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Western Vasconia, year 1025

[Actualizado 8 de julio de 2025]

La Reja de San Millán es un testimonio de excepcional valor para conocer la situación lingüística del occidente de Vasconia hace mil años. También ofrece indicios muy valiosos sobre la organización socioeconómica del territorio en dicho periodo. Refleja, por otra parte, el contacto entre dos lenguas que además de competir por el espacio estaban inmersas en un activo proceso de diversificación dialectal. Si hace 2.000 años, el oficio de la marmolería obró el milagro de la supervivencia del euskera, creemos que mil años después fue la metalurgia la que tomó el relevo.

Reclamé hace poco en Zuk.eus que el milenario de la Reja de San Millán se merecía un gran congreso monográfico, vg. La Reja de San Millán y la historia lingüística del País Vasco. Es un deseo compartido con algunos colegas, principalmente con David Peterson o Emiliana Ramos. Pero me temo que finalmente va a haber que esperar otros mil años para que se pueda celebrar la efeméride como se merece.

Presentación de los actos conmemorativos (7 de julio de 2025). Los organizadores, de izquierda a derecha, Javier Fernández Bordegaray, Ana del Val, David Peterson, José Antonio Sainz Varela. Imagen y más información Zuk.eus

El Departamento de Cultura de la Diputación Foral de Álava, en colaboración con el Archivo de Álava y la Universidad del País Vasco, ha programado un ciclo de charlas para el mes de octubre, con la participación de David Peterson, Ernesto Pastor, Fermín Miranda, Agustín Azkarate, Julen Manterola y Patxi Salaberri (ver programa completo en Zuk.eus). También en el First International Conference on the History of Basque habrá un pequeño bloque dedicado al estudio de la Reja. Por cuenta propia algunos ayuntamientos, concejos y barrios (Adurza, Arraia-Maeztu, Arratzua-Ubarrundia) han organizando charlas divulgativas para sus vecinos, impartidas entre otros por Ramón Díaz de Durana e Ismael García Gómez. Pero se echa de menos un gran congreso monográfico entre especialistas, por los motivos que exponemos a continuación.

[Añadido el martes 8 de julio]

El documento De ferro de Álava, nombre de la Reja dentro del cartulario de San Millán, describe un territorio que destaca por su capacidad siderúrgica. En esta línea se inscribe el trabajo de David Peterson ‘La lengua del hierro. Nexos medievales entre Álava y la Demanda’ (2018), que profundiza en la hipótesis de que «siderurgia y euskera pueden entenderse ambos dentro de un mismo paradigma migracionista que unía la Demanda y Álava en el Altomedievo».

El origen de la especialización en esta actividad económica resulta difícil de rastrear con precisión, pero desde luego no entra en contradicción con las prácticas funerarias que definen el ámbito cultural de los vascones entre los siglos V y VIII (ver Enterrar con armas en el Occidente altomedieval: las necrópolis de Vasconia). Planteamos, por ello, que los vascones occidentales (o vascongados) de los siglos V al X habrían desarrollado una pericia técnica notable en el ámbito de la siderurgia, lo que les habría conferido una posición distintiva respecto a las comunidades circundantes. Tal especialización productiva debió de ser en un factor determinante en la configuración y consolidación de su identidad colectiva, en la que los elementos de naturaleza lingüística desempeñaron un papel especialmente relevante.

En la Reja se detecta un euskera dialectalizado, con rasgos propios que había incorporado préstamos latinos en evolución romance que lo diferencian de las variedades orientales. Sobre estas cuestiones hablé en la entrevista publicada en Zuk.eus  y ahondaré en una comunicación para el  First International Conference on the History of Basque.

6 respuestas a «Western Vasconia, year 1025»

Buenas tardes señor Abaitua, felicitándole de nuevo por su extraordinario trabajo asi como al resto de los iintervinientes. En referencia a la historia lingüistica del País Vasco de la cual me he empapado algo pero sin tener obviamente los conocimientos de los intevinientes me acordé de ustedes al observar ciertas palabras sardas del idioma nurago que muy sugestivamente me recordaron al aquitano, protovasco, eusquera o como prefiera llamarse. Me llamó la atencion Urtzula,Tzirima,Lotzorai

Gracias, Neville. De las relaciones entre el euskera y el nurago (paleosardo o sardo antiguo) se ha elucubrado mucho. En junio de 2018 dediqué en Trifinium una entrada a Eduardo Blasco Ferrer (1956-2017), autor de Storia linguistica della Sardegna. Reproduje la siguiente cita de un artículo suyo de 2013:

«el azar no puede explicar de ninguna manera la equivalencia perfecta entre los morfemas reconstruídos o documentados del (proto)euskara y los morfemas documentados en numerosísimas unidades toponímicas libres, derivadas y compuestas del paleosardo» (Blasco Ferrer 2013:50).

Blasco Ferrer, Eduardo (2013). Paleosardo: un nuevo Stammbaum. Palaeohispanica. Revista sobre lenguas y culturas de la Hispania Antigua, (13), 49-63.

Me parece oportuno destacar el matiz terminológico que distingue mediante prefijos las dos variedades lingüísticas, paleosardo y protovasco.

En el debate participaron de manera destacada Ander Ros y Octavià Alexandre.

Muchas gracias por recordarlo, señor Abaitua.
¿Cuántos topónimos de raíz euskérica se han conservado únicamente porque fueron registrados en los legajos del monasterio de San Millán de la Cogolla?
Resulta paradójico que, en la actual Euskal Herria —una sociedad con una actitud abiertamente anticristiana—, una parte significativa de su memoria lingüística más antigua haya sobrevivido gracias al gran esfuerzo de una institución religiosa.
Hoy, en una sociedad vasca que rechaza la Iglesia, no solo se ha roto con una institución, sino con todo lo que oliera a tradición, herencia o continuidad. Curiosamente —aunque seguro que es pura coincidencia—, esa liberación ha venido acompañada del vaciamiento de los templos, de las plazas y, poco a poco, también de las casas. Pero tranquilos: todo va según lo previsto. Al fin y al cabo, ¿quién necesita raíces cuando se tiene progreso?

Sabias palabras Arandio. La versión new-wave que gusta a los desgarramantas es que el cristianismo (como elemento exógeno) terminó con Mari y la primitiva religión solar de los vascos. Nada mas alejado de la realidad. El mayor vector de cristianización (contra las practicas religiosas romanas e indigenas) y de euskerización fue precisamente el cristianismo. ¿No eran acaso euskaldunes los que cambian el nombre a los días de la semana en el dialecto occidental, haciéndolos «mas cristianos»?.
No se puede entender el euskera sin el apoyo de la iglesia durante 1800 años (no en todos los siglos apostilla Koldo Zuazo). ¿Quienes son pioneros en escribir euskera?, pues los curas y monjes, no hay duda. ¿Quién era el padre Larramendi (s. XVIII)?. ¿Quién era el elantxobetarra Imanol de Berriatua (1914), firme defensor del euskera batua?, ¿quien era Axular (s. XVII)?. Y así miles y miles de personas. La deuda del euskera con la iglesia es enorme. Incluso jugaron papeles de unificación de la lengua sin saberlo (me vienen a la cabeza esos sacerdotes del beterri gipuzkoano a los que su diócesis les destinaba al Debagoiena, y a donde llevaban sus giros y expresiones plasmados en sermones, o incluso el también cura Leizarraga). Mucha ignorancia sobre todas estas cuestiones. Parece mas productivo hoy en día decir que la religión fue destructora de la cultura vasca, con curas españolistas e inquisidores siempre dispuestos a atacar a «ese lenguaje de perros». Una pena de ignorancia, y un error que pagaremos como sociedad.

Estos dias me he encontrado unas cartas escritas por mi abuela de Zerain a su esposo en Azpeitia hace un siglo. Está en su casa natal de Zerain cuidando de sus mayores y desde allá escribe a su esposo en Azpeitia. Su familia de Zerain son humildes pastores en Urbia, relacionados tambien por apellidos y tal con la llanada. Lo primero que me llama la atencion es que habiendo nacido a finales del XIX en Zerain escribe bastante bien en castellano. En la carta no hay ninguna palabra en euskera. Ninguna. Sobra decir que esa familia de Zerain es absolutamente vascofona. Y su esposo azpeitiarra practicamente monolingue. Probablemente en casa de Azpeitia alguien ha de leer y traducir la carta al vasco. Sus nombres Maria y Cruz. Si no llega a ser por los apellidos , que no aparecen en la carta, seria atribuido a castellanizados del todo. No sé si sirve la anecdota pero es complicado con lo poco escrito de hace 2000 años que ha llegado sacar tesis robustas. Razonables sí … pero conscientes que habrá elementos que pueden escaparse a los marcos hipotéticos y razonables. hace un siglo y hace 2000 años

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