidentemente de gentes distintas de las que se entierran en la basílica: estas tumbas se datan entre 510-520 y 550, y todo parece indicar que se trata de la necrópolis de un contingente franco instalado en la aglomeración inmediatamente después de la toma de Toulouse (Bach y Boudartchouk 1996; Stutz 2000:38).
- A finales del VI y principios del VII, el cementerio primitivo se extiende e invade el edificio bautismal, que parece perder su función, al tiempo que aparecen depósitos característicos de este período (scramasax, placa de cinturón) fuera del primitivo cementerio franco.
- Volvamos ahora a Dulantzi. Lo que se entreveía en la catedral de Pamplona es aquí manifiesto. Desde el punto de vista de los depósitos funerarios, no hay diferencia radical entre el rito de inhumacion reconocible en la iglesia bautismal y el de la necrópolis periférica de San Pelayo.
- En ambas encontramos enterramientos con armas: once puntas de lanza, cuatro franciscas y un cuchillo en San Pelayo; seis puntas de lanza, tres franciscas y dos cuchillos en la iglesia. Otros objetos son también comunes, tales los recipientes de vidrio, los refuerzos metálicos de cubos de madera o las cuentas.
- Añadamos a esto dos observaciones suplementarias. En primer lugar, la necrópolis de San Pelayo está muy deteriorada por la labranza y solo se han podido hacer sondeos y excavaciones muy limitadas. Afortunadamente, a media jornada a pie se encuentra el yacimiento amplio y bien excavado de Aldaieta que confirma sin lugar a dudas el carácter usual de tales depósitos en la zona.
- En segundo lugar, conviene subrayar que siete de los nueve enterramientos con armas de la basílica están en el interior del templo. La práctica de depositar armas en tumbas situadas dentro de iglesias no es desconocida en otras regiones, pero es poco habitual.
- El panorama es pues muy distinto del que presenta L’Isle-Jourdain.
- Si se quiere, por situar la asociación entre ámbito funerario e iglesia a partir del caso de Dulantzi, podemos afirmar lo siguiente: la concepción del espacio cementerial es común al resto de Occidente: en una aglomeración secundaria, la iglesia se levanta en un área de uso funerario desde el Bajo Imperio, periférica con respecto a la zona habitada.
- Del mismo modo, la basílica bautismal responde evidentemente a modelos constructivos comunes a otras zonas.
- La particularidad regional radica en el modo en que integra ritos de tradición diversa: no es ni L’Isle-Jourdain, donde se aprecia una dicotomía radical entre los usos tardorromanos y los usos germánicos, ni, por ejemplo, la Torrecilla de Corella, donde sobre una estructura funeraria tardorromana vinculada a una villa se construye una iglesia funeraria visigótica: nada semejante a Dulantzi puede observarse en el rito de enterramiento (Bienes 1995-96, 2007).
- Santa María de los Arcos de Tricio, donde las inhumaciones carecen de depósitos (Andrés 1983), pudiera ser otro elemento de referencia, pero las propuestas de datación tardía del edificio son consistentes n16.
- n16 Sobre la problemática de la cronología de Santa María de los Arcos, en el panorama general de los espacios memoriales y funerarios tardoantiguos en Rioja, Barenas (2011).
- En Vasconia se asumió una parte del ritual vehiculado por los francos tanto en los ámbitos funerarios existentes al margen de las iglesias como en los articulados en torno a estas, si no en su interior.
- Esto implica, en la medida en que los depósitos son una exhibición de rango (o de aspiración al mismo, poco importa aquí), que las estructuras eclesiásticas forman parte de los mecanismos de articulación de los grupos dirigentes de la región.
- Dulantzi afirma con mucha más precisión lo que ya sugieren las necrópolis de la ciudad episcopal de Pamplona y de su zona. Y esto no solo desde el punto de vista de la integración, sino también de la jerarquización. En efecto, el conjunto funerario de la basílica de Dulantzi y los de San Pelayo o Aldaieta no son exactamente iguales.
- Con ser mucho menor el número de enterramientos, hay más objetos de lujo en la iglesia (siete de plata, anillos, cucharillas y pendientes, y dos de oro, un anillo y unos remaches) que en Aldaieta (siete objetos de plata y uno con baño de oro); en San Pelayo no hay plata ni oro.
- La relación estrecha con las iglesias es un atributo digno de exhibición que atrae a los más poderosos.
- Dicho lo cual se nos escapa en función de qué criterio unos se han enterrado en la basílica, otros en San Pelayo o en Aldaieta o, en fin, en otras necrópolis que sin duda han existido.
- Es sabido que las «comunidades de enterramiento» (Schreg 2006:282) de este período funcionan por criterios diversos, que combinan el estatus con los lazos familiares o clientelares y la residencia, todo ello de modo flexible y vario.Pero no todas las diferencias se pueden leer en términos de jerarquización.
- En la nave meridional, dos enterramientos próximos entre sí de hombres adultos exhiben sendas cucharillas de plata. Uno tiene además un cuenco de bronce y el otro un anillo de oro y un cuenco de vidrio. Hay aquí elementos de ostentación sin símbolos guerreros, lo que les distingue del rito corriente que conjuga unos y otros.
- Esto recuerda inevitablemente el enterramiento de prestigio localizado dentro del conjunto catedralicio de Pamplona y acompañado también de un anillo de oro.
- La semejanza parece sugerir que la posición dentro de la jerarquía eclesiástica tiene, como en todas las regiones de alrededor, su propio lenguaje simbólico, no opuesto al rito funerario vascón sino coexistente con él n17.
- n17 Quizá pudiera también leerse en este sentido la presencia de un sarcófago monolítico a los pies de la basílica. Lamentablemente estaba vacío.
2.3. Finaga: iglesia de ¿San Martín?
- En Bizkaia se han localizado dos necrópolis de la facies vascona. La de Finaga (Basauri) está asociada sin duda ninguna a una pequeña iglesia coetánea, mientras que la otra, Santimamiñe (Kortezubi) pudiera estarlo también, dada su contigüidad a una ermita de advocación antigua como es la de San Mamés. Pero no es evidente.
- Nos interesamos pues por el yacimiento excavado bajo la ermita de San Martín de Finaga y en su entorno, en una ladera que domina la confluencia del Nervión y el Ibaizabal, poco antes de que se hagan navegables en la ría de Bilbao n18.
- n18 Todo lo referido a Finaga en Iñaki García Camino (2002:61-78).
- Si bien la escala es muy diferente, Finaga presenta notables paralelismos con la basílica de Dulantzi. En una y otra, la facies vascona está asociada a un impulso constructivo que tiene lugar sobre un área funeraria tardorromana; en ambas podemos observar una exhibición de estatus superior a lo que es habitual en las nécropolis de plein champ.
- Una y otra, en fin, se mantienen en uso hasta sufrir un proceso de transformaciones a partir del siglo IX para acabar en desuso en torno al siglo XI.El yacimiento de Finaga corresponde en origen a un cementerio del siglo IV, de tumbas de fosa simple y ataúdes de madera, organizado en torno a un edificio cuadrangular de solo diecisiete metros cuadrados.
- Entre los siglos VI y VII, el conjunto sufre una reforma de envergadura: se abre una cabecera recta en el muro oriental (Figura 6), se coloca un tenante de altar con el loculus para las reliquias n19 (Figura 7), se estrecha el paso entre la nave y este espacio y quizá se extiende hacia occidente lo que para entonces es con toda seguridad una iglesia.
- n19 Por su tipología, el tenante de altar podría ser algo más tardío, de los siglos IX o X. Sin embargo, la ausencia de indicios de obras desde la construcción del ábside hasta su destrucción sugiere más bien que debió de instalarse en el momento en que se edificó la cabecera (comunicación oral de Iñaki García Camino).
- Dado el alto grado de destrucción de la necrópolis por el uso agrícola del terreno, solo se han podido identificar dos sepulturas de este período y no se ha podido establecer si entre la fase tardorromana y esta ha habido continuidad de uso funerario (Figura 8).
- En cualquier caso, ambas tumbas presentan materiales muy elocuentes: una tiene dos lanzas, una francisca, un anillo de bronce seme-jante a otros hallados en Aldaieta y un recipiente cerámico; la otra guardaba una espada larga y un recipiente de vidrio.
- El vaso de vidrio, evidentemente importado, es un objeto de lujo; la espada larga es el único ejemplar localizado hasta ahora en Vasconia, donde lo corriente es encontrar lanzas, franciscas y en menor medida scramasaxes.
- A lo que hay que añadir restos de dos estelas funerarias de este período con decoración cruciforme, en una de las cuales se identifica un influjo decorativo merovingio: remiten a un conjunto de estelas halladas sobre todo en esta zona vizcaína, de dimensiones y calidad notables y tradición norpirenaica (Azkarate y García Camino 1996: 325-333).
- En cuanto a la cronología, las armas corresponden a tipos de la segunda mitad del siglo VI, mientras que las estelas apuntan a finales de siglo y al siguiente.
2.4. Sobre la geografía de iglesias y necrópolis
- Mikel Pozo (en prensa) ha propuesto identificar Vasconia tardoantigua con el espacio caracterizado por la presencia de las necrópolis de la facies que nos ocupa, es decir con el territorio que muestra la presencia de un grupo dirigente identificable en sus usos culturales y sus formas de representación del rango y a la vez perfectamente distinguible de los espacios circundantes n20.
- n20 Coincidimos con Iñaki Martín Viso (2006) y con Mikel Pozo (en prensa) en que al menos las necrópolis de plein champ descubiertas hasta ahora, y seguramente, pensamos, las vinculadas a las iglesias, corresponden a los grupos dirigentes del país. Discrepamos del primero cuando propone que la necrópolis de San Miguele (Molinilla), al sudoeste de Álava (Gil Zubillaga y Sáenz de Urturi: 2001) pudiera ser un cementerio campesino y que por ello carece del rito de la inhumation habillée. En San Miguele de Molinilla sí hay elementos de prestigio, en particular los sarcofágos, que difícilmente parecen corresponder a campesinos.
- Creemos más bien que Aldaieta y San Miguele representan dos formas distintas de ostentar el rango en el ritual funerario, siendo la de la segunda la forma común a numerosas regiones peninsulares.
- El razonamiento nos parece impecable, en la medida en que utiliza las fuentes de la época que trata y libera la concepción territorial de Vasconia tanto de la geografía descrita en el Alto Imperio como de la construída por las entidades políticas surgidas tras la conquista musulmana.
- El estudio de la asociación de iglesias y espacios funerarios es coherente con esta propuesta.
- Durante mucho tiempo, las iglesias excavadas de la zona de Treviño y las necrópolis asociadas han venido siendo consideradas como una manifestación que debía integrarse en la comprensión de la Vasconia tardoantigua.
- Sin embargo, más allá de que formen parte de una región de hábitat rupestre que se extiende por todo el Alto y Medio Ebro, la intervención arqueológica más reciente llevada a cabo en el complejo de Las Gobas (Azkarate y Solaun 2008) ha afinado nuestro conocimiento de su secuencia ocupacional y las ha alejado de la problemática que hemos tratado aquí.
- En efecto, no solo las iglesias excavadas en la roca son como muy pronto del siglo VII (y aún parece que hay una fase de talla de nuevas iglesias en torno al siglo X) sino que en cualquier caso la utilización funeraria del conjunto es muy posterior a su abandono como hábitat. Las tumbas datan de los siglos X y XI.
- En cuanto a las iglesias mismas, las plantas con ábsides en herradura no parecen remitir a Dulantzi o a Finaga.
- Una observación semejante puede hacerse sobre Buradón (Martínez y Cepeda 1994). A tiro del piedra del Ebro, en el límite sudoccidental de Álava, Ana Martínez y Juan José Cepeda excavaron un hábitat de los siglos IV a VI, reocupado con uso funerario en torno al siglo X.
- El edificio más destacado del yacimiento es una iglesia con varias fases constructivas. La que corresponde al poblado tardorromano, con cabecera tripartita, fue erigida en el siglo V con materiales reutilizados. A sus pies, Ana Martínez y Juan José Cepeda identifican una estructura que pudiera ser una piscina bautismal.
- Más allá de las divisiones administrativas medievales y modernas que lo han emplazado en Álava, Buradón, mucho más al sur que las cuevas artificiales de Treviño, pertenece sin duda al área del valle del Ebro que refleja la Vita Emiliani, no a Vasconia.
3. Conclusión
- La excavación de la basílica de Dulantzi obliga a repensar el modo en que concebimos el registro arqueológico de los vascones. No porque a estas alturas se sigan imaginando Fort Laramies visigodos en Vasconia y resulte desconcertante el hallazgo de una iglesia importante, sino porque ha proporcionado inesperadamente claves para entender la integración entre iglesias y necrópolis y, por ende, las funciones de las primeras con respecto a los dirigentes del país. Podemos pues ir más allá del punto muerto al que habíamos llegado en relación a la cristianización.
- En Vasconia, como en cualquier parte de Occidente, hay aún espacios blancos en el mapa del registro material de la primera Alta Edad Media.
- Pero allí donde aparece una cierta concentración de hallazgos, hay iglesias y estas se muestran jerarquizadas: catedral en Pamplona, iglesia bautismal y funeraria en Dulantzi, iglesia rural en Finaga.
- Los dirigentes del territorio, que han adoptado un ritual funerario específico bien reconocible a lo largo del siglo VI, no se entierran exclusivamente a la sombra de los templos, claro está.
- Pero las iglesias generan uno de sus espacios de enterramiento de privilegio, pues observamos que son individuos, cabe suponer familias, de alto rango quienes vienen a enterrarse cerca de las reliquias.
- Es más, a diferencia de la mayor parte de las regiones europeas que practican la inhumation habillée, la integración entre el rito común de los grupos dirigentes y el ámbito eclesiástico es tal que no parece haber problema en depositar armas en tumbas situadas al interior de una iglesia.
- Las iglesias identifican un factor de cohesión y comunicación en Vasconia que, falto de testimonios, no había podido ser tenido en cuenta hasta ahora. Hay clérigos vascones y hay familias asociadas de preferencia a iglesias y a la Iglesia. En torno a ellas circulan presbíteros, constructores, artesanos, objetos litúrgicos, libros y last but not least, reliquias.
- La preferencia de gentes de alto rango por asegurarse un espacio funerario en el área de las iglesias no es comprensible sin todos estos elementos.
- La circulación es pues interna y externa, y esta última se despliega sin duda hacia horizontes diversos. Poca duda cabe de que los presbíteros –y las familias asociadas con ellos– de Dulantzi están en relación estrecha con el obispo de Pamplona.
- Es seguro a su vez que este forma parte de la iglesia hispánica. Recordemos también que el jarrito ritual hallado en Mañaria (Bizkaia), de la segunda mitad del VII o posterior, es de un tipo hispanogodo corriente (Azkarate 1988:118-119).
- También remite a lo visigodo la estela anepigráfica hallada en el entorno de la primera iglesia episcopal de Pamplona (Mezquíriz y Tabar 2007).
- Pero, del mismo modo que ocurre con muchas armas y objetos de prestigio hallados en las tumbas, y aún con la iconografía de las estelas vizcaínas, en el ámbito eclesiástico también el norte merovingio ha atraído muy probablemente el interés de los vascones.
- Sabemos por Gregorio de Tours que la fama de los milagros de San Martín llega hasta Cantabria y que en su tiempo era relativamente fácil navegar o hacer envíos a lo largo de la costa del Golfo de Bizkaia n21.
- n21 Gregorio de Tours, De virtutibus sancti Martini episcopi, IV, 40 (=MGH, SS rer. Merov. 1,2)
- El mauranus cantaber del milagro del Turonense no debió de ser el único peregrino norteño que ganó Tours navegando hasta Burdeos. Es difícil decidir si a Finaga o a Dulantzi (las dos posiblemente dedicadas a San Martín) llegaron solo las franciscas, el vidrio y ciertos modelos iconográficos, o también reliquias de Francia.
Entidades anotadas y categorizadas
11 respuestas a «Larrea Conde (2016). ‘Las tres iglesias de los vascones, siglos VI-VIII’»
Me escribe José Ángel Lecanda (el 03.11.2017) respecto a la nota 12 de Larrea (» José Ángel Lecanda indica la posibilidad de la presencia de un baptisterio en Santa María de los Reyes Godos (Trespaderne, Burgos), en una basílica con cabecera tripartita, pero la noticia es por el momento muy somera.»).
A este respecto he trasmitido a Lecanda la curiosidad de Emiliana Ramos Remedios (mensaje del 04.11.2017) respecto a la filiación de esta iglesia de los Reyes Godos, si a Auca, sufragánea de Tarragona, o a Palencia y Toledo.
Índice analítico de Larrea Conde (2016)
Advocaciones de las iglesias
Advocaciones tempranas
Aglomeración secundaria
Anillo de oro
Anillos
Arqueología
Baptisterio de planta cuadrada
Bautismo de niños
Cabecera tripartita
Calzada Burdeos – Astorga
Calzada que une Toulouse con Auch y Burdeos
Cementerio franco
Cementerios suburbanos
Ciudades episcopales
Ciudades postromanas
Conjuntos rupestres
Cristianización
Cronología de difusión de las iglesias rurales de la Navarra central
Cucharillas de plata
Cuenco de bronce
Cuenco de vidrio
Culto cristiano
Decadencia del catecumenado
Deposición de armas entre los vascones de los siglos VI y VII
Depósito de armas
Divisiones administrativas medievales
Elementos de indumentaria de prestigio
Enterramiento de prestigio
Erradicación del arrianismo
Estela anepigráfica
Estelas vizcaínas
Fíbulas
Franciscas
Fundos rurales
Hachas de combate
Historiografía
Historiografía del siglo XX referida a Vasconia
Iconografía de las estelas vizcaínas
Iglesia hispánica
Iglesia rural
Iglesias de los vascones
Iglesias en el espacio vasco
Iglesias navarras
Iglesias rurales
Iglesias rurales de la Navarra central
Iglesias, advocaciones de las
Iglesias, difusión de las iglesias en el medio rural
Iglesias, ecclesiae
Iglesias, necrópolis vinculadas a las
Influjo decorativo merovingio
Inhumaciones ad sanctos
Inhumaciones en ataúdes de madera
Inhumation habillée
Jarrito ritual
Lanzas
Liturgia bautismales
Marcadores de rango
Mauranus cantaber
Milagro del Turonense
Modelos iconográficos
Murallas bajoimperiales
Murallas romanas
Navarra primordial
Necrópolis
Necrópolis de Argarai
Necrópolis de Buzaga
Necrópolis de Finaga
Necrópolis de la Casa del Condestable
Necrópolis de Pamplona
Necrópolis de plein champ
Necrópolis de San Miguele (Molinilla)
Necrópolis de San Pelayo
Necrópolis merovingias
Necrópolis navarras
Necrópolis suburbanas
Necrópolis vasconas
Necrópolis vinculadas a las iglesias
Paganismo
Paganismo tardío
Paganismo tardío de los vascones
Pamplona tardoantigua
Parroquial suevo
Pendientes
Peregrino norteño
Piscina bautismal
Placa de cinturón
Placas de cinturón
Poblado tardorromano
Presbíteros
Presbíteros, administración del sacramento por
Recipientes de vidrio
Red de iglesias construidas por los grandes propietarios tardorromanos
Refuerzos metálicos de cubos de madera
Reliquias de Francia
Rito funerario
Sarcófago monolítico
Scramasax
Sedes católicas
Sepultura privilegiada femenina
Sociedad, cultura o territorio altomedievales
Tipos de área de enterramiento
Topografía de Pamplona en los siglos VI y VII
Tres naves en planta basilical
Trientes
Tumbas de lajas de piedra
Tumbas de sarcófagos y de tegulae
Uso funerario de villas ya abandonadas
Usos germánicos
Usos tardorromanos
Vascón, facies
Vascón, facies funeraria
Vasconas, necrópolis
Vascones, clérigos
Vascones, Iglesias de los
Vascones, paganismo tardío de los
Vasconia, grupos dirigentes de
Vasconia, historiografía del siglo XX referida a
En la cabecera de esta entrada aparece la imagen de una inscripción sobre fragmento pétreo que ha sido interpretada por Isabel Velázquez y datada en el siglo IX:
N O N O? ANELLO MIISERELO
+ L + C E L L A I++
Añaden Miguel Loza y Javier Niso (2016):
Buenos días,
Soy Miguel Loza director de las excavaciones arqueológicas realizadas en el yacimiento de San Martín de Dulantzi. En primer lugar, quiero agradecer la difusión que se está realizando del lugar y las interesantes aportaciones que se están realizando desde este blog. Además, aprovecho para adjuntar los enlaces de dos nuevos artículos que hemos redactado Javier Niso y yo.
El primero junto con la profesora Isabel Velázquez de la Universidad Complutense de Madrid sobre sobre dos cucharas de plata que encontramos en dos enterramientos del siglo VI en San Martín de Dulantzi Una de ellas tiene una escena de Teseo y el Minotauro separado por un elemento central y el nombre del propietario AGRECIUS. https://www.academia.edu/35712653/Una_posible_cristianizacion_del_mito_de_Teseo_representada_en_una_cochlear_hallada_en_la_Iglesia_de_San_Mart%C3%ADn_de_Dulantzi_Alegr%C3%ADa-Dulantzi_Alava_
El segundo versa sobre el fragmento de un candelabro que apareció en el relleno de amortización de uno de los silos abiertos en el interior de la iglesia en su última etapa en uso (siglos X-XI).
https://www.academia.edu/33619247/EL_CANDELABRO_DE_SAN_MART%C3%8DN_DE_DULANTZI._UN_EJEMPLO_DE_MOBILIARIO_LIT%C3%9ARGICO_ALTOMEDIEVAL
Gracias Miguel. He hecho una primera lectura del artículo y cogido algunos apuntes. También he consultado el artículo de Juan Carlos Elorza de 1988. ¡Cuántos interrogantes abiertos!
ELORZA GUINEA, Juan Carlos. «Notas sobre las llamadas cucharillas litúrgicas romano-visigodas localizadas en Hispania: la colección del Museo Arqueológico Nacional.» Anejos de Gerión (1988): 381-394. http://revistas.ucm.es/index.php/GERI/article/viewFile/GERI8888220381A/14777
Grata sorpresa la de esta entrada, Joseba. La verdad es que el artículo de Larrea se me había pasado, a pesar de que la alerta desde el repositorio de Academia me habrá llegado casi con seguridad en su momento. Lo mismo cabe decir del interesantísimo articulo sobre la iglesia de Dulantzi, cuya excavación no deja de dar sorpresas. Respecto al primero, querría comentar que la cronología de la pequeña iglesia de Finaga debe remontarse algo en el tiempo si, tal como creo, su uso es coetáneo al de la necrópolis tardorromana. Aquí se puede encontrar la argumentación y las fechas calibradas hasta ahora disponibles, que nos llevan al siglo V: https://www.academia.edu/28551216/Necr%C3%B3polis_de_San_Mart%C3%ADn_de_Finaga
Espero poder desarrollar con más calma el argumento en otro lugar. Si para Finaga defiendo una cronología algo más temprana, no sucede lo mismo para la iglesia de Buradón, en Álava, que situaba en esa misma centuria en las publicaciones que siguieron en poco a la excavación. Con las fechaciones calibradas actualmente disponibles, que proceden tanto de la necrópolis de tumbas de fosa anteriores a la construcción como del nivel de uso de la primera iglesia, cabe pensar que el edificio data con toda probabilidad del siglo VII. Y esto es todo, por ahora.
Saludos
Muchas gracias Juanjo por las putualizaciones. A ver si este nuevo año nos hacéis una ruta guiada de las tres iglesias vasconas de Larrea
Habrá que ponerse de acuerdo.
Saludos, Joseba.
Buenas,
Acabo de descubrir este blog de casualidad y he de decir, la verdad sea dicha, que he encontrado un auténtico Potosí (deformación de numismático). Muy interesante, de verdad.
He visto que enlazabas un artículo que firmé junto a Miguel Loza y Javier Niso (tanto monta, monta tanto), pero por lo que veo no funciona el enlace de la Universidad de Deusto. Aquí lo podéis leer:
http://www.academia.edu/9829921/Las_monedas_de_San_Mart%C3%ADn_de_Dulantzi_Alegr%C3%ADa-Dulantzi_%C3%81lava_Pa%C3%ADs_Vasco_._Luces_y_sombras_Siglos_I_XIV
En el portal Academia.edu también tengo subido otro pequeño trabajo publicado en Arkeoikuska, donde se da noticia sobre la primera campaña de excavación en la ermita de San Mamés (Kortezubi, Bizkaia).
https://www.academia.edu/1776242/Ermita_de_San_Mam%C3%A9s_Kortezubi_Bizkaia_
Ondo izan
Gracias Raúl. No encuentro ese enlace roto a vuestro artículo de las monedas, que he leído pero del que no he extraído todavía apuntes enlazados. Estoy ahora con una cosa sobre estatigrafía lingüística del País Vasco que me tiene absorto (por cierto, me ronda la idea de un Dulantzi ~ Dulaniz < *Tullan-ici, aunque esa evolución -anici > -ançi sea problemática).
Os considero muy afortunados a quienes habéis excavado e interpretado el material hallado en Dulantzi. Estoy convencido de la enorme importancia del enclave para la dialectología vasca. ¡Habrá que hacer un simposio!
La verdad es que fue un auténtico placer y privilegio excavar en San Martín de Dulantzi. Creo, sin riesgo a equivocarme demasiado, que es junto a Iruña-Veleia (donde también pude trabajar) el yacimiento más interesante del País Vasco. ¡Lo del simposio sería una gran idea!
Me fascina la labor detectivesca que lleváis a cabo en relación a la evolución a la lengua vasca en los siglos altomedievales. Ánimo!