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El *enos-kara de los ‘rusticani’, año 409

Año 409, el historiador Orosio informa de la existencia de unos individuos, los rusticani, a quienes Roma había encomendado la custodia de los pasos pirenaicos occidentales. No conocemos las circunstancias exactas por las que estos individuos aparecen en las fuentes históricas cumpliendo este cometido, pero vamos a tratar de recomponer lo que sucede a partir de entonces. Indagaremos en los indicios que convierten a los rusticani de Orosio en los proverbiales protagonistas de la supervivencia del euskera y de su desarrollo posterior en los siglos oscuros de la Tardoantigüedad y Alta Edad Media. A ellos debemos el extraordinario legado cultural que representa hoy día la lengua vasca, un unicum lingüístico en Europa.

Torre trofeo romana del monte Urkulu, Orbaiceta, Navarra (Wikipedia)

Esta entrada está basada en ‘Del euskera en la Tardoantigüedad. Expansión a occidente y dialectalización’ (siglos IV-VIII), artículo publicado en diciembre de 2022 en Palaeohispánica 22, del que soy coautor junto a Mikel Martínez Areta y Emiliana Ramos Remedios. Hay que destacar que la tesis de Mikel Pozo Flores 2016 ha sido nuestro principal apoyo historiográfico (Vasconia y los vascones de la crisis del imperio romano a la llegada del islam (siglos V-VIII). Evolución sociopolítica y génesis de la gens effera, publicada en 2022 por el CSIC). De la presentación del libro escogemos el siguiente extracto:

Hacia el año 400, Vasconia era una de las principales puertas de entrada a Hispania a través de la vía que unía Astorga con Burdeos. En 409 arrancó un período crítico del que surgiría un nuevo grupo dirigente articulado en torno a los líderes de los destacamentos militares del país. Los «vascones feroces» de los siglos VI y VII fueron el resultado de su evolución en la periferia de los reinos franco y visigodo. Para comprender la evolución hasta llegar a ellos, se estudian, entre otros aspectos, las estructuras del Estado romano en su última fase, la doble ruptura del siglo V, la naturaleza del conflicto «bagauda», la reaparición del etnónimo «vascón» en los textos y su caracterización, los usos funerarios, la organización sociopolítica del país y la función de la guerra y de las estructuras eclesiásticas tanto en el interior de la sociedad vascona como en su relación con el reino visigodo.

Estamos, por tanto, a comienzos del siglo V, en vísperas del saqueo de Roma de 410 perpetrado por el ejército visigodo de Alarico I. Las líneas de defensa del Imperio habían sucumbido solo cuatro años antes, en 406. Hordas germánicas, compuestas por vándalos, burgundios, alanos y suevos habían logrado cruzar la frontera del Rin y se habían expandido por la Galia e Hispania, sin que las tropas regulares del Imperio hubieran podido hacer nada para detenerlas.

Es en este contexto en el que debemos ubicar a los rusticani de 409. Pozo los define como un “nuevo grupo dirigente, articulado en torno a los líderes de los destacamentos militares del país”. Añadimos nosotros que sus rasgos aglutinadores, además de la cultura de las élites guerreras y del cristianismo de raigambre católica, contó sobre todo con un elemento identitario principal, la lengua, circunstancia que quedó plasmada en el binomio eus-kara / erd-ara. Es en ese momento, por lo que parece, que se acuña el neologismo eus-kara ( < *e-nos-kara), con el significado de ‘a lo decir’, ‘al modo de hablar’ (derivado del tema verbal *e-no(t)s-, cf  EHHE); frente a otro, erd-ara, que equivaldría a ‘lo medio(hablar)’, englobando toda lengua no euskérica. Afirmamos que este *e-nos-kara del siglo V es la lengua que la historiografía lingüística (desde Lakarra 2011, apud Michelena 1981) ha denominado ‘vasco común antiguo’, tronco del que posteriormente se ramificaron todos los dialectos vascos.

¿Qué más sabemos de los rusticani? El especialista Javier Arce (2017) los describe como «tropas rurales semiarmadas». Mikel Pozo (2016) dice de ellos que «su principal cometido era vigilar el bandolerismo y posiblemente cobrar tasas e impuestos de peaje». Por Orosio sabemos además que su custodia era “útil y fiel”. En su tesis, Pozo ofrece una amplia argumentación por la que los rusticani de Orosio reaparecen una generación después participando en el conflicto bagauda (441-454), que conocemos gracias al historiador Hidacio (Chronicon, 117-150). Estos Aracellitani Bacaudae mencionados en el Chronicon debían controlar en 443 el paso de la Barranca navarra y se cree que acompañaron a los suevos en sus correrías de mediados del V.

Tras esto, las fuentes no los mencionan durante más de un siglo, pero creemos que debieron de conformar un contingente poblacional que se afinca en la cuenca de Pamplona, donde se cohesiona y afianza en torno a su lengua, su stock onomástico (que conservará a lo largo de varias generaciones), la belicosidad compartida con otros pueblos europeos, tras el colapso del aparato imperial, así como un recién adquirido cristianismo. Este último punto es fundamental, ya que en aquellos tiempos la Iglesia era la única institución con una articulación territorial y un calendario, por lo que se constituyó en el principal eje vertebrador. Aunque no hay noticia explícita de un obispo de Pamplona hasta 589, posiblemente una diócesis existía en esta ciudad desde bastante antes.

En 507, los francos vencen a los visigodos en la batalla de Vouillé y en los años siguientes estos pasan a la península ibérica, donde fundan el reino de Toledo. De esta manera el reino franco adquiere una posición de pujanza y la cuenca de Pamplona pasa a formar parte de la órbita cultural y religiosa merovingia. Aunque no hay constancia de que los francos hicieran ninguna maniobra encaminada a la conquista de la península, sabemos que su ejército emprendió en 541 una expedición en la que asediaron Zaragoza. 

Dice Pozo (2016, 177):

Los francos no integraron Vasconia en su reino, pero no nos dejamos de preguntar qué consecuencias pudo tener el paso de su magnífico ejército por la región y cuál fue la actitud de los gobernantes de Pamplona. Es posible que hubiera un buen entendimiento e incluso que se enrolasen en las huestes francas atraídos por el olor a botín. Este hecho pudo tener diversas implicaciones en el interior de la región más allá del puramente material. El contacto con los soldados norpirenaicos debió favorecer el conocimiento y adopción por los indígenas de costumbres y rituales asociados al poder militar franco como el funerario difundido en Vasconia […]

Creemos con Pozo que esta expedición franca de 541 que atraviesa Pamplona pudo ser el catalizador que provocó la expansión hacia occidente de algunos elementos culturales merovingios, significativamente sus ritos funerarios, así como la creación de satélites eclesiásticos de la diócesis de Pamplona. En el artículo añadimos a estas consecuencias la expansión del euskera. De esta forma, ritos funerarios, iglesias satélite y lengua vasca van a constituir las tres herramientas que permiten rastrear la expansión de este grupo humano hacia el occidente de Vasconia. 

Sostenemos que 541 marca por tanto el comienzo de la expansión del euskera hacia occidente y con ella el inicio de su dialectalización. Aunque tras siglo y medio de asentamiento en la cuenca de Pamplona y valles pirenaicos de ambas vertientes la lengua habría experimentado algún grado de diversificación, sostenemos que es en la Llanada alavesa donde el euskera desarrolla unas innovaciones bien definidas que se manifiestan ya de forma inequívoca en la toponimia vasca occidental. Con este planteamiento, cuadran tanto geográfica como cronológicamente la jerarquización eclesiástica que describe Pozo (2016) y la jerarquización dialectal que manejamos desde Michelena (1981). Pamplona es por tanto la matriz eclesiástica (la sede episcopal), como la matriz lingüística (la Urheimat del vasco común antiguo). De ella se despliegan, primero, la basílica con baptisterio de Dulantzi y una variante lingüística que con el tiempo será la matriz del vasco occidental, y más tarde, desde la Llanada, la iglesia rural de Fínaga y un euskera que estará en la órbita del vasco occidental pero que con el transcurrir de los siglos a su vez se dialectalizará.

Gráfico de Isabel Toledo, El Correo 09.09.2022, Sergio Carracedo «El euskera entró en Álava en el siglo VI y desde la Llanada se expandió a Bizkaia y cuenca del Deba»

Este planteamiento da una explicación histórica a un hecho constatado por los dialectólogos especialistas en vasco occidental en los últimos años. Ya Sasía 1976 observó que el dialecto alavés no fue un dialecto marginal y periférico del vizcaíno, sino que en la Llanada alavesa debía hallarse el núcleo desde el que se irradiaron rasgos lingüísticos tanto a Vizcaya y cuenca del Deva, en una época temprana, como posteriormente al norte de Burgos y la Rioja Alta.

En el artículo aportamos argumentos por los que la génesis del vasco occidental habría que buscarla en el entorno o hinterland de la basílica paleocristiana de Dulantzi y en su periodo de vigencia (coincidente grosso modo con el de la necrópolis de Aldaieta), es decir ca. 550-700/750.  Además, sugerimos que es en esta época cuando el incipiente vasco occidental hace una serie de elecciones léxicas muy características, ya sea por medio de préstamo, como zapatu ‘sábado’ (< lat. sabbatu), domeka ‘domingo’ (< lat. dominica), berba ‘palabra’ (< lat. verba), o de acuñación patrimonial, como eguen ‘jueves’ (eguaun en Lazarraga y Landucci, < *egu-egun), bariku ‘viernes’ (< *(a)bari (ba)ko egun ‘dies sine cena’). Estas elecciones deben de proceder del ámbito eclesiástico y por tanto tienen todo el aspecto de haberse originado en paralelo a la liturgia concreta de Dulantzi (frente a la diócesis de Pamplona, donde se optó por ortzegun ‘jueves’, ortziral ‘viernes’, larunbat ‘sábado’, igande ‘domingo’, hitz ‘palabra’), en una época en que al menos parte del léxico cristiano estaba in fieri en todas las regiones de Europa.

Como última fase de la expansión del euskera en lo que a la fachada atlántica concierne, algunos contingentes vascófonos remontaron los pasos de Salinas de Léniz, Urkiola, Barazar, Altube y, siguiendo los cursos fluviales, colmaron las cuencas de Vasconia occidental de topónimos con bago, bide, haran, solo, huri, baltz, barri,aga, -tegi/-hegi, -keta/-heta... o bien adoptaron como ónomas topónimos ya fijados en lenguas anteriores y los adaptaron a su fonética (vg. Martínez Areta 2023).

34 respuestas a «El *enos-kara de los ‘rusticani’, año 409»

Gracias, Nando. La Llanada alavesa se distancia de Pamplona a partir de la llegada de los musulmanes en 711. Hasta entonces suponemos un contacto estrecho entre los dos polos, estando este occidental dominado por el núcleo más adelantado y audaz del contingente vascón, contra el que habría actuado Leovigildo en 581. Estas elucubraciones, que son compartidas, fueron motivo de otras entradas de Trifinium.

A mi no me acaba de convencer ese *enoskara

Todo parte de un escrito de Esteban de Garibay en 1571 en el que dice que a la lengua la llaman los naturales enusquera, lo que parece mas bien una reconstruccion erudita suya, quizas buscando una forma originaria o correcta ante las variantes dialectales. ¿No es extraño que ni en la literatura vasca, que da comienzo en esos años con el «Linguae Vasconum Primitiae» de Etxepare en 1545, «Heuscara ialgui adi«, ni en la posterior, aparezca nunca esa forma «enoskera» o «enuskera»? ¿Y que ninguno de los dialectos vascos haya conservado variante parecida? ¿Hemos de suponer que el nombre de los vascos era en realidad *enuskaldunak, y la tierra *enuskalherria?

Las variantes dialectales vascas son euskera, euskara, eskuera, Oskera, Uskara, Uskera,.. sin mencionar otras versiones con diferencias menores, y curiosamente las versiones orientales, suletinas, roncalesas, con rasgos conservadores y en las que es posible que haya mas sustrato arcaico vasconico usan las formas «Uskara» y «Uskaa». O algunas formas altonavarras «auskera» y «oskara».

Parece mas logica la explicacion de que estamos hablando de la tierra y la lengua de los «uske», «uske-era», el habla o modo de las gentes, de las personas. Y que «erde-era» era el equivalente del modo de hablar de los «barbaros», para los vascones y los iberos, que tambien tenian la palabra erde. La usaban en las monedas de valor fraccionario, de medio «etar». Habria sido curioso poder preguntar a los iberos como llamaban a su lengua. Por lo que conocemos no seria extraño que hubiera sido «uskerar», «uskerer» o algo similar. Incluso resulta mas elegante que Euskadi sea el pais de los «uske», de la gente, que uno de los que tienen un modo de hablar, *enuskadi».

Y luego esta la semejanza de nombres de las gentes de la zona en epoca romana.

Los ausk-ii, con plural latino, en Aquitania.
Los uask-ones, vascones, en Navarra.
Los osk-idates al norte de los anteriores.
Los uesk-etani en Huesca, u Oske-nses.

Todo eso sugiere que la raiz EUSK es arcaica, y que ese *eNOSK seria un artificio. Parece que estamos hablando de una palabra comun con variantes dialectales hace ya 2 mil años. Esta palabra seria AUSKE,UASKE,OSKE, UESKE,… posiblemente todas en relacion con la version ibera USKE.

Liken, me da la sensación de que estás apuntando a muchas opciones distintas, como tratando de contraargumentar a la lógica de *enos-kara “a peso”, con muchos argumentos, aunque éstos sean contradictorios entre sí. Primero dices que es ibérico, luego los Ausci, luego los vascones (ba(r’)s’kunes hasta 150-75 no era más que un topónimo indoeuropeo, sin ninguna vinculación con el euskera, que de hecho no adquiere hasta que lo reutilizan los autores visigodos en los siglos VI-VII), los Oskenses… Todo a la vez. Sería mejor una sola opción, pero que ofreciera una explicación más plausible que *enos-kara.

La forma más antigua documentada es heuskara, en Etxepare, Leizarraga y autores mixanos (cf. OEH). Al menos para los que no creemos que hubiera ningún continuo dialectal vasco-ibérico (como yo, Mikel), sino que el aquitano>euskera y el ibérico eran dos lenguas nítidamente diferenciadas en la antigüedad, la aspiración no es un meteorito que cae del espacio sino que era una característica propia del aquitano (y NO del ibérico), pudiéndose generar más aspiraciones entre el aquitano y el euskera histórico por otras vías, como la caída de nasales intervocálicas. Además, en aquitano el diptongo eu es prácticamente inexistente. heus-kara encuentra una solución muy elegante en algo parecido a un *enos-kara “al modo de decir, hablar…” Los matices se explican en el diccionario etimológico de Euskaltzaindia. Podría ser también *eno/us-kala.

La -n- caería entre vocales (de hecho no podría ocurrir otra cosa) y la h resultante podría saltar a inicial (h2 > h1, en la notación de Lakarra), fenómeno con paralelos (como lat. arena > eusk. harea). Si el euskera no se documenta hasta el siglo XVI y la n cae entre vocales en la Edad Media, es imposible que este *enos-kara se documente en ningún autor histórico, como exiges tú (el enusquera de Garibay -en occidente quizás haya contaminación con el sufijo -era romance- no es una reconstrucción erudita, sino que en él puede estar marcando la nasalidad de las vocales adyacentes, que todavía no se ha perdido del todo; es por tanto un fuerte indicio de que ha habido una -n- entre vocales).

Pero es que, además, sea cual sea la forma exacta de la raíz verbal y su significado exacto, esto permite trazar un patrón regular con erd-ara “a medias, a lo medio entender”, con el que estaría en distribución complementaria, mostrando los dos un sufijo adverbial –(k)ara que se documenta en los textos (el Arstoak arstara “a lo burro” de Oihenart, gogo-ara, jaki-ara, etc.). Por ello *eno/us-kara parece no un exoetnónimo a buscar en las fuentes grecorromanas, sino un endoetnónimo que hace juego con erd-ara, siendo ambos adverbios comunes formados por los euskaldunes mismos…, pero antes de que se caiga la -n-. Los mejores candidatos: los rusticani o sus descendientes en esa etapa en que se debió de formar el Vasco Común Antiguo, siglos IV-VI.

Tanto *enos-kara + -dun como *enos-kala + -dun darían euskaldun (y erdaldun, que se documenta en la Edad Media), con lo que bien puede remontarse al “VCA nuclear” de los siglos IV-VI, o bien a una época posterior de “VCA expandido”, en que todavía operan vectores comunes. Lo mismo que Euskal Herria (Heuskal Herria en Leizarraga, Euskel Erriau en Lazarraga), donde los artículos evidentemente sí que serían posteriores.

No entiendo por que dices que vascones es indoeuropeo. No es que sea imposible pero ¿Tambien el de los Auski y los otros mencionados a los que resulta tan similar con ese grupo -SK-? Y el bronce de Irulegi en zona vascona muy indoeuropeo tampoco parece.

DUn es un antiguo participo verbal iberico y vasconico.

Se usa mucho en nombres personales, que suelen tener significado en la lengua. Esta es una lista de nombres ibericos en -DUn

seŕtun, uniltun, biosildun, aitikeltun, begoildun, leitigeildun

Frecuente -l- o -r- ante DUn.

Y la semejanza con la palabra euskaldun, que tiene el aspecto de vasconico arcaico.

Una posible etimologia para Euskera. No con el sentido de sentar catedra sino para indicar que otras alternativas son posibles:

AUSKE-ELE lengua/palabra auske
ERDE-ELE media lengua, lengua extranjera
AUSKE-L-DUN hablante de lengua auske

auskele > auskere > auskera, auskara (por influencia latina -are -era, cambio l a ŕ) > euskera, euskara, uskara

ELEŔ tambien se usa en antroponimos ibericos, por ejemplo de la serie -baś (eleŕ-baś, beles-bás, eŕde-bas). Incluso aparece aislado como una palabra, :eleŕ:, quizas relacionada con el vasco ELE, cuyo significado podria encajar bien en un nombre personal iberico. Aunque es bastante especulativo. Pero ELE vasco puede ser arcaico. Segun diccionario etimologico, ELE «(1571) Palabra. Emparentado con uraloaltaico *kele, mongol xele «id.», dagur hele, urálico *kele «id.». Var. elhe.»

Al margen de continuos dialectales o saltos, parece claro que los aquitanos, vascones e iberos estaban relacionados y compartian muchas cosas, probablemente familia linguistica, onomastica, numerales y lexico en cierto grado por determinar.

Es claro que cuando Garibay dice «los mesmos naturales, assi Españoles como Franceses, la nombran Enusquera», y vuelve a repetirla despues, por lo que no parece un error tipografico, salvo que sea doble, lo que afirma no se corresponde con la realidad de su tiempo, siglo XVI, que es improbable que nadie usara esa supuesta forma. El propio Irigoyen piensa que hay una «intencion», la de escribirlo de tal forma para remarcar una posible nasalidad. Si a esas alturas del siglo XVI aun habia nasalidad en la pronunciacion de Euskera en su region es extraño que no se haya conservado en ningun dialecto vasco una forma supuestamente arcaica *enusk o *ehusk y no haya rastro de vocales nasales. Y no estamos hablando del siglo VI sino de una epoca relativamente reciente.

Ademas el sentido que se ha dado siempre a Euskera y Erdera es el de propio de los vascos, propio de los extraños o extranjeros. No el de que se entiende a medias. *Enoskera significaria idioma, forma de hablar, como mintzaira o hizkera, no algo propio, que en el sentido que se conserva en los hablantes.

Gabon, Liken. Expreso mi punto de vista sobre algunos de los temas mencionados, principalmente los etnónimos. La cuestión de la relación del ibérico y el aquitano/euskera, para otra ocasión, ya que creo que en este foro estoy en minoría…;)

(i) Quizás por redacción rápida me he expresado demasiado categóricamente en torno a ba(r’)s’kunes / vascones. Lo que quería decir es: en mi opinión, lo más probable es que el nombre de la ceca es un topónimo (es decir, señala un punto en el mapa, no una etnia, en la época de sus emisiones, -140/80), y probablemente es de etimología indoeuropea (indicando la -ez final un ablativo celtibérico). Todo ello, independientemente de dónde estuviera la ceca, y cuál sea la etimología exacta. Estas dos cuestiones siguen sin aclararse. Sin embargo, en lo que sí hay un consenso creciente entre los especialistas (basta leer Los vascones de las fuentes antiguas…, de 2009, donde por lo menos seis o siete autores lo respaldan o aceptan -recomiendo especialmente el de Pina Polo-), es en que los vascones no eran una etnia prerromana, sino una demarcación o distrito creado por los romanos, posiblemente en torno al año 100 a.C., de alguna manera a partir de la ceca (aunque últimamente ha surgido cierto negacionismo de la equivalencia ba(r’)s’kunes y Vascones, a mi juicio injustificado, a pesar del importante problema formal b- vs w-). Es decir, primero fue la ceca, y luego la etnia, que en realidad más que una etnia era una franja territorial que comprendía varias etnicidades, es decir un trifinium lingüístico en el que convergían celtibérico, ibérico y paleoeuskera, hasta que, posiblemente hacia el año 100-150 d.C., el latín barrió del mapa a las tres lenguas, latinizando enteramente toda la actual Navarra.

Lo anterior es mi opinión. Desde el punto de vista del problema de los etnónimos, lo que quería decir ayer no era que los vascones eran indoeuropeos, sino que no eran una etnia prerromana y que, una vez creada por Roma, nadie, ni romano ni indígena, ni antes ni después de la latinización, habría asociado la palabra vascón con el euskera. Esto es una proyección mental que hacemos desde el siglo XXI al siglo I a.C., madre de todos los malentendidos en torno a la Mano de Irulegi. Esta asociación (vascón = euskaldun, visto desde fuera) no se forja hasta la Tardoantigüedad, y lo hace tras una carambola sin la que el etnónimo habría caído en el olvido o se habría convertido en una mera referencia erudita (tipo autrigones). Lo rescatan los cronistas francos, y a estos copian los autores visigodos de los siglos VI-VII, pero lo emplean para referirse a unos individuos que están haciendo correrías y montando bulla por el norte de la península. Son básicamente los mismos a los que en el siglo anterior Orosio se ha referido como rusticani e Hidacio como bacaudae aracellitani (apelativos nada étnicos, pero que sin embargo se refieren a euskaldunes), pero ahora han pasado a la Llanada Alavesa y Bizkaia y dejan su estela en las necrópolis de Dulantzi, Aldaieta, Finaga, Santimamiñe…, colonizando el territorio con topónimos en huri, -ola, -eta, -aga, -hegi… Ahora sí: el exoetnónimo vascones se corresponde con la lengua euskérica. Pero no antes.

(ii) Los Ausci, en mi opinión, no están en la base del etnónimo euskara (que insisto es un endoetnónimo, y téngase en cuenta que euzko-, con z, es un neologismo -una invención- de Sabino Arana). Esta es una cuestión que creo que se remonta a Oihenart. Quedarían sin explicar la h- de heuskara, o el hecho de que eus-kara esté en distribución complementaria con erd-ara, y formándose ambos con el mismo sufijo.

(iii) Como ha dicho Orkeikelaur, aunque no se estuviera de acuerdo en la reconstrucción del primer elemento de *enos-kara (con la que, no obstante, son coherentes la aspiración de heuskara en Etxepare y Leizarraga, la -n- de Garibay si indica nasalidad de las vocales, y la quasi-ausencia de eu en aquitano), lo que es incontrovertible es que el elemento primario del endoetnónimo es el sintagma adverbial eus-kara, del que se derivan euskaldun, Euskal Herria, etc. El sufijo modal –(k)ara (gogo-ara, jaki-ara, arst-ara…) tiene variantes -ara y -kara tras sibilante, como –(k)eta (Hualde y Manterola han propuesto recientemente que la variante con k pudo surgir porque tras sibilante se oclusiviza una aspiración). Luego no existe ningún formante -sk- en el endoetnónimo euskara.

Gracias, Liken. Se me ha adelantado Mikel, que ha aportado creo argumentos de peso. Estaba con este borrador que envío de todas formas, aunque me solape un poco. Arriba, en el párrafo donde se presenta el binomio euskara/erdara, había puesto un enlace a la entrada del diccionario etimológico (EHHE). En ese diccionario encontrarás argumentos a favor y en contra de la etimología propuesta, atribuida a Alfonso Irigoyen (1977, 1990). Se mencionan también otras opciones, como las que tú sugieres, que se remontan a Humboldt (1821), o Schuchardt (1907), en concreto las que se fijan en el grupo –sk– (presente en uascones, eusk, Ausci, etc.).

Son hipótesis difíciles de probar. Pero lo que a nosotros nos interesa sobre todo es la posibilidad de ubicar temporalmente el periodo de acuñación del binomio. El uso del sufijo adverbial -ara/-kara ‘a la manera de’, y más su variante occidenteal -era/kera, es muy productivo y tiene un claro aire de modernidad (gogoara ‘a gusto’, jakiara ‘a sabiendas’, azkarrara ‘con fuerza’; hizkera ‘forma de hablar’, etc.). Entraría dentro de lo más razonable datar su origen en esa fase pionera del euskera predialectal (ca siglo V).

Rusticani, evolución de la nueva Vasconia en las fuentes merovingias y visigodos, y fortalecimiento y expansión del euskera, tiene mucho sentido y coherencia.

Algo confuso/difuso el papel de la Iglesia en su relación con visigodos, merovingios, y la nueva Vasconia independiente postromana.

Queda sin explicación el por qué se produce la expansión al área vizcaína.

No sé por qué me «gusta» más el uske íbero de Liken.

Gracias de nuevo, Paloma. Siempre es un placer tratar de responder a tus retos historiográficos. En la entrada he citado extensamente a Mikel Pozo y un poco también a Javier Arce. Son nuestros autores de referencia en estas cuestiones, además de Juanjo Larrea.

Arce tiene un excelente trabajo que explica el papel de la Iglesia en la Hispania visigoda. Juanjo Larrea tiene otro esencial que aborda esta cuestión para el caso de la Vasconia tardoantigua. Por resumir un poco, la Iglesia en esos siglos está en manos de la élite, en estrecha conexión con otros poderes, pero sobre todo con el militar. Para la Hispania tardoantigua, Arce plantea un reparto por estamentos sociales, el visigodo en el terreno militar y el hispanorromano en el eclesiástico. En Vasconia no sabemos si se produce ese reparto o si acaso la élite vascona acapara ambos poderes, militar y eclesiástico, en esos siglos V-VII.

Voy en un momento con lo de la expansión natural al área vizcaína y el abandono de las áreas orientales, que por cierto no se da.

La explicación de por qué no se da el abandono de las áreas orientales vasconas romanas, no sé si podría tener relación con lo dicho más arriba por Mikel:

«Los vascones no eran una etnia prerromana, sino una demarcación o distrito creado por los romanos, posiblemente en torno al año 100 a.C. Primero fue la ceca, y luego la etnia, que en realidad más que una etnia era una franja territorial que comprendía varias etnicidades, es decir un trifinium lingüístico en el que convergían celtibérico, ibérico y paleoeuskera, hasta que, posiblemente hacia el año 100-150 d.C., el latín barrió del mapa a las tres lenguas, latinizando enteramente toda la actual Navarra…
Los vascones no eran una etnia prerromana y que, una vez creada por Roma, nadie, ni romano ni indígena, ni antes ni después de la latinización, habría asociado la palabra vascón con el euskera. Esto es una proyección mental que hacemos desde el siglo XXI al siglo I a.C…
Esta asociación (vascón = euskaldun, visto desde fuera) no se forja hasta la Tardoantigüedad, y lo hace tras una carambola sin la que el etnónimo habría caído en el olvido o se habría convertido en una mera referencia erudita (tipo autrigones). Lo rescatan los cronistas francos, y a estos copian los autores visigodos de los siglos VI-VII, pero lo emplean para referirse a unos individuos que están haciendo correrías y montando bulla por el norte de la península. Son básicamente los mismos a los que en el siglo anterior Orosio se ha referido como rusticani e Hidacio como bacaudae aracellitani (apelativos nada étnicos, pero que sin embargo se refieren a euskaldunes), pero ahora han pasado a la Llanada Alavesa y Bizkaia y dejan su estela en las necrópolis de Dulantzi, Aldaieta, Finaga, Santimamiñe…, colonizando el territorio con topónimos en huri, -ola, -eta, -aga, -hegi… Ahora sí: el exoetnónimo vascones se corresponde con la lengua euskérica. Pero no antes».

Los wascones de las fuentes merovingias, la nueva Vasconia (ex novo), no se corresponden con los vascones orientales romanos, por el contrario, son otras gentes que expanden el euskera en la Gascuña franca, Navarra noroccidental, País Vasco, La Rioja y Burgos. En este sentido, no es procedente referirse al abandono de las áreas orientales vasconas romanas, sino que se han latinizado.

1. Vista la expansión lingüística alavesa hacia Demanda y la toponimia medieval es evidente que la llanada es vascoparlante en el siglo vii.
2. La influencia cultural franca en el sur de los Pirineos es evidente desde el vi.
3. Lenguas de estirpe vasca se hablan parcialmente en Navarra desde el Imperio Romano. La epigrafía soriana, teonimia estellesa y antroponomia oriental dan a entender que no era un elemento minoritario al menos en navarra. Es probable que la cuenca, tras la caída del imperio, refuerce los elementos indígenas como consecuencia del fin del mundo urbano y el fortalecimiento de la ruralidad
4. El caos de las invasiones bárbaras tuvo que trastocar mucho la estructura poblacional de la llanada.
5. Es muy probable que las nuevas clases dirigentes en Vasconia procedan más de linajes pastoriles que de las villas romanas en desaparición. No es a descartar que estos linajes pirenaicos fueran militares al servicio del imperio en sus fases finales. En medio del caos es probable que tuvieran más capacidad de supervivencia y constituyeran nuevos centros de poder en el siglo V. Probablemente cristianizados.
6. No es una hipótesis descabellada que la nueva clase dirigente, más rústica y de la tierra, pero militar y cristiana, implicara el fortalecimiento de los restos euskerikos que sorprendentemente llegan vivos al final del imperio
7. Es probable que ese colectivo dominante, de habla vasca, cristiana, con relación con el mundo franco, impulsará el reforzamiento de elementos lingüísticos debilitados, aislados y extendidos al norte y sur de la cadena pirenaica.
8. Así como el castellano de Burgos ve facilitada su expansión en tierras latinizadas y de raigambre celtiberica, el vasco de este nuevo grupo dirigente es posible que encontrará aquí y allá un magma de viejas lenguas ibéricas permeables a este modelo lingüístico.
9. Hay expansión euskerika en tierras castellanas tras el caos de la invasión musulmana, acompañada de movimientos poblacionales alavesas. Es probable que el caos de la caída del imperio y las invasiones que si o si han de pasar por la llamada provocarán un vaciamiento poblacional y llegadas de nuevas gentes de Oriente y del norte. Lo veo más difícil en Bizkaia y Gipuzkoa. Aún siendo pequeñas y no muy pobladas cuesta ver cómo una población latina o de origen céltico en Bizkaia y Gipuzkoa pase a hablar una lengua preindoeuropea tan distinta. Hubo vaciamiento poblacional y llegada de nuevas gentes? La clase dirigente preindoeuropea en el siglo vii consigue cambiar hábitos de poblaciones latinas??? Asunto complicado. Quizás para las 50.000 personas que debían vivir en el País Vasco la lengua del nuevo grupo dominante, quizás más oriental y norteño, no era algo tan tan extraño.
Asunto complicado.

Arratsalde on, Xabier. Como supongo que con ese “asunto complicado” quieres decir que ves problemas en la propuesta que presentamos en el artículo que reseña Joseba Abaitua en esta entrada, permíteme defenderla, en forma de comentarios con >> a cada uno de tus puntos.

1. Vista la expansión lingüística alavesa hacia Demanda y la toponimia medieval es evidente que la llanada es vascoparlante en el siglo vii.

>> De acuerdo. Pero llama la atención que la alergia que provoca el concepto “expansión lingüística” cuando nos referimos de un posible paso del euskera de la Cuenca de Pamplona a la Llanada Alavesa, súbitamente desaparezca cuando ésta se trata de un tránsito desde Álava hasta Burgos/Rioja. En realidad, los datos lingüísticos son de la misma naturaleza en Álava que en Burgos/Rioja.Alta: antropónimos y topónimos indígenas celtas en la Antigüedad (algunos antropónimos del conjunto epigráfico de Belorado son los mismos que los del oriente alavés: Ambatus/a, Secontius/a, Reburrus…) // toponimia euskérica dialectal (posteriores por tanto a los siglos V-VI, si se acepta el marco de Mitxelena 1981) en la Alta Edad Media.

2. La influencia cultural franca en el sur de los Pirineos es evidente desde el vi.

>> Decir “sur de los Pirineos” es muy genérico, y a menudo esta falta de concreción se utiliza para aducir explicaciones conjuntas que, en rigor, solo valen para Navarra. El ejército franco penetró y atravesó Navarra, pero no Álava, ni mucho menos llegó a la costa vizcaína. El análisis de ADN a los inhumados en Aldaieta muestra que no había en los primeros inhumados gente del norte de Europa (que mostraría marcadores genómicos claramente distintos). Hace falta, no obstante, una explicación para la entrada en Álava y Bizkaia de esos ajuares y esas armas tan características.

3. Lenguas de estirpe vasca se hablan parcialmente en Navarra desde el Imperio Romano. La epigrafía soriana, teonimia estellesa y antroponomia oriental dan a entender que no era un elemento minoritario al menos en navarra. Es probable que la cuenca, tras la caída del imperio, refuerce los elementos indígenas como consecuencia del fin del mundo urbano y el fortalecimiento de la ruralidad

>> Totalmente de acuerdo. Pero, si la epigrafía prueba esas cosas para Navarra, ¿por qué al hablar de Álava tenemos que jugar con otras cartas?

4. El caos de las invasiones bárbaras tuvo que trastocar mucho la estructura poblacional de la llanada.

>> Los suevos, vándalos y alanos desde luego (y los suevos con idas y venidas en el siglo V), y los visigodos que entraron tras Vouillé (507) posiblemente también. Pero insisto: los francos no entraron en la Llanada Alavesa.

5. Es muy probable que las nuevas clases dirigentes en Vasconia procedan más de linajes pastoriles que de las villas romanas en desaparición. No es a descartar que estos linajes pirenaicos fueran militares al servicio del imperio en sus fases finales. En medio del caos es probable que tuvieran más capacidad de supervivencia y constituyeran nuevos centros de poder en el siglo V. Probablemente cristianizados.

>> En general de acuerdo, pese al vago concepto de “Vasconia”, tomado de la etnografía. Pero nosotros creemos que esos “linajes pirenaicos”, los rusticani, no provenían de los riscos de Luzaide.

6. No es una hipótesis descabellada que la nueva clase dirigente, más rústica y de la tierra, pero militar y cristiana, implicara el fortalecimiento de los restos euskerikos que sorprendentemente llegan vivos al final del imperio

>> ¿Dónde?, ¿en Álava? Primero habría que aceptar que ese paleoeuskera era la lengua dominante a la llegada de Roma, a pesar de ser casi imperceptible en la profusa documentación. Y sólo entonces, que eso que es casi imperceptible, sobreviva a la latinización, mientras que lo que se documenta abundantemente (lo céltico) se latinice. Más que sorprendente, asombroso.

7. Es probable que ese colectivo dominante, de habla vasca, cristiana, con relación con el mundo franco, impulsará el reforzamiento de elementos lingüísticos debilitados, aislados y extendidos al norte y sur de la cadena pirenaica.

>> El contacto con el mundo específicamente franco no lo adquiere hasta 541. Por otra parte, me parece muy abstracto lo de “reforzamiento de elementos lingüísticos debilitados, aislados…” ¿Hablaban euskera en Álava y Bizkaia en el siglo V? ¿Qué tipo de euskera? ¿Euskera genéricamente? ¿Un paleoeuskera emparentado con el aquitano pero anterior al euskera constatable a partir de la Alta Edad Media? ¿Deja algún rastro en algún lugar? ¿Podría apuntarse algún rasgo que lo diferencie del euskera histórico? ¿Tenía, por ejemplo, aspiración? ¿Pudo ejercer algún efecto de sustrato sobre el euskera histórico?

8. Así como el castellano de Burgos ve facilitada su expansión en tierras latinizadas y de raigambre celtiberica, el vasco de este nuevo grupo dirigente es posible que encontrará aquí y allá un magma de viejas lenguas ibéricas permeables a este modelo lingüístico.

>> O sea que la epigrafía constata profusamente antropónimos como Ablonius</em, Ambatus/a, Carus, Caricus, Segontius, Segontiecus…, y topónimos como Gebala, Gabalaeka, Segontia Paramika, Trition Touborikon…, y lo que tenemos es un “magma de viejas lenguas ibéricas”.

9. Hay expansión euskerika en tierras castellanas tras el caos de la invasión musulmana, acompañada de movimientos poblacionales alavesas.

>> Insisto, ¿por qué? ¿Qué pruebas hay de que el euskera se expandió de Álava a tierras castellanas, más allá del hecho de que en la documentación castellana que emerge en la Alta Edad Media hay numerosos datos euskéricos? ¿Hay alguna crónica que lo diga explícitamente? ¿Por qué no podemos asumir que también en Burgos y La Rioja quedaban en la Alta Edad Media “restos euskerikos que sorprendentemente llegan vivos al final del imperio”? ¿Cuál es el criterio para determinar que esto fue así de Álava a a Burgos, pero es impensable de Navarra a Álava?

Es probable que el caos de la caída del imperio y las invasiones que si o si han de pasar por la llamada provocarán un vaciamiento poblacional y llegadas de nuevas gentes de Oriente y del norte.

>> Precisamente lo que decimos nosotros.

Lo veo más difícil en Bizkaia y Gipuzkoa. Aún siendo pequeñas y no muy pobladas cuesta ver cómo una población latina o de origen céltico en Bizkaia y Gipuzkoa pase a hablar una lengua preindoeuropea tan distinta.

>> ¿Tan complicado es pasar a hablar otra lengua distinta? En dirección inversa, los aquitanos de Lugdunum Convenarum que en torno al 400 abandonaron el aquitano y adoptaron el latín, ¿tuvieron que realizar un esfuerzo intelectual fuera de lo común?

Hubo vaciamiento poblacional y llegada de nuevas gentes? La clase dirigente preindoeuropea en el siglo vii consigue cambiar hábitos de poblaciones latinas??? Asunto complicado. Quizás para las 50.000 personas que debían vivir en el País Vasco la lengua del nuevo grupo dominante, quizás más oriental y norteño, no era algo tan tan extraño.
Asunto complicado.

>> No sé de dónde sacas ese dato. De todas formas, te recomiendo el apartado III.5.1.1 de la tesis de Mikel Pozo, donde describe uno por uno cómo quedaron todos los núcleos poblacionales a lo largo o en las cercanías del Iter XXXIV con la crisis de la caída imperial. Es más, la siguiente sección (5.1.2) tiene una función contrastiva, para mostrar que esa devastación tan pronunciada fue un rasgo no general sino específico de Álava y Navarra.

>> Por otra parte, la alternativa es aceptar una sucesión de hechos parecida a la que sigue:

(i) una variedad de paleoeuskera está en Bizkaia y Álava desde antes de la celtización del territorio, que debió correr parejo al de toda la cornisa cantábrica (Bronce Final o I Hierro),

(ii) ambas conviven durante siglos sin fusionarse,

(iii) a la llegada de los romanos, aflora en la documentación, por razones indeterminadas, la céltica,

(iv) de esas dos lenguas, sobrevive a la latinización -fenómeno absolutamente extraordinario en todo el occidente europeo- la que apenas se percibe en la documentación.

Gracias por tus precisiones y respuestas. Yo no me cierro a la hipotesis de una vasconización tardía de la depresión vasca. Además tal como te habrás dado cuenta no soy experto en estas materias. Es indudable que en la llanada alavesa la antroponomia indígena de la época romana es celta. Eso es dato. En Gipuzkoa y Bizkaia poco dato hay…. La Vasconia es plural según se observa en la epigrafía y me preguntó si la fachada marítima de la depresión vasca ha de aceptarse como totalmente celtizada a partir de algún que otro topónimo y menos antroponimos que los dedos de mi mano. También es aceptado que desde el siglo VI esa misma llanada alavesa es de habla vasca y expansiva. La hipótesis de una celtizacion completa de la depresión vasca, incluida las provincias marítimas, una romanización absoluta de navarra y la llegada externa de un grupo de habla vasca que imponga su lengua en la cuenca y a continuación en la depresión se me hace algo complejo de visualizarlo. Primero habría que demostrar la romanización absoluta de Navarra. Segundo la celtizacion completa de Bizkaia y Gipuzkoa. Tercero un movimiento contrario a lo observado desde el siglo X: el abandono en Occidente de una lengua latina a favor de una lengua preindoeuropea. Ciertamente es posible y hay elementos que apuntan a ello, pero sería un caso único en toda Europa: una región celtizada y latinizada por completo donde triunfa un agónica lengua preindoeuropea. Vuestra propuesta tiene puntos de apoyos sólidos pero comprenderás que para un no experto en el tema le provoque una extrañeza una vasconización de grupos totalmente celtizados y romanizados. Incluso en la vieja Castilla los grupos de habla vasca más bien corresponden a un movimiento poblacional de población alavesa tras un vaciamiento poblacional. Quizás se sugiere lo mismo en la depresión vasca?? Un vaciamiento casi completo y la llegada de nuevas gentes?? O que los celtas latinizados comenzaron a hablar euskera??? Entenderás que surjan preguntas y no se haga todo tan evidente. Que esos grupos dominantes tuvieran una situación lingüistica más favorable en la depresión vasca no es descartable del todo. Y quizás sea lo que explique que su éxito lingüístico en un mundo poco favorable se limite hacia el Occidente hasta donde llegó y no más allá. Parece que hacía el sur con mas éxito. En todo caso es evidente que desde el siglo vi en la depresión vasca los grupos dominantes, cristianos y militarizadas, eran de habla vasca. Si vienen de fuera hay que reconocerles un éxito indiscutible en un área totalmente celtizada. Quizás una matización en el sentido que hubiera una realidad lingüistica más plural en la depresión vasca desde la época del imperio podria ayudar a entender este éxito. Quizás aceptar que a semejanza de Vasconia la realidad lingüistica de la tribus caristias y bardulas fuera más plural ayudaría a explicar el éxito futuro de la lengua vasca. Tampoco parece una aberración considerar que la latinizacion de la depresión vasca y la cuenca no fuera absoluta y que en el caos del final del imperio se desarticule especialmente en la llanada el viejo orden, dando paso a que lo marginal se haga dominante incluso con la ayuda de nuevas influencias pirenaicas, de los pasos de Ibañeta o mas alla. A mi lo que se me hace difícil de visualizar es el éxito en zona totalmente latinizada de un componente absolutamente exógeno. Al revés no. Que en una región de habla vasca se latinice por la presencia de un medicoz un profesor y un cura. Pero al revés, por mucho que sea el siglo vi, se me hace algo difícil. Pero bueno quizás así sea. No importa tampoco mucho sea de una manera o de la otra.

Me parece que ya sé de dónde sacas -o cómo deduces- el dato de los 50.000, Xabier. He caído en la página 243 de un libro que me estoy leyendo…. 😉

Si no yerro, te felicito. No estoy de acuerdo con la concepción pancrónica de los vascones (ya lo he expresado en esta entrada), ni con alguna cosa más, pero CFV es un libro muy bien documentado, con bibliografía y memorias arqueológicas de última generación. Y muy ameno. De hecho, engancha. s.o.r.i.o.n.e.ku…. !!!

Para tener alguna cohorte en el imperio los carietes y Bardulos, tampoco serían cuatro y el tambor…. 8.000 en Gipuzkoa, otros tantos en Bizkaia y algunos más en Araba y ya estás en los 40.000 jeje

Creo que de la lectura del EHHE queda claro que, aunque la interpretación del primer elemento de euskara no sea del todo segura, es altamente probable que el segundo sea -kara, lo que hace muy improbable que uskeike tenga algo que ver con ello, y más teniendo en cuenta que el contexto en ibérico no nos dice prácticamente nada.

Sobre el tema de la aspiración que menciona Mikel, que no haya en ibérico un signo para representarla no quiere decir necesariamente que no la hubiera, y más teniendo en cuenta la posición bastante especial que ocupa ese fonema en el sistema fonológico vasco. En aquitano, por ejemplo, donde H abunda, apenas hay oclusivas aspiradas: un Vochio y un par de -thar. Al sur de los Pirineos, con muchos menos testimonios, hay al menos un Urchatetelli. No sería imposible que CH se hubiera representado en algún caso por H, lo que explicaría la problemática relación de Aherbelste con ak(h)er. O incluso, puestos a especular, que Sahar y sakaŕ representaran lo mismo, *zakhar. Simplemente, la existencia de aspiración no está demostrada en ibérico, como tampoco su ausencia. Y si no la hay, nada impediría que el ibérico la hubiera perdido 2.500 años antes que el vasco, la historia de las lenguas semitas no escasea en ejemplos aún más llamativos, y la lengua más dinámica, el egipcio en ese caso, como ibérico en el nuestro, suele ser la que sufre los cambios más radicales. Todo ello creo que pone ciertos límites al uso como fonema «identitario», por así decirlo, del vascónico-aquitano frente al ibérico.

Discrepo, Hogeitalau….;) En ibérico hay mucho material onomástico en alfabeto latino (lo ha recopilado Simón Cornago), y la hache está ausente. El Urchatetelli de Muruzabal de Andión podría deberse precisamente a ser paleoeuskaldun. Del Urchail de Alcalá del Río, según leo en el Simón Cornago, dijo De Hoz que podría deberse a mímesis con nombres meridionales cercanos como Brocchus, Chalbus, Culcha… En la turma Salluitana hay un jinete de (curioso) nombre Cacususin Chadar f, único de los Bagarensis, que a saber dónde estaban. Podría ser un individuo de padre pirenaico, hablante de aquitano. Es especular, pero a mi juicio si el ibérico tuviera aspiración se esperarían que en alfabeto latino fueran marcadas, por lo menos muchas, como en aquitano. Incluso se esperaría que en varios siglos de uso del signario epicórico hubiera algún indicio de intento de marcarla.

La ausencia de aspiración en ibérico (yo entiendo que no la tenía) no descarta parentesco, pero es un indicio de que aquitano e ibérico eran dos lenguas distintas hacia el cambio de era, según mi punto de vista.

No entiendo cuando decis, OrkeiKeLaur, que es claro un sufijo -Kara, y Mikel, sobre la incontrovertibilidad del elemento primario de eus-kara. Hay que recordar que el sufijo es -(k)ara -(k)era, y que no se puede asegurar que la K es fonetica o sufijal salvo que se presuponga ya de partida la raiz en sibilante.

Por ejemplo, tenemos grekera, lengua griega, que sin referencias podria llevar a suponer que la raiz es gre y no greko» , griego. O aun mejor, Gipuzkera, que llevaria a afirmar que el elemento primario es Gipuz con K eufonica por la sibilante si no superiamos de donde viene. Asi que no creo que se pueda asegurar que en el nucleo de Euskera no este detras un Euske / Euska / Eusko.

Ni tampoco que aunque el sufijo sea prestamo latino suponga necesariamente una creacion coetanea del etnonimo y no una adaptacion, reinterpretacion, de una forma existente previamente. Como por ejemplo se mencionan en EHHE los pasos tipo de euskela a euskera, que explicarian tambien euskeldun. Tambien hay un euskeera-erri de Frai Bartolome que deja claro cual era su idea de la raiz, aunque esto no demuestre nada de por si. Y el manuscrito de Mendieta en 1590 denomina a los vascos como euskeles

Si partimos de un nucleo EUSKE, AUSKE o variantes, que aparece en varios etnonimos de la region en epoca romana y que incluso podria estar quizas en el mismo toponimo de Aquitania (auskitania), lo razonable es pensar que se puede tratar de un endoetnonimo local. Pues los nombres romanos y de las fuentes clasicas estan normalmente basados en estos, ya sea de nombres tribales o de sus ciudades o poblados. Igual que los europeos en America daban nombre a los pueblos indigenas tras hablar con ellos y ver como se llamaban a si mismos. (Otra alternativa es preguntar a los pueblos vecinos, y cabe la posibilidad de que barskunes/bascunes de las cecas fuera un nombre, reinterpretacion celtibera de un endoetnonimo de los vascones, o que estuvieran acuñando para estos).

Todo esto al margen de la hipotesis, que creo que es nueva y mia, y efectivamente especulativa, pero creo que con cierta base, de relacionar ese nombre con el iberico USKE-IKE. Es habitual y conocido en antropologia el hecho de que muchos pueblos cuando se les pregunta que nombres se dan a si mismos lo que responden es que son gente o personas en su idioma. Es un etnonimo habitual en culturas antiguas. Y en iberico uskeike tiene bastante contexto tal y como yo lo veo (Hay una explicacion detallada al respecto en los comentarios del anterior hilo de Joseba Abaitua sobre Antroponimia aquitana), dentro de la incertidumbre que atañe al iberico en general.

Tienes razón, Mikel, Urchatetelli lleva aspiración por ser vascón, y no hay aspiración en los nombres en inscripciones latinas, si bien el corpus es mucho menor que el aquitano. Pero en el conjunto más nutrido, el del bronce de Ascoli, apenas veo buenos candidatos a llevar aspiración… excepto uno, Biurno, que por ser segiense, vascón por tanto, y paisano del más eusquérico imposible Enneges, debería llevar aspiración (vasco bihur). Es decir, que si en ibérico no había aspiración, cosa que admito como más probable, parece que esa isoglosa entraba en territorio vascón.

Estoy de acuerdo de que ibérico y aquitano eran lenguas diferenciadas, pero eso no implica que no puedan formar parte de un mismo contínuo dialectal, situadas en sus extremos, con una zona central poco documentada. Pero hasta qué punto estaban diferenciadas, sólo los avances en el conocimiento del ibérico (y del vascónico) podrán determinarlo, creo que de momento es prematuro pronunciarse.

Además de la falta de aspiración del Bagarense Biurno (Turma Salluitana), me permito recordar que en el segundo bronce de Botorrita (85 a.C), el padre del defensor de Salduie se llamaba (…)eihar, con una aspiración. (El defensor ya tiene nombre romano (….)assio).
Mientras, el nombre del defensor de Alaun (Alagón), ciudad supuestamente vascona es Turibas, hijo de Teitabas, nombres que parecen íberos.

Con toda esa huella lingüística en etnónimos en zona cercana a Pirineos en el pasado con «sk» me resulta dificil que la raiz de euskera no tenga la «k». Como enumera Liken:
Los ausk-ii, con plural latino, en Aquitania.
Los uask-ones, vascones, en Navarra.
Los osk-idates al norte de los anteriores.
Los uesk-etani en Huesca, u Oske-nses.
Si, para mi la raiz (e)usk- es arcaica, muy antigua y designa un grupo no se si desde el punto de vista étnico o lingüístico. Luego está la segunda parte, si el ibérico uskei es lo mismo. El parecido es tremendo. La idea es para tener en cuenta . Lo que ocurre es que no sabemos que significa uskei en ibero. Que por como aparece podría referirse a un grupo o a una categoría de gente. Pero haría falta algo mas, creo. He pensado a veces en esa teoría, lo dejo por lo menos en más que posible. Y sobre akeR, que aparece tambien como ageR/agiR, creo recordar que comprobando la onomástica cuadraba mejor un significado «patente, manifiesto», incluso «hidalgo», (he leido en algún lado); que el de «carnero».

Arriba ya no deja anidar comentarios. Continuo con la otra parte tu comentario, sobre los vascones.

Mikel, «Roma, nadie, ni romano ni indígena, ni antes ni después de la latinización, habría asociado la palabra vascón con el euskera». «Esta asociación (vascón = euskaldun, visto desde fuera) no se forja hasta la Tardoantigüedad, y lo hace tras una carambola sin la que el etnónimo habría caído en el olvido …». «Lo rescatan los cronistas francos, y a estos copian los autores visigodos de los siglos VI-VII, pero lo emplean para referirse a unos individuos que están haciendo correrías y montando bulla por el norte de la península, pero que sin embargo se refieren a euskaldunes), Ahora sí: el exoetnónimo vascones se corresponde con la lengua euskérica. Pero no antes).

¿No parece contradecir esto lo que sugiere la correspondencia entre Nola y Ausonio en el siglo IV? Estan describiendo a los vascones como gente barbara y feroz, y cosas mas fuertes, que recuerda ya en el siglo XII a algunos comentarios del peregrino frances Aymeric Picaud, para unos vascos que son vistos asi por hablar una lengua muy diferente a su entorno, no estar romanizados, y en este caso ademas por viejas enemistades con los francos. ¿Alguien puede dudar que esta hablando de euskaldunes?

No serian los francos quienes recuperan un viejo etnonimo de vascones caido en el olvido ni aun menos lo desplazan de unas a otras gentes, sino que sugiere una contiunidad desde epoca romana de los vascones y de su lengua donde siempre han estado.

La carta:

Cambiaste, Paulino, tus refinadas costumbres?
¿Es esto lo que han producido los montes vascones, las nevadas moradas del Pirineo y el olvido de nuestro cielo?
¿Por qué me hablas con reproche de los anchos bosques de Vasconia y de las niveas moradas del Pirineo como si me hubiera establecido en la frontera misma de la región hispana por no tener un lugar en parte alguna del campo o de la ciudad donde la rica Hispania se abre al orbe supremo, continuamente contemplando la salida del sol? Pero, aunque la fortuna me haya deparado el habitar las cumbres de los bandoleros, ¿acaso me he endurecido por habitar en un lugar bárbaro hasta el punto de convertirme en uno de esos rudos habitantes, que fueron mis compañeros? No absorbe el mal un alma pura y no se fijan en las fibras ligeras gruesas manchas: si uno lleva en el saltus Vasconum una vida limpia de mal y permanece íntegro, no sufre ningún contagio de las costumbres de su inhumano huésped. Pero ¿por qué se me vitupera con el nombre de ese país a mí que habito y habité lugares llenos de ciudades soberbias y celebrados por las costumbres refinadas? Y si toda mi vida hubiera transcurrido entre los vascones ¿por qué no esas gentes bárbaras, una vez conformadas según mis costumbres, no habrían de abandonar más bien sus costumbres salvajes y adoptar las nuestras? .

Version original en latin::

quod tu mihi uastos
Vasconiae saltus et ninguida Pyrenaei
Obicis hospitia, in primo quasi limine fixus
Hispaniae regionis agam nec sit locus usquam
Rure uel urbe mihi, summum qua diues in orbem
Usque patet mersos spectans Hispania soles:
Sed fuerit fortuna iugis habitasse LATRONUM:
Num lare BARBARICO rigui mutatus in ipsos,
Inter quos habui, socia FERITATE colonos?
Non recipit mens pura malum neque leuibus haerent
Inspersae fibris maculae: si Vascone saltu
Quisquis agit purus sceleris uitam, integer aeque
Nulla ab INHUMANO morum contagia ducit
HOSPITE. Sed mihi cur sit ab illo nomine crimen,
Qui diuersa colo, ut colui, loca iuncta superbis
Urbibus et laetis hominum celeberrima cultis?
At si Vasconicis mihi uita fuisset in oris,
Cur non more meo potius formata FERINOS
Poneret, in nostros migrans, GENS BARBARA RITUS?
Nam quod in euersis habitacula ponis Hibera
Urbibus et deserta tuo legis oppida uersu
Montanamque mihi Calagurrim et Birbilim acutis
Pendentem scopulis collemque iacentis Hilerdae
Exprobras, uelut his habitem laris exul et urbis
Extra hominum tecta atque uias….

En rigor, lo que Ausonio y Paulino de Nola dicen en su correspondencia es que por esos lares hay mucho ladrón, mucho asilvestrado y mucho cafre. Ninguno de los términos que resaltas hacen referencia a la lengua, mientras que Picaud sí se refiere a ella específicamente (“sique illos loqui audires, canum latrancium memorares”). No obstante, es cierto que para las fechas de Paulino de Nola (en torno al 400) ya se tiene que dar una convergencia entre vascones y hablantes de euskera. También es cierto que Hidacio además de los Bacaudae Aracellitani menciona que “Rechiarius… Vasconias depraedatur” para referirse a un territorio que a mitad del siglo V era con seguridad de habla euskérica.

Lo que quería decir -reconozco que pasando por alto a Paulino de Nola y esta frase de Hidacio, diría que ninguna más- es que a partir de los visigodos (Juan de Biclaro, Julián de Toledo, Isidoro de Sevilla, que lo toman de Venancio Fortunato y Gregorio de Tours, a quienes leen e imitan) el uso de vascones para referirse a los que andan montando bulla por el norte ya es constante, y aquí la convergencia con el euskera ya es total. En rigor, los autores visigodos tampoco hablan de la lengua, pero es inconcebible que esos a los que se están refiriendo no tengan que ver con una ocupación del espacio de Álava y Bizkaia con topónimos con huri, barri, ola, hegi, etc. Ya lo dijo Juanjo Larrea: es blanco y en botella. Los vascones de los autores visigodos son los de Aldaieta.

Resumiendo: lo que nosotros entendemos por vascón no era lo que, como mínimo desde el siglo I a.C. al siglo III d.C., la gente de la Antigüedad entendía por vascón. Para ellos, no era un concepto lingüístico.

Del trabajo del Koldobike apartado De laude Pampilone:

«Contamos con la certidumbre de que el poema fue trasmitido a finales del siglo X, pero la teoría que sitúa la redacción del poema en los siglos VI o VII nos parece coherente, ya que en el documento parecen plasmarse las preocupaciones defensivas que la ciudad pudo haber padecido en la época.

Lo cierto es que se debe resaltar que el texto menciona a los Vaccei como enemigos de la ciudad, y que tras Plutarco el siguiente autor del que tenemos constancia que se refiere de este modo a los vascones es Isidoro de Sevilla en su obra Etymologiae fechada alrededor del 630.

El caso es que este elogio a Pamplona se halla repleto de referencias bíblicas. Se presenta una imagen de la ciudad como un lugar santo, creado por Dios de forma generosa para que se desarrolle en la urbe una vida amable, segura y cristiana; contando a su vez con abundantes reliquias de mártires para venerar. La frase “Deseruiat ereticis contraria resistat baceis” ofrece múltiples interpretaciones y, desde luego, da qué pensar. Lo cierto es que la frase parece tener indudables connotaciones religiosas, al referirse su oposición a los herejes. Pero, resulta escamoso deducir quiénes serían estos herejes, y en qué contexto se hablaría en estos términos… El caso es que, en base a la redacción del texto, estos vascones a los que resiste no parecen ser los mismos que los que considera herejes.

Ciertos historiadores son de la opinión que los habitantes de las montañas denominados vascones habrían sido considerados como unos importantes enemigos por los ciudadanos de las urbes cercanas, especialmente para los habitantes de Pamplona y Calahorra»

A pesar de que Mikel Pozo cuestiona esta cronología del Laude, los baceis-vascones a los que resiste Pamplona y no son herejes, en el caso de ser correcta la hipotética cronología del trabajo de Koldobike, bien podrían estar en relación con el movimiento asociado a rusticani.
Y no sé si, como se ha especulado, cabría alguna posibilidad de relacionar baceis con la inscripción latina aquitana «Bascei Andossus». O sea, que esos baceis-vascones pudieran denominar a gentes pirenaicas aquitanas.

La nueva Vasconia de los pirineos septentrionales (s. VII):

«Oyó San Amando que había una nación que la antigüedad llamó Vacceia, y que ahora llaman vulgarmente Wasconia, presa de extremado error, de suerte que se entregaba a los augurios y a toda mentira, y también daba culto a los ídolos como si fueran Dios. Esta nación, hacia los bosques de los Pirineos, se hallaba diseminada por lugares ásperos e inaccesibles, y gloriándose de la habilidad que tenía para la lucha, ocupaba frecuentemente los términos de los Francos. Compadecido el varón del Señor, San Amando, por el error en que vivían empezó a trabajar para apartarles del servicio del diablo. (Vida de San Amando, de Baudemundo)».

Me imagino a est@s neo-vascones, bautizando con nueva toponimia a lo largo del tiempo, y pongo dos ejemplos, Elexazar en Amurrio, donde ya se había perdido el conocimiento de una villa romana siglos atrás, y en el que creían estar viendo una iglesia (da una idea del atraso en arquitectura a la caída del imperio). El otro es Illunzar, monte de Nabarniz frente al castro de Arrola, con un presunto fuerte romano (las catas no debieron dar resultados concluyentes), y donde creían ver una «ciudad vieja».
Por otro lado, me imagino que la teoría de una «gens mixtum», entre estos rusticanii no la descartáis (creo que ya señaló Octavia, un carácter criollo), de descendientes de Iberos, celtiberos y aquitanos, al que se le sumaria un habla romance «al que le faltarían 4 minutos de horno». Os acerco un articulo de las investigaciones del medievalista Jose Anguita Jaen, que interpreta lo que escribió Picaud a modo de metáfora con J. Cesar y la etnogénesis vasca de por medio. Agur bat,

https://www.elcorreogallego.es/santiago/julio-cesar-y-el-origen-de-los-vascos-FH10359491

Copio de Mikel Pozo (2018: 678):

Orosio valora de manera positiva al ejército de campesinos que reunió Odenato, rustici sirios que bajo su mando defendieron Siria, vencieron a los persas y no conocieron la derrota. También considera fiel y útil la guarnición de rustici que guardaba los Pirineos de Vasconia antes de la entrada de suevos, vándalos y alanos. De Aurelio Víctor, Eutropio y Jerónimo toma un tercer episodio en el que el ejército de rustici que reúnen Amando y Aeliano protagoniza peligrosas sublevaciones.

En mi opinión “los Pirineos de Vasconia” es una solo una hipótesis como lo fue en su día la invasión de los alamanes a finales del s. III. Las noticias de la invasión franca que en esa época atacó Tarragona tampoco dicen por donde penetró en la Península, pero quizá fuese por los pasos orientales. Los vándalos, suevos y alanos seguirían la misma ruta, sin atravesar las Landas «Ipsa est tellus omni bono desolata» (Liber sancti Iacobi, V 7).

Muy interesante tu articulo, Joseba. Hoy te he redescubierto después de acudir a tu antiguo alojamiento y ver que te habías mudado. A ver lo que sale de la mano de Irulegi… Pero bueno, viendo que hay un debate animado en torno a la cuestión de la vasconización tardía y sin ser yo un experto en la materia siempre me ha intrigado como pudieron esas personas migrantes imponer su lengua y su cultura sobre una poblacion celtíbera o romanizada peexistente. ¿Lo hicieron por la fuerza? Porque lo cierto es que llegamos a la edad media sin rastro de esas culturas nativas. En fin, no aporto nada al debate. Simplemente trato de imaginar como pudo ser la llegada de aquellas gentes a lo que hoy conocemos como la CAV y su choque con quienes habitaban en esas tierras. Diculpad las molestias y gracias de antemano por vuestras respuestas.

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