Seguramenente, entre las publicaciones recientes, la que con más y mejores argumentos ha contribuido a reforzar la teoría de una vasquidad ancestral del actual País Vasco es Joaquín Gorrochategui Churruca (2000): ‘La romanización del País Vasco: aspectos lingüísticos’. Bitarte: Revista cuatrimestral de humanidades, 22: 87-106 (apuntes anotados 1, 2, 3). Sin embargo, he cometido la imprudencia de no mencionarla en mi último trabajo (‘La historia interna de la vasconización tardía: préstamos y neologismos’), que que saldrá a la luz en las próximas semanas dentro de una compilación coordianda por Ander Ros y Emiliana Ramos en homenaje a los 80 fecundos años del gran filólogo y onomasta Ricardo Cierbide. Gorrochategui ofrece en su artículo un esfuerzo de divulgación y síntesis muy importante, motivo que justifica su uso como fuente de autoridad contra nuestra teoría de la vasconización tardía (cf. sobre todo Patxi Salaberri, Jose Mari Zaldua 2016).

El Atlas de hablas locales del euskera (‘Euskararen Herri Hizkeren Atlasa‘, EHHA) facilita el cotejo de muchas de las hipótesis debatidas en la bibliografía sobre el origen y cronología de los dialectos vascos. En este sentido, merecen nuestra atención el léxico común antiguo, los préstamos latinos comunes, los préstamos romances divergentes, el contacto vascorrománico, las innovaciones y arcaísmos dialectales, las principales áreas de divergencia, etc. En esta entrada vamos a considerar algunos ejemplos de léxico común en oposición a otros de divergencia dialectal dentro del mismo campo semántico del EHHA.
El Atlas de hablas locales del euskera (‘Euskararen Herri Hizkeren Atlasa‘, EHHA) es una fuente de extraordinario valor para la dialectología vasca, la historia de la lengua, o la lingüística vascorrománica. Hasta la fecha se han publicado siete tomos, el último de ellos presentado recientemente por el director académico del proyecto Adolfo Arejita. El EHHA se suma a la lista de recursos que Euskaltzaindia comparte en internet. Entre ellos destacan el Diccionario general de euskera (‘Orotariko Euskal Hiztegia‘, OEH) y los 27 volúmenes del Onomasticon Vasconiae (descargables en PDF). De igual manera son especialmente valiosas para nuestros fines las Obras completas de Koldo Mitxelena (2011), publicadas por la UPV/EHU (con un práctico sistema de consulta multifuncional), el Fondo Bonaparte, del equipo TesiTek que dirige Rosa Miren Pagola en la Universidad de Deusto, así como los buscadores de datos toponímicos de los gobiernos de la CAV y de Navarra. Es especialmente loable la iniciativa del Gobierno Vasco de facilitar la descarga (datos abiertos en WMS, CSV, o MDB) de una buena parte del material toponímico.
Tal abundancia de recursos facilita sobremanera el trabajo, pero abruma en igual proporción. Con el fin de agilizar la consulta, ofrecemos en esta entrada un rápido muestreo de los siete tomos del atlas EHHA publicados hasta la fecha y cuyo contenido resumimos:
Apellániz, el [corral] de Appinius
Tras barajar diversos nombres de propietario, Patxi Salaberri se decanta por Appinius, descartando Ampellius (propuesto por Mitxelena en Apellidos Vascos 347), Ampelici (Caro Baroja 1945:103), Apinianus o Pinianus (Menéndez Pidal y Tovar 1962: 390). Dice Salaberri (2013: 205):
- «parece más conveniente pensar en Appinius, al que se le habría añadido en un principio el sufijo –anu, o sea, habrá que partir de *(fundu) appinianu > *Apiñano, forma que habría tomado, ya en la Edad Media, el sufijo –iz, convirtiéndose en Apiñaniz»

La «vasconización tardía» o la «expansión vascona altomedieval» (tanto monta, monta tanto) son términos que se refieren a un mismo fenómeno que ilumina aspectos clave de la historia lingüística del País Vasco (Pays basque, Basque Country, Euskal Herria, Vasconia). Un leve matiz diferencia los dos enfoques; digamos por simplificar que el primero es ateo y el segundo agnóstico. ¿Respecto a la existencia de Dios, o la virginidad de María? No, respecto al dogma historiográfico de una supuesta continuidad ininterrumpida de la cultura vasca desde la prehistoria.
El arqueólogo Mikel Unzueta (2004) atribuye esta creencia al también arqueólogo y antropólogo Pere Bosch Gimpera (1923, 1932). El estudioso catalán habría sido el principal artífice de una teoría que ha calado muy hondo en el discurso identitario vasco, llegando a convertirse en dogma. Un dogma perseverante y arraigado, por ejemplo, en los materiales divulgativos y educativos sobre la cultura vasca (vg. Hiru.com, Gipuzkoakultura.net, Kondaira.net). La teoría de Bosch Gimpera se asienta en los siguientes tres pilares: